Toros en Melilla


El oscuro final de Miraclaro

¿Qué legislación se cumple en Melilla: la Taurina del Ministerio de Interior o la de Sanidad?, mejor dicho, ¿se cumple alguna Ley en Melilla, en el mismo modo en que se hace en cualquier otra ciudad de Españaº?. No soy taurino, no he ido jamás a una corrida de toros y tampoco pienso ir, pero tampoco me encuentro entre los antitaurinos. Todo esto viene a cuento por el oscuro final de un toro indultado en la plaza de Melilla el pasado 4 de septiembre, de la ganadería de Manolo González Encaste Nuñez, de Aracena, de nombre Miraclaro y que pese a recibir el indulto y ser salvado de la muerte en plaza, fue ajusticiado en la oscuridad de los toriles.
Es un incumplimiento clamoroso del Reglamento Taurino, legalizado por el Ministerio de Interior, y que pese a la magnitud del suceso, no ha tenido respuesta ni eco en los medios de comunicación. Ningún taurino se ha sentido en la obligación de explicar el hecho a la afición taurina, ni siquiera por parte del presidente de La Plaza, el diputado Antonio Gutierrez. Entendemos eso de que un animal de pezuña que ha entrado en Melilla, ya no puede volver a Europa en ningún caso, en el inexorable principio formulado por Manuel Céspedes en su etapa de Delegado del Gobierno: «en Melilla se entra, pero no se sale». Claro que el afamado delegado gubernativo socialista se refería a «vivo», y a una situación administrativa. Nadie imaginó nunca que eso pudiera llegar a producirse, pero en una situación definitiva y sin rectificación posible, como es la muerte. ¿No pudo buscarse una solución para el animal en Melilla?. El toro Mircaclaro se había ganado el derecho a vivir en la plaza, tal y como recoge el tríptico editado por la Comisión de Festejos. El pañuelo naranja exhibido por el Presidente de la Plaza equivale a «indulto», no a ejecución oscuro en el callejón de toriles. Incluso se le podía haber buscado una solución en vital en Marruecos. Cualquier cosa antes de mostrar al mundo que «indulto» en Melilla equivale a ser disecado.
Hace solo un año falleció una gran melillense y una gran antitaurina, Mª Orlinda Montiel, que me regaló un libro titulado «Los cuernos del diablo», que son una recopilación de artículos contra la fiesta de los toros, escritos por un periodista que murió en un extraño accidente de tráfico. Mª Orlinda y su asociación Protectora de Animales hubiese escrito su artículo de rigor contra la tarde de toros en Melilla, este año no lo ha hecho nadie; y también hubiese organizado un formidable escándalo contra la ejecución de un «toro indultado».
Si existe un reglamento debe cumplirse. Las fotos de la plaza son cedidas por Uno de Melilla.

13 comentarios en “Toros en Melilla

  1. En el Parque Forestal hay una vaca, lo podían haber llevado allí, y también hay una bella pradera. También hay una unidad para el cuidado de animales. Todo antes que matarlo. Es bochornoso, lamentable y luego dicen que «estas cosas crean afición». Que nadie se fie de un indulto en Melilla.

  2. Nunca me he sentido atraída por el arte del toreo. No he pisado una plaza de toros, salvo para contemplarla como edificio antiguo, en el caso de la de Ronda, y por supuesto no he presenciado una corrida de toros. Hoy día no me encuentro capacitada para ello. Sufro con el sufrir ajeno, debe ser por el derramamiento de sangre, y nunca entendí como el público contempla pasivo el espectáculo. Lo que no quita que algún día por curiosidad acuda al coso, pero lo dudo. Para algunos no cabe la comparación, pero lo que ocurría en El Coliseo romano es algo parecido a esto. El espectador quiere riesgo, y exige al torero que ponga su vida en juego, si no la corrida no habrá sido buena. Si esto es así con la persona, imagínate con el animal.
    Yo pienso que lo del toro de Melilla, será porque haya demanda de la carne del animal para después venderla. Hay quien le gusta.

  3. 5 toros de lidia proporcionan unos mil kilos de carne a las carnicerías, para quien les gusta este tipo de carne. Esa no es la razón. El toro Más Claro estaba indultado, y el Reglamento Taurino especifica lo que debe hacerse en un caso así. Lo ocurrido es escandaloso, y alguien autorizado debe explicarlo.

    • He asistido a dos otros corridas de toros en mi vida: un horror y un aburrimiento.
      «El arte de matar» solo sobrevive gracias a las subvenciiones que no le niega el mismo ministro que recorta en becas.

  4. No estoy en contra de los toros. Me gusta tener un profundo respeto por todos los animales. Y exijo que todos los demás también lo tengan. Yo voto por declararlas bien de interés cultural. Ahhhh me encanta la caza……..aunque haya dejado de practicarla. Me sorprendes Cruz de Malta, una andaluza que no le gusta sus festejos taurinos. Me cuesta creerlo.

    • Pues creelo Manuel. No me gustan los festejos taurinos. No sé si deberían gustarme por mi condición de andaluza, como dices, pero la cosa es que no me atraen en absoluto, aunque respeto profundamente a todos aquellos que son taurinos. Tal vez, porque no he vivido la afición en la familia, o porque como escribí ayer, temo el derramamiento de sangre.
      Me tocaron hace unos años dos entradas para los toros en Málaga, en plena feria, con un cartel de lujo, y las regalé. No fui capaz de asomarme a la plaza. Aunque he de reconocer que cuando leo alguna entrevista de José Tomás diciendo que está dispuesto a morir en la plaza, y que «vivir sin torear no es vivir», me impacta. Esa es la parte que me gusta, la pasión con la que algunos son capaces de llevar acabo su vida.
      Yo respeto todo, pero de forma voluntaria no voy a presenciar el sufrimiento ajeno (humano o animal).

  5. Luego está la otra versión , los que rechazan los toros porque relacionan éstos con el «españolismo». Cuando, la tauromaquia es antigua tanto como el ser humano. Desde el Paleolítico forma parte de la fauna en la Peninsula Ibérica. El toro era cazado y sus recursos usados como abrigo y alimento. En la evolución antropológica natural, el hombre consiguió domesticar animales con éxito, excepto al toro. Al no poder hacerlo, lo convirtieron en animal de rito. Esto lo hemos podido ver en las pinturas rupestres y en los restos hallados en excavaciones.
    También la historia nos trajo al toro. Lo primero que te dicen en el Coliseo, es que fue Julio Cesar quien introdujo en Roma los toros de Hispania para los espectáculos violentos de lucha entre hombre y animal «Las Venerationes». Durante la Edad Média, con motivo de celebraciones, bodas y coronaciones de reyes se organizaban corridas de toros….y así durante siglos. Curiosamente la ciudad taurina por excelencia en España durante el XIX y XX, Barcelona, ha sido la primera en solicitar el fin de las corridas de toros.
    Bueno este tema es complicado. Yo de lo que estoy en contra es de la violencia, sea del tipo que sea. Pero cada uno este tema lo percibe de modo distinto. Hay que respetar criterios.

  6. Entiendo Cruz de Malta, pero los toros son sacrificados con una edad avanzada, vive más años en libertad, bien alimentados y bien cuidados. También tenemos el caso de Canadá cuando emprende la mayor matanza de crías de focas, mueren con 12 días a 12 meses de edad cuando aún no han tomado su primer baño. creo que, hay que enfatizar más la denuncia en estos casos. Los seres humanos somos animales, y es nuestra parte primitiva no la racional la que disfruta de ello, pero creo que el ser humano no es el único animal que disfruta del dolor, hay otros animales como los simios que antes de matar a su víctima disfrutan provocando dolor, incluso carnívoros que devoran a su presa aún con vida. Con esto no quiero justificar nada, pero creo que es una realidad que forma parte de nuestra naturaleza. Entre prohibirlas o declararlas bien de interés cultural, yo voto por declararlas bien de interés cultural.

    • Esas «óptimas» condiciones en las que viven los toros hasta que llegan a la arena permíteme que exprese un par de ideas (y es sólo una opinión personal). El hecho de que los toros vivan en semi libertad, con buena alimentación y cuidados no justifica de ninguna manera el final tan trágico y agónico que tienen. No es tan idílica su vida cuando por una parte a los animales destinados a ser lidiados no se les deja aparearse en las dehesas, algo que va en contra de lo que su etología les pide, y que por otra parte son sometidos a tientas para comprobar sus características y decidir su destino. Esas tientas causan sufrimiento en el animal. Y déjame que añada que todos los mimos y cuidados que quieras imaginar, no justifican que después al toro se le someta a ese terrible tormento.

      En cuanto a que hay animales que disfrutan provocando dolor a sus víctimas, podemos sumarle el hecho de que otros «violan» hembras o matan a sus crías. ¿Por qué hay ejemplos que pueden servir para buscar coartadas a nuestra conducta y sin embargo otros nos parecen impensables y constitutivos de delitos espantosos? Tú lo has dicho: tenemos una parte racional que nos diferencia de ellos pero no puede ser para mal. Estamos obligados en función de nuestra especial capacidad de razonar, a pensar en las consecuencias que nuestros actos tienen para terceros y en todo caso, emplear esa ventaja cognitiva para conservar y respetar, nunca para torturar y destruir. El sacrificio de los animales debe de cubrir las necesidades alimentarias de la gente, y no hacer una fiesta donde se demuestre la “fortaleza” y brutalidad del hombre ante la bestia.

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