Nos hemos alejado de las cúpulas, en donde siempre azota el viento helado, para viajar hacia lo más cercano al suelo en busca de la navidad más popular, la de las familias, la de los vecinos. Este es el monte de La Libertad o de Calvo Sotelo, en donde reside el matrimonio de Sebastían García y Loli Arjonilla, personas muy conocidas en la ciudad, y vinculadas siempre al mundo religioso y de las labores de apoyo a los enfermos de Alzheimer. Sebastián García fue Hermano Mayor del Rocío y del Cautivo (imágenes que sacó del cuarto de los trastos y de las ratas) en 1980, para restaurarlas y refundar la Cofradía del Rocío. Fue destituido hace ya quince años, y la cofradía disuelta, por razones que todavía no se han aclarado, pese a los 15 años transcurridos. La situación hoy, exigiría la intervención de otra cofradía en la ciudad, pero las cosas no son iguales frente al poderoso, que frente al débil.
Para vencer al mundo hay que alejarse de él, decía Ludwig Wittgenstein; para creer en la política hay que alejarse de ella, y a veces, para mantener la fe, hay que alejarse de los pasillos eclesiales. Esta es la opción que eligieron, tras su destitución de la Cofradía del Rocío, este singular y muy conocido matrimonio melillense. Con sus amigos y leales, crearon un espacio propio, fundaron el Coro de Jesús Cautivo y Ntra. Sra. de la Victoria, en los primeros años de la década de 2000, y también erigieron esta pequeña capilla, en donde se celebra la Navidad y Pentecostés, desde hace más de 12 años, en las calles y en compañía de los vecinos del barrio.
En el año 2010, estuvieron a punto de que tanto la capilla, como la imagen de Jesús de Medinaceli fuesen bendecidas, y el lugar fuese declarado apto para el culto y la veneración privada, pero la intervención del entonce Vicario episcopal, frenó el acto de bendición. Se temió, que el indudable carisma del matrimonio, diese lugar a una «iglesia paralela» o una capilla popular. El temor era infundado, porque este matrimonio está muy alejado de seguir el ejemplo de Lutero, o de manifestarse en contra de la Iglesia.
A lo largo de una década, todas las navidades, celebran la navidad en las calles, al margen de subvenciones o de programa oficial alguno. Participan de modo voluntario en todos los eventos a los que se les llama, como por ejemplo en la plaza de Las Culturas, en donde anualmente suelen intervenir con su coro.
Nunca han desafiado a la Iglesia, siempre se han mantenido en silencio, pese a que 15 años después, nadie ha dado a conocer los motivos exactos de la intervención de la cofradía, ni explicaciones sobre si las razones alegadas para ello, eran ciertas o no. Ya quedan pocos ejemplos de celebraciones navideñas en las calles, al margen de la organización oficial y programada.
Hospitalario, me gusta el título que le has dado. NAVIDAD EN EL MONTE DE LA LIBERTAD.
Una precisión. Los que entonces les dieron de lado, después de haber peregrinado a la Iglesia del Pueblo con la imagen del Cautivo, e incluso quisieron prohibirle el uso del nombre de la Virgen de la Victoria, a día de hoy permanecen mudos.
Aquel matrimonio que, con unas manos y unas cabezas que les entregó Sor Josefina, reorganizó la cofradía del Cautivo, y la puso en lo más alto del mundo cofrade local, sufrieron el Calvario de verse sólos y abandonados, como Cristo en el Huerto de los Olivos.
La imagen de Cristo Preso fue bendecida por Monseñor Buxarrais Ventura, benemérito sacerdote y obispo que no se presta al juego de nadie, y que conoce el Evangelio de Xto. y lo aplica en su vida cada día.
Contestada en parte mi pregunta de antes.
Hago también una extensión a la reflexión. No solo es una (además desconocida para mí) acción de la que pueda decirse que «Ya quedan pocos ejemplos de celebraciones navideñas en las calles, al margen de la organización oficial y programada.» Lo es en general. El poco quehacer ciudadano se reduce o a los que están bajo el ala del régimen, creyéndose calentitos con las migajas que puedan caer, o a los muy pocos auténticos en lo que creen y que por ello lo hacen. No conocía este grupo, tengo muy poca afección por la religión, pero desde luego que la próxima vez que sepa que realizan algo, iré a disfrutarlos y apoyarlos. Estos melillenses son rara avis.
Muy acertada tu reflexión, Castor. Por eso mismo he ido a verlos, tras ser invitado, porque merecen al menos que reflejemos aquello que hacen, al margen de cualquier programa o subvención.
La Navidad ya ha llegado a la cabecera del Alminar, es casi el único momento del año en que sustituimos la cabecera del ángel de Canjayar.
https://elalminardemelilla.com/2012/08/10/la-imagen-del-alminar-de-melilla/