La parábola de Sarajevo


«… en cambio a los de fuera todo se les presenta en parábolas para que «por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados»>>. Marcos 4, 11-12

         Los Guardianes del libro, de Geraldine Brooks.

            » <Vimos como se desmoronaba El Líbano y dijimos: «Pero eso es en Oriente Medio, son gente primitiva». Después vimos arder Dubronik y pensamos: » En Sarajevo somos diferentes». Y así pensamos todos. ¿Cómo va a haber una guerra étnica aquí, en esta ciudad, cuando una de cada dos personas es hija de un matrimonio mixto?. No aquí, no en nuestra preciosa Sarajevo, nuestra ciudad olímpica ideal. Nos creíamos demasiado inteligentes, demasiado cínicos para creer en la guerra. Incluso cuando los francotiradores ya habían matado a más de una docena de chavales, seguíamos sin entenderlo. Tiene que entender que todo sucedió tal y como se lo cuento>».

         Es imposible hablar más claro en los tiempos de la sombra  y de lo oscuro.

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El Cristo de Limpias del barrio del Real


      Leyenda y desaparición del Cristo de Limpias del Real                      Enrique Delgado

              La historia del llamado Cristo de la agonía se origina en Cádiz en 1700, talla en madera que se veneraba en la Iglesia de los padres Franciscanos. En aquellos años las inundaciones y los terremotos asolaban la ciudad y tras en derrumbe de la iglesia, la imagen (a tamaño natural), pasa a la capilla privada de Diego de La Piedra, caballero cántabro de la orden de Santiago. Ya por entonces la talla del Cristo de la agonía se asociaba a prodigios y milagros, como el de detener las aguas tras un maremoto.

             En 1755 al fallecer Diego de La Piedra y ordenó en su testamento que el Cristo fuera llevado a su ciudad natal de  Limpias en Cantabria, costeando también la restauración de la Iglesia de San Pedro y la realización de su Altar Mayor, al que se añadirán las imágenes de La Virgen María y la del evangelista San Juan. Gracias al poder transformador del dinero, la desvencijada iglesia se convertirá en el Santuario del Santísimo Cristo de la agonía de Limpias. Por contra, en Cadiz, son muy venerada la advocación de: «La agonía de Cristo».

              Al igual que con muchas obras artísticas de gran realismo, tanto sagradas como profanas, y dado lo forzado de la postura de la cabeza, los ojos del Cristo de Limpias parecen seguirte con la mirada y según desde donde se fotografíe el busto, la expresión del rostro parece cambiar. El caso es que a partir de 1919, tras la finalización del la I Guerra Mundial empiezan a sucederse la fama de los prodigios del Cristo y Limpias se convierte en un lugar de peregrinación Mundial y la fama y las reproducciones del busto llegan a todas partes, incluida Melilla.

                  El origen del culto

                    La posible introductora del culto al Cristo de Limpias en Melilla fue Emilia Magdalena Estévez, fallecida en 1934, quien regentaba junto a su marido unas bodegas en el barrio del Industrial al que acudían gran cantidad de gentes del mar, aunque otras fuentes apuntan hacia la tumba de “la pintora italiana” del cementerio de Melilla, como el más seguro origen de esta peculiar devoción, que falleció también en la década de 1930.

         En el mostrador de la tienda de comestibles del barrio de pescadores del Industrial, siempreestaba a la vista el busto del afamado Cristo y esto explicará que en 1921, un barco de la flota pesquera melillense se bautizase en 1921, con el nombre de Cristo de Limpias.

        Al morir la dueña, las gentes que la conocían llevaron el busto a su tumba del cementerio y allí se originó el culto al Cristo de Limpias en nuestra ciudad. Todos los viernes decenas de hombres y mujeres de Melilla, recorrían el trayecto entre sus casas y el cementerio para rendir culto al busto cristífero, que se encontraba dentro de una hornacina de madera y cristal y que otros refieren como metálica. Lo curioso es que pese a la importancia de la peregrinación y el gran número de personas que participaba en ella, no tuviese el más mínimo reflejo en la prensa, salvo una pequeña columna rimada publicada en 1927, cuando “el busto” estaba todavía en la tienda y no en el cementerio.

         La situación dio un importante vuelco cuando la familia de la dueña de la tienda, viendo la importancia que había cobrado este culto, decidieron a finales de la década de 1940, trasladar/donar el busto a la Iglesia de San Agustín del Real, que era la parroquia a la que le correspondía el barrio del Industrial. El maná del Cristo de Limpias, traducido en decenas de limosnas y dádivas permitió financiar proyectos asistenciales, como el comedor o la guardería y la adquisición de numerosos inmuebles por parte de la parroquia de San Agustín, como el que hoy sirve de Casa-Residencia a los Padres Paúles en la calle del Gral. Villalba. Como ejemplo sirva decir que en 1954 el Cristo de Limpias recaudó 54000 Ptas. de la época, en donaciones sólo procedentes del cepillo y las lámparas.

            Todos los viernes, hileras de peregrinos atravesaban, algunos descalzos, la ciudad para dirigirse a la iglesia del Barrio del Real y así se mantuvo durante 3 décadas. El asunto debía ser tan importante que ya lo recoge el cronista religioso Moya Casals en su obra Melilla piadosa y tradicional, publicada en los años 50.

             Cuando estas cosas empiezan a quedar fuera de control, la Iglesia del Real se llenaba los viernes de centenas de velas encendidas y se ocasionaba  tal tumulto que no se podía dar misa, la Santa Madre Iglesia suele actuar con contundencia y así, de un solo golpe se decidió acabar con el culto al busto de limpias, escondiéndolo, y haciéndolo desaparecer para siempre entre finales de 1988 o principios de 1989, con la excusa de las obras de remoción de la iglesia de San Agustín.

         La fecha la sabemos gracias a Josefina Gasulla, quien junto con otras mujeres inició una recogida de firmas para solicitar el restablecimiento del culto al Cristo de Limpias, pero sólo obtuvieron la seca respuesta del entonces Obispo de Málaga Don Ramón Buxarrais, fechada el 10 de abril de 1989, en la que les informaba que el busto había sido retirado por decisión del párroco Jesús Hurtado y que él no podía hacer nada.

                 ¿Qué ocurrió con el busto del Cristo de Limpias?.

        Nada hay claro y cada cual tiene su pequeña porción de los hechos. En un principio parece ser que el padre Paul Jesús Hurtado lo retiró a sus aposentos mientras ideaba una solución definitiva, pero después todo es confusión.

              Por un lado se afirma que siguió un culto itinerante por el barrio del Real y en algunos próximos, como El Monte y El Tesorillo. También se afirma que al final quedó fijado en alguna casa El rastreo minucioso de iglesias y tumbas del cementerio tampoco ha dado resultado, aunque he hallado muchas reproducciones en casas, en parroquias, en el cementerio. Por el rastro y el eco que ha dejado, está claro que sí fue una devoción extraordinariamente popular en Melilla.