La Legión y una historia republicana


 

    Fermín Galán y Aniceto Carvajal, republicanos y Laureados de La Legión

         ¿Se puede escribir algo distinto sobre La Legión?, por supuesto, siempre se puede escribir algo nuevo, pero hay que mirar donde otros han mirado y ver lo que otros no han visto. La Legión es lo que es y nunca dejará de serlo, pero eso no quiere decir que se exalte siempre a Franco, Astray o Valenzuela.  Hay otros ejemplos y otros nombres de oficiales de La legión, como los proto mártires republicanos Fermín Galán y García Hernández, y el también Laureado Aniceto Carvajal.  El primero tuvo dedicada la calle que hoy lleva el nombre de avenida de La Democracia.

                    Los otros Laureados y un coronel de La Legión

         Esta anécdota que voy a contar, es absolutamente cierta, y viene a cuento, porque en el desfile de Día de las Fuerzas Armadas, el speaker de Comandancia, al narrar lo méritos y hazañas de La Legión dijo: «Asturias, 1934, en ayuda de La República» . Es verdad, es un hecho histórico que un Gobierno republicano llamó a los legionarios de Yagüe, para sofocar, reprimir o acabar con la revuelta de los mineros revolucionarios, provocada por sus infernales condiciones de trabajo.  Es verdad también, que La Legión se empleó con  su dureza africana y legendaria en reprimir esa revuelta, eso sí, con mandato gubernativo. Ambas cosas son ciertas y no se puede citar lo uno, sin que venga detrás la segunda parte, la que no se quiere recordar.

        En la década de 1990, ya asentada La Democracia en España, llegó a Melilla un nuevo Coronel del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión, Francisco José Sánchez Barbero. Al serle presentada las dependencias del acuartelamiento, se le mostraron también el Museo y la sala de honores. El oficial encargado le dijo al nuevo coronel: estos son los retratos de los laureados de La Legión, a lo que el nuevo Jefe del Tercio replicó: ¿dónde están los dos que faltan?. La perplejidad del oficial fue absoluta, y el Coronel siguió ahondando en la vieja herida y añadió: si los laureados de La Legión son x, aquí hay dos menos, los quiero aquí antes de que acabe el día.  

            El nuevo Coronel sabía perfectamente que los que faltaban eran Fermín Galán, sublevado de Jaca en 1930 y Aniceto Carvajal*. Registraron todo el acuartelamiento del Tercio, recurrieron a todos los coleccionistas de fotos de Melilla, en busca de los retratos de los dos laureados, entonces no existía el recurso de internet, y dicen que al final encontraron sus retratos, en una caja, dentro de un armario. No los habían tirado, porque los legionarios no hacen eso con ninguno de los suyos, aunque los consideren errados.

           Cuento esto, porque es una anécdota que no merece perderse. Cuento todo esto, porque La Legión de 2013, ya no es la de 1936. Este año se ha editado una novela del laureado legionario Fermín Galán, sobre sus experiencias como teniente legionario en el Rif, la más brutal de las guerras en las que haya intervenido España. Ha pasado desapercibida, la novela, y no debería ser así. Mucho solo conocen de La Legión sus intervenciones en misiones humanitarias, y su inigualable desfile en Málaga, junto al Cristo de La Buena Muerte, y es bueno que sea así.  El Tercio es la suma de todo.

           Nota: corrección de la historia, aportada por Corona 71

         

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