La defensa de La Democracia


   Populares en Libertad en el PEC

              La perversión   y la conculcación de La Democracia ha llegado hasta tal punto en Melilla, que sólo se considera legítimo que el PP de Imbroda luche por mantener o ampliar su poder y se tilde de espúreo que el resto de los partidos luchen por ofrecer un espacio distinto a los ciudadanos, por defender simplemente las ideas que han defendido desde su fundación como tales, casos del PSOE o de CPM, o por presentar otros de nuevo cuño como el PPL.

                      La  perversión del sistema es tanta que además hay que explicar el porqué se quiere presentarse a las elecciones y  porqué se presenta tal o cual candidato, como si el PP hubiese preguntado a los ciudadanos previamente qué candidato  o qué composición de  su listadeseaban. Se juzga de modo inmisericorde a los 25 compententes de las listas adversarias, pero no se «pasa el algodón sobre la propia», como si de un modo natural y por designio  divino el Poder fuese una herencia del PP de Imbroda y sus 25 canditados fuesen «designados a su vez por Divina Providencia». No hay nada que discutir sobre lo propio, pero sólo hay reparos a los demás.

                      El PPL de Ignacio Velázquez y de Julio Liarte

               Nada hay tan alejado de mis ideas y convicciones políticas como las de Ignacio Velázquez y a la inversa sucede lo mismo, sin embargo, me ha sorprendido y conmocionado el trato que se le ha dispensado tras su vuelta a Melilla, para presentar una alternativa distinta a Imbroda, pero dentro del mismo marco político. Sobre él se han vertido descalificaciones que sólo producen bochorno y sonrojo, se han juzgado hasta sus intenciones, se le ha perseguido de modo implacable y se le ha hecho objeto de censura pura y dura, como la de esta imagen junto al melillense Fernando Arrabal el pasado 25 de enero  , y  que no fue publicada en lugar alguno de Melilla. Algunas cosas que están sucediendo pasarán factura y no sé si con posterioridad el día 23 de mayo se podrá reparar el daño causado.

           Los componentes  del PPL son tan populares como los otros, tanto en ideas políticas como en el grado de conocimiento popular del que disfrutan. Todos podrían haberse quedado en sus casas, desempeñando su actividad profesional y esa hubiese sido la opción más fácil, pero decidieron hacer uso de La Democracia y presentarse como partido político a las elecciones. Decidieron comprometer su imagen pública y dedicar parte de su vida personal al sano y defendible derecho de «ser libres» y de participar en Democracia ( el mejor sistema posible).

            Sólo por el hecho de haber adquirido ese compromiso y el de ofrecer un rayo de esperanza al inmovilismo del bloque gris merecen la  gratitud y el reconocimiento. Tanto, por supuesto,  como los integrantes del PSOE y de CPM por desafiar de nuevo  al «Poder hegemónico» y volver a presentar sus alternativas a los ciudadanos, pese a que se les ha intentado sacar de las elecciones por todos los medios psosibles,  judiciales incluidos.

             Por lo demás la suerte ya está echada. Ahora que cada cual escoja a los suyos.

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