Un muro ya en el suelo


Batería Real, muro derrumbado

                 Este muro de la Batería Real fue rehabilitado hace apenas un año y ya está en el suelo, no sabemos si por desmoronamiento o por accidente. Da igual porque son falsos muros de falsa piedra, por eso se caen o desmoronan al primer golpe. Los muros de mampostería y piedra de Melilla La Vieja aguantaron siglos, guerras, cañonazos, temporales y el devastador paso del tiempo. Los falsos muros rehabilitados están vencidos en apenas un año. El Alminar no puede llegar a todos lados, pero cada vez son más los colaboradores que nos remiten fotografías. La Batería Real no ha sido abierta al público desde su, por llamarla de algún modo, rehabilitación. Todo es un decorado débil e inestable que durará menos que lo que aguantaron los muros originales, recompuestos a lo largo de los siglos. Este incidente, de tratarse de un accidente, pone sobre el tapete la necesidad de replantearse el tráfico rodado en Melilla La Vieja, a la que solo deberían acceder los residentes y los vehículos de suministros, limpieza y emergencias. Hay que tener en cuenta que los vehículos circulan sobre una cáscara de nuez, pues el suelo de la ciudad vieja está hueco. El Pueblo, Melilla La Vieja, debería contar con un servicio de microbuses y el acceso rodado estar completamente restringido.  Hace falta replantearse muchas cosas, pero también se necesita un gobierno dedicado a ello, a sus funciones.

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La Semana Santa de Melilla en imágenes


 

 

                      Una exposición retrospectiva

          Eclessia es una palabra griega que significa comunidad, y La Iglesia tomó el todo por la parte y se sustantivizó  a sí misma, de modo que en los evangelios traducidos del griego se  escribe comunidad y en los de traducción latina se traduce la palabra como Iglesia. La Iglesia como tal, surge casi cuatro siglos después de los evangelios, cuando el emperador Constantino la convierte en religión de Estado.  Viene esto a cuento porque en el programa de Semana Santa del año 2014, el Vicario Episcopal expresa el agradecimiento público a una persona concreta «su labor» en favor de esta semana de pasión, y no a toda la comunidad anónima de fieles, que es la que ha mantenido vigente y con vida, a lo largo de todos estos años, la Semana Santa de Melilla. No es porque el mencionado y único aludido no lo merezca, es porque siempre son los mismos nombres los recompensados una vez tras otra, y el pueblo llano, la feligresía común, está lejos siempre de las palabras de reconocimiento y de las medallas honoríficas.

                                                               Pregones y pregoneros

          En una pasada entrada escribía*: la designación del pregonero de cada Semana Santa es también otro proceso realizado en las cumbres y sin participación directa de la feligresía de base. Lo afirmé entonces y lo mantengo ahora, aunque muchos quisieron ver una crítica específica al pregonero del año en curso Francisco Gámez, y no una alusión general a un proceso que sigue siendo oscurantista y sin posibilidad de votaciones previas y proposición de candidatos,  por parte de los feligreses. En todos estos años desde la reconstitución de la Semana Santa en 1981, solo se han designado a dos mujeres ( Encarna León en 2003 y Francisca Muñoz en 2011), mientras que el diputado Antonio Gutiérrez ha realizado   dos lecturas de pregones (1987 y 1995), y mucha gente que lo merece jamás tendrá la satisfacción de leer un pregón de Semana Santa.  Escrito esto, aclaro que la designación de Francisco Gámez es muy acertada y que además le llega en un difícil trance personal, que esperamos que supere. Aun así seguimos afirmando que otras muchas personas, hombres y mujeres, no tendrán siquiera posibilidad de leer un pregón. Sigue existiendo demasiada política y pasillo en la Santa Madre Iglesia y quienes la representan y actúan en su nombre y viven en sus aledaños. Hay todavía ausencias inexplicables y designaciones incomprensibles.

                                               El acierto de una exposición

        El grupo photowalk es uno de los más activos y participativos de la historia de Melilla, integrados por hombres y mujeres, muchos de los cuales están muy vinculados a la Semana Santa y sus cofradías. Han llevado a cabo muy diferentes propuestas y exposiciones sobre temática muy diversa. La última exposición, una retrospectiva sobre la Semana de Pasión de nuestra ciudad ha sido muy acertada, porque se han centrado en las personas que han dado forma e historia a la semana santa. Han huido de los retratos de tronos e imágenes y de los personajes oficiales, ya suficientemente reconocidos, para centrarse en las personas, conocidas algunas y otras no, que son las que en definitiva hacen y han hecho la semana santa melillense. Sigue habiendo dos mundos, el oficial y el real, el oficioso, el que representa photowalk. Yo sigo prefiriendo este último grupo.

Notas:  https://elalminardemelilla.com/2013/12/18/sobre-el-inmovilismo-en-las-cofradias