Llegó La Cabalgata de 2017, después del funesto año bisiesto del Gran terremoto de Melilla. La climatología dio un respiro y no hizo viento ni frío. La nueva zona peatonalizada permitió una mayor comodidad y amplitud para poder disfrutar de la cabalgata. La gente llenó la avenida y todas las calles adyacentes. El ambiente fue similar al del año 2105, cuando la población melillense abarrotó el centro de la ciudad. El Alminar es ya un registro amplio y podemos comparar.
Llegaron los Reyes Magos con su magia a la avenida, pero sin caramelos, casi sin nada, salvo confeti, para arrojar sobre los niños y niñas allí congregados. Había poca música festiva navideña. La cabalgata «del miedo al camión», estaba bien organizada; por primera vez no hubo coches circulando casi hasta el último momento por las calles adyacentes, ni nada que molestara.
Las condiciones eran perfectas para que la cabalgata resultara muy lucida y sin embargo le faltó espíritu, pese a los siempre meritorios conjuntos de niñas danzantes, las de la Escuela Municipal de Baile de Nuria Nieto, y los grupos de Gimnasia Rítmica a cargo de su profesora Violeta.Hubo otros grupos danzantes y una banda de música vestida de negro, que sirvieron de argamasa a un conjunto de amalgama.
Le faltó algo más de color y de sonido. Algo pasa con las últimas cabalgatas. No se acaba de acertar con un modelo fijo, al que ir desarrollándolo año tras año, apartando lo que no funciona y mejorando lo que resulta vistoso. Se ha pasado del exceso a la casi pobreza.
La magia de los Magos, su ilusión, no es comparable a ninguna otra fiesta. Para los que ahora son padres y madres, para los niños y niñas que en los años venideros serán también lo serán. Es ilusión no está en lo que se ve, sino en lo que se guarda en el interior, y no se pierde nunca. El ambiente de la avenida era extraordinario. Esta es la fiesta que une a las comunidades de la ciudad, y es la que debe cuidarse.
Otra cabalgata sin Gigantes y Cabezudos http://laotramelilla.blogspot.com.es/2016/01/otra-cabalgata-sin-ver-los-gigantes-y.html
Estamos deseando conocer la factura de caramelos, a ver si vuelven a meter sobre el papel que se han comprado toneladas de golosinas para después arrojar migajas.
Llama la atención también cómo los Popis se autocontratan en una actividad municipal de Festejos.
Y en cuanto a los grupos danzantes, se ha podido ver cómo no es necesario sexualizar a menores con determinados movimientos y faldas minicortas, como fue el caso de «las pajes», que llevaban pantalón y no pasa nada. No es por ser pacatos, pero muchas veces me parece que se pasan. También me parece que se vieron menos «controladores» de la Estopiñán, viéndose algún discapacitado entre los contratados. Teniendo en cuenta que hay un montón de policía y de protección civil en la cabalgata, no se me ocurre mejor contratación exclusiva que la de ese colectivo. Lo harían a la perfección.
Y sí, gente de todo pelaje y procedencia. Es cierto que es de la que más unen. Todo lo que pasa alrededor de los chiquillos es, o debería ser, así. Lástima que no tomen nota para otras veces y cosas.