Entonces una encuesta de un diário local anticipba el desastre, pero no en las proporciones en las que habría de desencadenarse. El PP de Velézquez ni siquiera fue el partido mas votado. Quedó el 3º tras el GIl y CpM, a la que siempre las encuestas vaticinan dos o tres diputados y siempre saca como mínimo 5. Aquél año, el de 1999, Mustafa Aberchán por una nuevo capricho del destino se convirtió en el primer imazighen que volvía a la Alcaldía de Melilla, tras la expulsión del último alcalde rifeño en 1497, tras la llegada de los españoles a Melilla.
Si no llega a ser por el funesto e infasuto GIL, la Presidencia de Aberchán fue una de las más dialogantes y equilibradas que se recuerdan. Hay una foto que reproduzco de nuevo, y en la que se ve a Aberchan recibiendo a Imbroda en el despacho de Presidencia.
Se ha repetido todo en este año extraño de 2011. Los mismos actores, casi las mismas circunstancias, el mismo regresado Aomar Duddú, el mismo PSDM, las mismas acusaciones hacia Coalición por Melilla. Quizá se repita todo y el cáliz amargo que Imbroda y todos los demás hicieron beber a Velázquez, ahora todos se lo hagan beber a él. Y no lo digo por ningún ánimo inamistoso hacia Imbroda, porque nadie merece mal alguno, porque nadie hay entereamente malo y nadie es completamente bueno.
Todos tienen la obligación de recomponer las relaciones personales, todos tienen la obligación de gobernar para el pueblo de Melilla, porque el Poder se ejerce por delegación de los votos populares. Se gobierna para todos y no «solo para tu gente», porque esa gente somos todos y a partir de ahora la vigilancia será una exigencia y toda arbitrariedad deberá ser desterrada.
¡ Inshallah !. ¡ La voluntad de Dios !