Todo se detuvo en abril
En este mes de abril, pero del año 2012, el recién estrenado gobierno del Partido Popular, paralizaba las obras de nuevo hospital civil de Melilla. La realidad que plasmaron las fotografías, desmintió al nuevo gobierno de España, porque hasta ese momento eran incapaces de asumir la paralización, cuando ya se llevaban 2/3 de la obra construida. Dos años de construcción frente a cuatro de paralización. Una modificación en la obra original, sirvió la excusa en bandeja de plata para justificar la detención de la obra, que aun así, tardaron más de un año en reconocer. Solo basta mirar la prensa del momento para ver, que una vez tras otra, prometían su reanudación. Todo era falso. Luego siguieron dos años de silencio absoluto. La paralización fue decidida por el gobierno popular. Era una inversión que no estaban dispuestos a continuar. En Melilla, los recortes empezaron por la sanidad. El Hospital Comarcal está obsoleto, saturado y resulta insuficiente para la demanda sanitaria actual. Han pasado ya 20 años desde su inauguración. Resulta desolador acudir allí a las consultas, o a recibir un tratamiento médico o una intervencion quirúrgica. Las incomodidades son casi insufribles, tanto para pacientes como para el personal sanitario.
El daño hecho a la ciudad es inmenso, porque era una infraestructura absolutamente necesaria. La obra civil ya podía estar concluida, y parte de la atención hospitalaria derivada a las nuevas instalaciones. La detención de la obras ha provocado ya un retraso de 4 años, más otros tantos que serán necesarios, caso de retomarse el proyecto. para que empiece a funcionar en sus áreas básicas. La proximidad de nuevas elecciones hará que volvamos a oír la cansina salmodia de que: «las obras podrán reiniciarse de modo inmediato». Era una letania, un mantra falso todas las veces que se ha dicho hasta ahora, y será igualmente falso cada vez que lo vuelvan a repetir.
Han pasado 4 años, es lo único de lo que podemos dar cuenta. De abril a abril. Luego, cuando emitan su voto, los votantes lo harán pensado en las fiestas, en las culturas, o bajo influencia de las redes clientelares, único modo de garantizar amplias y permanentes mayorías (Madrid, Valencia, Andalucía). Cuando las personas se sacuden el yugo y vota en libertad, ocurre lo que hemos visto, que el voto se reparte por afinidad, y los grandes partidos quedan paralizados por la nueva situación social.
Repiten las elecciones pensando en que deben volver a salirles las cuentas pasadas, las del bipartidismo más la bisagra. Esperemos que no sea así. Mientras tanto, la sanidad privada sigue siendo un negocio muy rentable en Melilla.
Nota:https://elalminardemelilla.com/2012/04/18/hospital-universitario-de-melilla-2/
Del hospital no dicen nada… pero cada «x» tiempo leemos noticias sobre la presunta ampliación del puerto y desde hace dos días de la construcción del centro comercial….