Instalaciones deportivas del Supersol
Ha pasado ya tanto tiempo que ni siquiera es una denuncia, ni siquiera un escándalo. Ya no suscita alarma ninguna. Fue un fracaso más, uno de tantos. Esta zona deportiva está encima del Supersol, en origen Ecoahorro, un nombre que todavía no se ha perdido en el vocabulario de la gente que sigue comprando en este supermercado, el primero que abrieron en Melilla, allá por la primeros años de la década de 1990. pasados 25 años todavía no hemos pasado de la fase de los «supermercados», cuando en el península llevan dos décadas comprando en las Grandes Superficies comerciales. Este es el gran atraso de nuestra ciudad.
Las recalificaciones urbanísticas son la chistera del mago para los ayuntamientos, fuentes de financiación, de problemas y de corruptelas. Han pasado demasiados años como para que ya esto le importe a alguien. El caso es que las recalificaciones tiene sus etapas, que es imposible saltarse. Todo esto estaba calificado como zona deportiva y de equipamientos, no podía edificarse en esta parcela. Tampoco se pueden dividir, pero en algunos casos sí.
La cuestión es que para edificar este supermercado hubo que hacer algo de prestidigitación administrativa. Se autorizaba la construcción del supermercado, pero a cambio debían mantenerse las dotaciones deportivas, pero en la azotea. En su momento sí constituyó en escándalo, con acusaciones cruzadas en la prensa, que por supuesto no llegaron a nada. Pasadas dos décadas solo hay olvido y desconocimiento. La mitad de la población no saben que en la azotea del Hipersol hay unos supuestos campos de deporte, y el resto de la población, que sí lo ve, ya ni recuerda porqué está eso ahí.
No hay día sin sorpresa y ninguna buena.
Bueno, sí, está el regreso de los cormoranes que es buena, supongo. Algo es algo.
Gracias Isa. Ya no tiene explicación humana que sigamos aquí casi 6 años después del origen. Esa es la buena noticia.
Por fín me he enterado del asunto de estas pistas deportivas. Nunca supe descifrarlo.
Recalificaciones, decisiones administrativas extrañas. Como se dice en un refrán, el que hace la ley, hace la trampa. La historia perenne de nuestra Melilla.