La Consejería de Bienestar Social se queja de que no puede atender a todos los menores que vienen de Marruecos. La Consejería se queja de que no puede atender de modo permanente a los afectados por el gran terremoto del día 25 de enero. La Consejería se queja de todos los problemas que ella misma debería resolver y afrontar. Solo hay un albergue ínfimo para personas sin hogar, pero tenemos tres pabellones deportivos y la posibilidad de ascender de la LEB Oro a la ACB (primera división del balencesto español). El gasto, reforma del pabellón de deportes y la fianza deportiva, más el desembolso necesario para afrontar un año en la máxima competición baloncestística del país, superaría a muchas partidas sociales, sin embargo lo primero se presenta como un imposible y lo segundo como algo necesario
Algo está pasando cuando lo que es una obligación, la atención a los desfavorecidos de la sociedad, queda por detrás de lo que siendo algo importante, una competición deportiva, se ofrece como una necesidad. Suecia ha renunciado a su candidatura a los Juegos Olimpicos de 2022, porque prefiere hacer viviendas sociales y seguir manteniendo el estado del bienestar.
Melilla sigue gastando un millón de euros tras otro, en los estudios para una ampliación de puerto que nunca se va a llevar a cabo, mientras renuncia a la finalización de la obras de nuevo hospital universitario. La lista de comparaciones y de contradicciones se podría extender más, pero es preferible no saturar al lector/a. La lista de prioridades debe seguir un orden lógico.
Nota: http://ecocosas.com/noticias/suecia-renuncia-a-las-olimpiadas-y-prefiere-invertir-el-dinero-en-viviendas/
Sería interesante conocer cuanto nos hemos gastado desde el 2004 en el proyecto de la ampliación del puerto (estudios, viajes, dietas, publicidad, proyectos….) aunque nunca lo sabremos.
Bastaría con que algún grupo político formulara una pregunta dirigida al Gobierno Autonómico.