Las puertas del infierno


El Monasterio del Escorial tapona una de las puertas del infierno

Tras la creación del Universo, Dios y toda su corte celestial descansaban por cualquier lugar, contemplando y vigilando tan inmensa obra. Los problemas surgieron desde el principio y Adán y Eva no duraron mucho en El Paraíso, tras comer Adán la irresistible manzana que le ofrecía su compañera. Antes o después, no se sabe en qué momento, estalló una gigantesca rebelión en el Reino de los Cielos, y Luzbel se enfrentó con otros cuantos ángeles, al mismísimo poder de Dios. Todo está muy bien descrito en el poema romántico de Milton: El Paraíso perdido. No ahondaremos más en eso. El caso es que Miguel, el más poderoso de los arcángeles (solo hay cuatro con nombre), dirigió a los ejércitos celestiales y obtuvo la victoria, siempre temporal, sobre sus antaño compañeros. Todos fueron arrojado al interior de La Tierra, al Reino de «las tinieblas».

Las leyendas cuentas que en el mundo se abrieron 7 bocas que conducían directamente al Reino del Averno, una es la que hay junto al lago de este nombre en Italia. Lo que no conocía, o no había leído nunca, es que una de esas 7 embocaduras del Reino de la oscuridad y de la sombra,  estaba junto al monte Abantos, en El Escorial,  vamos,  justo en frente de lo que ha sido la casa de mis tías en San Lorenzo del Escorial. He contemplado durante 40 años ese monte, y no podía imaginar que escondiese semejante secreto, aunque ahora sí entiendo el porque de esos «endiablados» vientos que provienen del monte Abantos, que ha sido coronado en diversas ediciones de La Vuelta Ciclista a España. El viento del Abantos asusta y mucho, y su bramido es realmente infernal. Son muchas noches las que he dormido, junto a mis tías, en la habitación enfrentada al monte Abantos, y escuchado el ulular del viento que desde azota. Es una montaña (1753 metros) que domina todo el Escorial, en una curiosa similitud con Melilla y el Gurugú. Toda ciudad que se precie, tiene su monte mágico.

Dicen todas las crónicas y leyendas, que Felipe II escogió cuidadosamente el emplazamiento del Monasterio, conocedor de la leyenda y que una de sus pretensiones, fue taponar una de las 7 bocas del infierno. Dicen también que en los primeros años de trabajo de la edificación del Monasterio, un inmenso perro negro aullaba por las noches y atemorizaba y espantaba a los trabajadores, por lo que el Monarca cristiano ordenó su captura y muerte. Cuentan también que este perro era nada más y nada menos que el Can Cerbero, el guardián de las puertas infernales. Este hecho reafirmó al Monarca en la elección del emplazamiento para su obra y exclamó: si el diablo no quiere que lo hagamos aquí, hagámoslo aquí. No se sabe si Cerbero fue muerto o espantado del lugar.

He encontrado un antiguo blog, de solo dos entradas, que pretendía recopilar sucesos mágicos y extraños en El Escorial, y que luego no tuvo continuidad. También aparece este relato en el número especial de la revista Más Allá, dedicado al Infierno, y editado este mes.

Nota:  (1) http://sucesosjj.wordpress.com/1-sucesos-misteriosos/1-2-el-monasterio-del-escorial-la-puerta-del-infierno/

(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Abantos

Alejandro de Macedonia en Afganistán *


En el año 330 aC., Alejandro de Macedonia llegó hasta la ciudad persa de Zadracarta, ciudad próxima a la actual ciudad Iraní de Bender Chah. Las guerras entre persas y griegos venían siendo una constante desde hacía varios siglos, pero nunca un occidental o europeo había llegado tan lejos. Las dos caras de la misma civilización humana, Oriente y Occidente iban a entrar en colisión y mezcla de modo definitivo y precisamente en un escenario de absoluta actualidad en nuestros días, Afganistán, un territorio que guarda como ningún otro, la huella de Alejandro. Nunca serían igual las cosas después del paso de los greco-macedonios por aquellas tierras, que se convertirían desde ese momento, en el obligado punto de destino entre Oriente y Occidente, de modo que quien dominaba Afganistán, dominaba el mundo. Si ambas caras de la civilización estaban en paz, aquellas tierras se convertían en un crisol en el que ambas culturas producían otra nueva, fruto de la mezcla. Sin embargo, en los periodos de conflicto y guerra Afganistán se convertía en un verdadero infierno para aquel que intentase dominarlo.
En cierto sentido, no hay occidental que no sea afgano, ni oriental que no sea griego, pues hubo un tiempo en el que las religiones monoteístas no existían y por tanto tampoco sus visiones excluyentes. O sea, que hubo una época en que los humanos existían antes de Dios y esa fue la época de Alejandro y de su viaje. Un viaje que transformó a todos los que lo hicieron, que produjo la cultura greco-budista (cuyos máximos ejemplos eran los Budas gigantes de Bamiyán) y que transformó el mundo.

                                     330 a.C., en Afganistán.

                  Aria, Bactriana y Aracosia y la región desértica de Gedrosia, compartida con Pakistán bajo el actual nombre de Beluchistán, eran las regiones de aquella parte del mundo en las que Alejandro y los varios miles de griegos que iban con él, pisaban por primera vez. Fue un verdadero viaje de transformación porque (lejos de las cosmogonías teológicas que se impondrían siglos mas tarde, con sus visiones dogmáticas del mundo y en las que no queda ningún margen para la interpretación individual), dos caras del mismo mundo estaban entrando en contacto. Conforme avanzaban en el viaje, Alejandro y muchos de sus hombres, iban adoptando rápidamente hábitos orientales, a la vez, como siempre sucede, que otro grupo también numeroso, se iba reafirmando en sus ideas preexistentes al viaje.
Las tradiciones, la mentalidad tradicional y establecida que no acepta ponerse en contacto con otros modos de vida, con otros modos de ver las cosas, acaban siendo una atadura y una causa generadora de conflictos; y Alejandro en su viaje tuvo muchos, pues algunos de sus compañeros como el general Filotas, acabaron conspirando contra él, bajo la acusación de corromper las costumbres tradicionales macedonias para adoptar “la de los bárbaros”, las orientales. Siempre surgirá ese mismo conflicto, entre el dogma y la tradición, con lo surgido de la mezcla y el contacto.
En octubre del 330 a. C., entraron en Afganistán por la región de Aria la actual provincia de Herat procedentes del vecino Irán, de la ciudad de Zadracarta (Bender Chah), es más, fundaría su primera Alejandría afgana, la de Aria (Herat). Desde allí fueron hacia Frada (Farah) en la región de Zarandj y en donde tuvo lugar la “llamada conspiración del general Filotas”. Pasaron allí el invierno, pues esas regiones son de inviernos prematuros, fríos e intensos y en donde habitan tribus muy celosas de su independencia y refractarias a cualquier poder hegemónico. Abandonaron Frada en diciembre del 330 a. C., con las tropas macedonias ataviadas con el turbante afgano, obligatorio para proteger la cabeza del sol y tras haber sustituido las sandalias griegas por un cierto tipo de botas.
En la región de Aracosia fundó la Alejandría de Aracosia, hoy Kandahar, la ciudad de las mil fuentes y hoy emblema del movimiento Talibán y del Mulá Omar y desde allí siguieron hacia el norte, hasta las estribaciones del Cáucaso (Hindu-Kush) a unos 68 kms del actual emplazamiento de Kabul y en los alrededores de la actual Baghlan, fundó la Alejandría del Cáucaso o del Monte Paropámiso, justo debajo de la roca en la que Zeus encadenó a Prometeo, perfectamente descrita en sus dimensiones por Quinto Curcio, en su “Historia de Alejandro Magno”.
Prometeo estuvo un día encadenado en Afganistán por haber robado el fuego a los dioses para dárselo a los humanos, hecho por el que es conocido como su protector, del género humano, y allí permaneció encadenado hasta que fue liberado por el mismísimo Heracles. Gran parte de la población europea y su cultura proceden de los llamados pueblos indo-iranios.
Alejandro de Macedonia, el grande, fue tras el mito de Heracles y por eso quiso fundar su Alejandría caucásica a los pies de la roca de Prometeo. Como dice Carlos García Gual en “Mitos, viajes y héroes”: “los mitos no tienen una fijeza dogmática, en contraste con la fe requerida por los textos de ciertas religiones frente a los que no se admiten disidencias. En tal sentido la religión antigua era mucho más liberal que la tradición cristiana, musulmana o hebraica “.

                                              El final del viaje

                     En los últimos meses del año 329 aC., abandonaron Afganistán para adentrarse en el territorio de los actuales Uzbiekistán, Tazdhikistán y Kirguistán, en donde una ciudad próxima a la actual Tashkent, todavía lleva el nombre de Iskender (Alejandro en persa), aparte de la Alejandría egipcia y de la turca Iskenderum. En Uzbiekistán fundó la Alejandría Tarmita (Termez), contrajo matrimonio con la princesa Uzbeka Roxana y en la ciudad más emblemática de la zona en Maracanda o Samarcanda ( La gloria del Tamerlán, La perla de la Ruta de La Seda), tuvo lugar uno de los sucesos más trágicos de su vida, cuando diera muerte a su amigo de infancia Clito el Negro, en una discusión provocada por un rito oriental, la proskinessis o prosternación. Este rito, que consiste en saludar a los monarcas orientales con una inclinación total del cuerpo y posterior beso de la mano, sigue provocando recelos en Occidente y se confunde con un signo de humillación, cuando no es más que otra forma de saludo. Para ejemplo de esto baste con decir lo mal interpretado que es ese tipo de gesto, pleitesía, cuando se realiza ante el monarca marroquí.
Dos milenios después ese tipo de saludo sigue provocando conflicto y malas interpretaciones, la misma que le costara a Clito la vida y a Alejandro una de sus más grandes depresiones, pues quiso darse muerte con la misma sarisa (lanza macedonia) con la que había matado a Clito. Después de aquello nunca volvió a exigir ese tipo de saludo a los griegos.
Alejandro volvió a territorio afgano dos años después, a su Alejandría del Cáucaso, en 327 a. C., tras volver a atravesar el Hindu Kush, probablemente por el paso de Salang, que utilizaran los soviéticos en la invasión de Afganistán.
Tras reorganizar allí su ejército, ya de mayoría persa, abandonó Afganistán definitivamente en otoño de ese mismo año y de allí se dirigió a lo que entonces se conocía como India y hoy llamamos Pakistán, siguiendo el trazado que hoy utiliza la vía férrea Kabul-Rawalpindi-Lahore.
En esa ruta conquistó la célebre Roca de Aornos, que Heracles hubo de abandonar sin dominar. Tras dominar Pakistán, bajó desde Peshawar a Karachi por el antiguo curso del Indo.
Según uno de los grandes estudiosos de Alejandro, citado por Antonio Bravo García en su introducción a la Anábasis de Arriano: “Alejandro fue un soñador que persiguió la unión de los pueblos, en su creencia de la unidad de La Humanidad”, pero como decía Flaubert: “eso fue en el tiempo en el que los viejos dioses ya no servían y los nuevos no habían aparecido, fue en el tiempo en el que el hombre estuvo solo”, frente a sí mismo.

Nota: * publicado en El Telegrama de Melilla, el 07/11/2001

El Monasterio del Escorial: aspectos mágicos.



                  El relicario más grande del mundo

La tumba más digna posible para un padre, Carlos I, edificada por su hijo, Felipe II. El padre murió en el Monasterio de Yuste en Cáceres, el 21 de septiembre de 1558; el hijo en el Monasterio del Escorial, un 13 de septiembre de 1598. El Escorial supuso una ruptura arquitectónica con el Barroco imperante. La sobriedad y la austeridad de su edificación estaban ideadas para mandar un mensaje al futuro. El emplazamiento del edificio estaba escogido cuidadosamente, en un entorno hostil y selvático de la Sierra de Guadarrama. Muy frio en invierno, ardiente en verano, y siempre azotado por los poderosos vientos del Monte Abantos. Un colegio, una inmensa biblioteca, y una comunidad de monjes benedictinos sin ninguna concesión a la comodidad. Austeridad por encima de todo. Resulta curioso que tras siglos de despilfarro capitalista, hoy «la austeridad» sea el modelo escogido para la sociedad mundial. Eso sí, austeridad solamente para las clases populares, pues los ricos, los gobernantes, los políticos siguen instalados por el perpetuo despilfarro. Todo lo contrario del ejemplo personal del propio Rey Felipe II, cuya austeridad llegaba a extremos inverosímiles en un Jefe de Estado.
Hay personas que son difícilmente clasificables, y este monarca es una de ellas. Su religiosidad era extrema y rigurosa, pero también era una gran apasionado de las artes adivinatorias y de los horóscopos. Al igual que otros muchos dirigentes, tenía su propio «adivino» personal, como Trasilo y el emperador Claudio. Vestía siempre de negro, para atraer la influencia benéfica del planeta saturno sobre su persona.
A veces creemos saberlo todo sobre una cosa o persona, y la búsqueda constante nos sorprenderá con un nuevo detalle. Dentro de ese pequeño esbozo del Monarca español, encaje perfectamente que fuese un aficionado, apasionado o devoto, cada cual escoja el adjetivo que quiera, a las reliquias de los santos y al convencimiento firme de su poder benéfico. Hay que imaginar el potencial de un Rey absoluto, para este tipo de coleccionismo. Iniciadas las obras del Monasterio, cursó órdenes a todos los lugares bajo su dominio, para que le fuesen remitidas todas las reliquias posibles. En el Monasterio de El Escorial se albergan varios miles. solo en las primeras entregas, efectuadas entre 1571 y 1611, se recibieron 7200, distribuidas de la siguiente forma:
– Insignes……………….. 460 – Cabezas enteras…………..144
– Notables………………. 255 – Canillas grandes………….306
– Menores……………….1006 – Constancia del nombre…678
– Cuerpos enteros……….12 – Pequeñas…………………. 4168

Todo esto aparece perfectamente detallado en el libro «Las reliquias del Monasterio del Escorial», de 1000 páginas; disponible y descargable en internet. Ediciones Escurialenses, año 2004 *.

Nota: Entre esos miles de reliquias, perfectamente organizadas, distribuídas y separadas incluso por sexos, se encuentra «un dedo» de Juan El Bautista. Hay que reseñar también que fueron objeto de un gran expolio por las tropas francesas, durante la invasión Napoleónica.

PD: http://rbme.patrimonionacional.es/getdoc/684b6508-335a-44b3-89ec-77a23bf25585/Reliquias.aspx

Circulación insostenible en Melilla


La circulación en el barrio del Real

Circular en Melilla es un riesgo incesante. No hay control alguno sobre el tráfico y se conduce «al hueco». Atascos, mala visibilidad en muchos cruces, coches aparcados en cualquier lugar que restan visibilidad y dificultan las maniobras. Da igual la norma de no aparcar en las esquinas, sobre los pasos de cebra, o sobre las aceras. No se respeta ninguna. En esta ciudad de la circulación imposible es en donde quiere implantar «el carril de bicicletas». Hay mil obstáculos que dificultan la conducción y la movilidad en cualquier lugar de la ciudad. Hay eslóganes muy bonitos y grandes campañas publicitarias que atiborran los bolsillos de «los magnates» de la comunicación, pero que no se traducen en una calidad del tráfico y de la circulación urbana, incluida la peatonal. Esta mañana se ha producido un accidente espectacular en la intersección de la calle Mar Chica y la de Andalucía. A pesar de la aparatosidad del accidente, parece que no ha habido lesiones graves. En Melilla, los conductores, nos jugamos la vida a diario. La circulación en el barrio del Real es caótica. Especialmente complicadas son las intersecciones que sirven de acceso y de salida al Polígono Industrial, verdadero infierno de tráfico, solo equiparable al caos permanente de la zona del Rastro.
Desde El Alminar hemos señalado muchas veces puntos negros de tráfico, dado noticias de accidentes, y también aportado o sugerido algunas soluciones. La culpa no es siempre exclusiva del conductor, pues hay muchos factores que dificultan la visibilidad del tráfico, como la instalación de contenedores en lugares inadecuados, o la ausencia de isletas que impidan el aparcamiento «libre» de coches, en lugares inadecuados.

Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/02/06/jugarsela-a-diario-en-los-cruces/

El secreto de Los Secretos


La última noche de los conciertos de «Música a la Luna» escondía un secreto, que no era la presencia del grupo Los Secretos, sino la del presidente Imbroda. Nos fuimos a la parte más alta de la Plaza de Armas y nos demoramos mucho charlando con amigos y conocidos y dejando que las niñas jugaran y corretearan por la zona. Salimos entre los últimos grupos de público asistente y al pasar por el túnel de la plaza, que da acceso al foso del Hornabeque, me fijé en que delante de nosotros, y en coincidencia no forzada, iba el presidente Imbroda, acompañado por dos consejeros de su gobierno (Mateo y Villena), y por su esposa y concejala Paqui Conde. Salvo en muy contadas ocasiones y descartados las artículos y entrevistas hagiográficas, y los únicamente descalificatorios, son contadas las personas que se han atrevido a analizar algún aspecto del «ejercicio del Poder» por parte de Juan José Imbroda.

El caso es que caminé detrás de él, sin atreverme a adelantar a su grupo, y a los dos escoltas que le cubrían la espalda. La providencia había hecho un nuevo regalo al Alminar, pues una imagen casual del Presidente de Melilla, supone una subida inmediata de audiencia. No podía alertar al grupo de mi presencia con la luz del flash, así que tuve que esperar la ocasión en la que la luz del entorno me ayudase. Esta se produjo en el foso del Hornabeque, poco antes de entrar en el túnel de San Fernando. No era mal símbolo, el presidente justo antes de entrar en el túnel.

                                     ¿Cuál es la naturaleza del Poder?

Mucho se ha reflexionado sobre esto. El Poder es algo temporal y se debe estar siempre dispuesto a dejarlo, pero como el ser humano no es capaz de hacerlo por sí mismo, y su ejercicio, aunque sea en Democracia, otorga innumerables beneficios y privilegios, lo normal sería limitar su mandato, en cualquier situación, a un máximo de dos o tres periodos legislativos. Da igual que sea en gobiernos nacionales, autonómicos o municipales. Los mandatos también deberían ser limitados en partidos políticos y sindicatos. Es la única manera de evitar las dañinas nomenclaturas, y el surgimiento de redes clientelares y cortesanas.
                                              Retirarse a tiempo

Es uno de los asuntos más difíciles. Decidir cuando la propia obra personal ha concluido. En España, el caso más ejemplar de esta actitud fue la del más grande de todos los monarcas, el también emperador Carlos I. En cuanto a etapas democráticas está el ejemplo del almeriense Nicolás Salmerón, que dimitió como presidente de La I República, con solo unos meses en el cargo, por negarse a firmar unas condenas de muerte.
Un gran final, en el momento oportuno, elimina la mayor parte de los errores que se hayan podido cometer, y la situación inversa también. Un mal final, puede arruinar todo lo bueno que se haya hecho por una ciudad, nación, o región. En 1970, el diario Madrid publicó un artículo con este titulo y referido al General De Gaulle. Franco entendió el mensaje y ordenó a su ministro Manuel Fraga el cierre del periódico y la demolición del edificio en el que se ubicaba. Ocurre también que después del poder ya no se es nada, y la situación de los ex presidentes los convierte casi en «espectros» vivientes: Felipe González, José María Aznar o Rodríguez Zapatero. Solo uno de ellos designó su propio final, pero coincidió con el peor momento posible, no supo escogerlo. Los otros no lograron hacerlo a tiempo y fueron devorados por su propio éxito el primero, y por su propio fracaso el segundo. En todos destacó la extraordinaria resistencia al cambio en sus ministros y colaboradores, y acabaron pagando los errores de todos ellos. Hay muchas lecciones que extraer de todo, pero todavía no se ha aprendido ninguna.
Todos prefieren ser derrotados, antes que irse por propia voluntad. Todo eso se eliminaría con la limitación temporal de los mandatos. Así, cada mandatario quedaría enfrentado únicamente a sus obras. Uno comete sus errores, pero no los de los demás.

2013. Odisea en la Feria de Melilla



La Feria sin rumbo

Cada uno cuenta la feria según le va en ella, y esto absolutamente cierto e irrebatible. Hace una semana que ha concluido la «encajonada» Feria de Melilla, condenada a desaparecer de ese lugar en un plazo máximo de 5 años. La Feria está constreñida en la explanada de San Lorenzo, sin posibilidad de crecer y con un limitadísimo uso del espacio disponible. Hay muchas solicitudes para la instalación de casetas que no son atendidas, bien como acto de represalia política o porque simplemente no hay espacio disponible. Las atracciones son muy limitadas, y muchas de ellas se encuentran ubicadas en un solar, que como máximo en tres años ya estará edificado. Este año se ha visto más gente que en años anteriores, dado el aumento de población de la ciudad, y en determinados momentos se veía demasiado apelotonamiento en los paseos centrales, y muy poco sitio en donde meterse. Las aglomeraciones provocan altercados y mucha incomodidad.
Había que sacar la Feria de la ciudad del Parque Hernández y se hizo, en el año 2006, pero esta ubicación es provisional. Apenas aguantan el tránsito de la gente y no hay servicios adecuados para la comodidad de todos. A partir de la mitad de la semana de Feria los charcos y los malos olores se adueñan del recinto. Nadie ha explicado la ausencia del «Cafetín El Rubio», que ha faltado al recinto ferial después de muchas décadas. Han sobrado puestos del «mercadillo», y siguen siendo una incomodidad los puestos de hamburguesas en los que no se sirve «cerveza».

El carácter desaparecido de La Feria
El cartel oficial de Feria ya no recoge denominación alguna. Ya no somos Feria del Mar, ni Patronales, ni tradicional, ni familiar. La mezcla de estrippers, boys ( la cultura del porno), acompañadas de fiestas alcohólicas y de botellón, no cuadran con el ambiente familiar. La «feria de día» ha llegado a mezclarse con la de la noche y el estruendo de alguna caseta llegaba a aturdir e impedir el desarrollo normal de las contiguas. Son muchas más las cosas que faltan en esta Feria, que las que ofrece, y eso comparando solamente con otras de ciudades similares. Los jóvenes necesitan su sitio y su lugar, pero también un ejemplo y un modelo. Si lo que se ofrece es alcohol y porno, el camino puede ser el más fácil pero no el más recomendable.

¿Feria segura o insegura?
La ferias, en muchos lugares empiezan a significar la entrega de las ciudades, durante una semana, a los desmanes y la suciedad. En Pamplona, pese a los silencios de los medios de comunicación, los acosos sexuales a mujeres han colocado la ciudad a la altura de la Edad de Piedra. Es el retorno al Pitecántropo. Al final todo se desordena (la entropía siempre aumenta), y hay que imponer medidas drásticas para volver a colocar todo en su sitio, como la tomatina de Buñol. No somos los únicos que nos estamos hundiendo. Los modelos de referencia se pierden. Las fiestas son algo de todos, y deberían colaborar todos los grupos políticos y entidades ciudadanos en su diseño. Ha habido demasiada gente deambulante y merodeando por las inmediaciones de la Feria y demasiadas peleas e incidentes provocados por el exceso de alcohol y hormonas polisaturadas.

Nota: Es digno de ser mencionado el empeño y ganas que le pone, desde hace de dos años, el bailarín de la atracción infantil del Tren Mágico. Hay cosas que no pasan desapercibidas.

En busca del fantasma de La Ópera


Melilla, entre La Flauta Mágica y Don Giovanni

La Ópera es una obra musical con acción dramática, escrita para ser cantada y representada con acompañamiento de música.. En la ópera hay de todo, tenores, barítonos,sopranos, mezzosopranos,y sobre todo, una orquesta. ¿Por dónde se descabala una ópera?. A veces el fallo está en el acompañamiento musical, o sea, que la música no está a la altura del «libreto». Ocurre que también alguien puede desafinar, desentonar o dar la nota, pero fundamentalmente, y lo importante es que alguien cante, o dé el cante. ¿Qué busca la Guardia Civil en Melilla en su peregrinaje de consejería a otra?. No lo sabemos, pero lo más probable es que busque a alguien que «cante». Vamos a decirlo más claro. El teatro de La Ópera de Melilla está representando el mismo argumento desde hace 14 años, ya todos sabemos la partitura, la cansina música, y el argumento completo. Todo es una salmodia a la que ya nadie hace caso. Se estaría buscando a alguien que se salga de la partitura por cansancio, o simplemente, a algún personaje que se haya salido por su propia cuenta del argumento musical, que invariablemente se repite desde el año 2000.
El Instituto Armado es de lo poco fiable que queda en este país, y como te caiga encima, ya es imposible sacudírselo de los hombros en modo alguno. Suelen llegar hasta el final, sin contemplación alguna, ya sea Agamenón o su porquero.
El desfile de furgones de La Guardia Civil de una consejería a otra ha sido y será la comidilla de toda la ciudad en los próximos días. Todo el mundo quería saber a quién se llevaban, pero que se sepa, solo han recogido documentación. Han hecho las cosas muy bien, como debe ser, con la presencia de la jueza titular y sin advertir a nadie. Es la única manera de encontrar lo que se busca y de hallar también aquello que no se estaba buscando. En estas situaciones, los cuerpos especiales de la Guardia Civil no hacen preguntas, solo informan de lo que van a hacer, recogen la documentación y se van sin decir nada más.
El melillense es muy escéptico, porque ya ha visto decenas de estas operaciones espectaculares, no es la primera vez que entran en una consejería, o incluso detienen a un consejero, y luego todo queda en agua de borrajas. A lo mejor el título que nos viene bien es el del «Enfermo imaginario». La solución en los próximos días.