- Francisco I y Benedicto XVI
- Robles Gil y Legionarios de Cristo
- Juan Pablo II y Marcial Maciel
La cuestión de Los Legionarios de Cristo
En días pasados, una muy estimada colaboradora, Isa, escribía y emplazaba de algún modo al Alminar, a tomar posición sobre los Legionarios de Cristo. Es un tema que considero trascendental para el futuro de La Iglesia y en concreto del Papa Francisco I. Es un caso que sigo con atención desde hace años, y que provocó mi expulsión de un blog de debate religioso hace ya algunos años. Mi condena hacia Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo es rotunda, sin paliativos ni perdón posible. Era un depredador sexual, pederasta y abusador sexual, profundamente dañino y perverso. Encubierto y amparado por La Iglesia durante muchos años. Es también verdad que los delitos sexuales, en concreto el de pederastia, alcanzan a todos los ámbitos y profesiones, y eso e salgo que vemos día a día.
Sin embargo, hay una notable diferencia. Cuando el delito de pederastia lo comete un pediatra o un entrenador deportivo, le afecta solo a él. Cuando el delito de pederastia y abusos sexuales lo ha cometido el fundador de una orden religiosa, Legionarios de Cristo, la mancha se extiende por completo a toda su obra. Es imposible desvincular a los Legionarios de Cristo de su fundador, Marcial Maciel, y a éste de su fundación, de su obra.
No hay otra manera de rectificar que la petición de perdón absoluta, total, completa, sin excusas posibles y luego disolver la Orden, desvinculando todo de su fundador, que debe ser repudiado. El siguiente paso debe ser la creación de una nueva obra con un nuevo nombre, con personas con garantía absoluta de que no supieron, ocultaron, ni miraron a otro lado y sobre todo, totalmente a salvo de estos delitos. No hay otro camino.
La actitud del Papa Francisco I
El viernes 13 de octubre de 1307, una bula del Papa Clemente V disolvía la Orden religiosa más poderosa que haya tenido nunca la cristiandad, la de los Caballeros Templarios, y lo hacía a sabiendas de que eran falsas las acusaciones dirigidas contra ellos: simonía, herejía, idolatría, magia y sodomía. Estamos ante un caso diametralmente opuesto, porque aquí las acusaciones son todas ciertas, es más, no tenemos la certeza de que se haya puesto toda la verdad sobre el tapete de la mesa. ¿Qué debe hacer el Papa Francisco?. Disolver sin más dilaciones la Orden y exigir a todos empezar de cero, desde un nuevo punto de partida. En 1307, todas las propiedades de Los Templarios pasaron de modo directo a su rivales, Los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Decimos esto aunque no dudemos de las buenas intenciones e inocencia del actual Director General de Los Legionarios, Eduardo Robles Gil.
Lo que dice el Evangelio de Marcos
“Al que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtala; es mejor para ti entrar manco en la vida, que con las dos manos ir a parar al infierno, o donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtalo; es mejor para ti entrar cojo en la vida, que con los dos pies ser arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácalo; es mejor para ti entrar con un solo ojo en el reino de Dios, que con los dos ojos ser arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga». Marcos 9, 42-49.
No hay opciones. Esta es la piedra de toque de este papado. Los gestos pueden ser bonitos y efectivos, pero se necesitan hechos. La verdad es siempre radical.