- Puente de Mezquita
- Rotonda
- Salida Polígono industrial
- Huertas y Barranco del Lobo
- Línea del ocaso
Un puente sirve para comunicar o pasar cosas de un lugar a otro. En Melilla sorprende la cantidad de dinero que el Ministerio de Fomento destina a la ciudad bajo el epígrafe de carreteras, sin que tengamos espacios para las mismas. Este puente, por encima del arroyo de Mezquita, conecta la nada con el caos, o sea, la carretera de circunvalación o perimetral, con el caótico polígono industrial. Por tener tiene de todo; su imprescindible rotonda, las bandas reductoras de velocidad de tipo «lomo de asno», señalización vial y bonitas vistas al otrora temido «Barranco del Lobo». Lo que no tiene es circulación, pero probablemente ese no era el objetivo del puente. Estas obras dejan mucho dinero en manos del contratista y solo crean un escaso empleo en un periodo de tiempo corto.
No tiene circulación, o muy escaso porque no comunica nada. Nadie va a venir hasta este lugar para ir hacia la carretera de Hardú o barrio chino. Girar hacia la frontera de Beni Enzar es meterse en una ratonera, y si se utiliza para acceder hacia el polígono industrial sin industrias, supone salir del trueno para dar con el relámpago. Ademas nos hemos fijado en que la salida hacia el Paseo de Las Rosas, ni siquiera tiene carril señalizado. Salir del puente por esta salida, es adentrarse en el caos más absoluto. Un futuro centro comercial en este zona, debería resolver antes muchos problemas de acceso y circulación para el tráfico.
Este en un puente sobre la nada, de momento.
Nota: https://elalminardemelilla.com/2014/07/16/el-puente-magno-de-mezquita/