El alcorque del Ayuntamiento


 

             Cuando se anda se debe mirar de vez en cuando al suelo, primero para no pisar nada inconveniente y molesto, segundo para seguir en contacto con la realidad. El suelo es lo que se pisa de modo constante, no hay modo de despegarse de él, y ayuda a evitar caer en la autocomplacencia. El suelo de una ciudad dice mucho de ella y también del tipo de gestión realizada por los ediles municipales. Estos son los alcorques del Ayuntamiento, la verdad es que el suelo de entrada a nuestro, que no el de ellos, Palacio Municipal, está en un estado penoso, totalmente deteriorado. Los alcorques están especialmente degradados, todos, y con esa fea losa que le colocaron para tapar la tierra y que además, están resquebrajadas.

            Esto está a sólo 5 metros de ellos. La verdad es que una gestión así no es admisible. Mañana vamos a reflexionar sobre todo esto, sobre las cosas que hemos visto, no sobre las que hemos leído.

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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