Demasiado mal tiempo


                         Está haciendo demasiado mal tiempo, o un tiempo extraño. Los refranes sobre el tiempo empiezan a no coincidir. Todo está cambiando. Cuando se empezó a tomar conciencia sobre el cambio climático, ya era demasiado tarde para evitarlo.  Cuando la gente ha aceptado la idea, ya lo tenemos encima. También hay que ofrecer literatura. La cohesión y la urdimbre que teje El Alminar es así. Son lazos invisibles, como todo lo relacionado con la física cuántica, aunque los físicos dicen que muy poco de lo que sucede en el mundo cuántico, puede tener su correspondencia con la realidad. Sin embargo, muchas de sus descripciones, son sugestivamente literarias.  Un mismo hecho observado, el pasado miércoles, desde tres puntos distintos de la ciudad, por observadores distintos. No parecía que estuviésemos ante el mismo hecho. Se trata de un arco iris, como otros que ya hemos sacado en otras ocasiones.

             Todo lo relacionado con la observación de un hecho concreto y sus diferentes percepciones, tanto si es la misma persona que mira desde distintos lugares, como si son distintas personas las que observan algo desde lugares diversos, suele resultar apasionante.

                   Cuanto más intentemos precisar algo por medio del lenguaje, más cosas se escaparán a nuestra observación, y cuantos más elementos queramos aportar a una descripción, más nos alejaremos del hecho descrito, por muy evidente y manifiesto que lo consideremos.  Esto es algo que vemos a diario, en cualquier lugar y casi en cualquier circunstancia.  Casi siempre solo es  posible observar. Todo esto es simplemente una parábola. Estamos acabando el primer mes del año 2013, y buscamos posicionarnos ante los nuevos temas y situaciones que se nos vienen encima. Todo parece esta fuera de control, sobre todo, el tiempo climático. Es una simple divagación.

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