Sol de poniente


Puesta de Sol en Sidi Ouariach

Cada instante es único. Nada se repite. Es importante estar en el lugar escogido, en el momento preciso. Unos momentos antes hay demasiada luz, y unos pocos minutos después ya no se ve el Sol, y queda solo la luz del ocaso. Perseguir al Sol cuando inicia su caída es difícil, porque lo hace rápido El ideal romántico escogió la puesta de Sol como su fuente de inspiración. Lo habitual es buscar el emplazamiento adecuado y esperar allí a que se produzca el ocaso, sin embargo, la espera puede resultar baldía, pues puede haber nubes, o brumas, o cualquier otra cosa que altere el plan.  Prever algo y que luego eso suceda, es esperar que se unan dos circunstancias, de las cuales una no depende de nosotros.

Cada cual tienes sus lugares mágicos. El cerro de Sidi Ouariach es uno de esos lugares, mucho antes de que nadie apareciera por estas tierras. Es un lugar habitado desde época Neolítica.  Se trata pues de buscar el lugar, sintonizar con él y esperar la oportunidad, que sólo se presentará una vez. Un día hay nubes, otro no es adecuada la luz, algunas veces se llega tarde, otras demasiado pronto.  Sin embargo, un día todo se aclara y se presenta la coincidencia y todas las puertas se abren.  Todo nos deja paso, incluso de modo mágico.  A veces sucede también que la ocasión se presenta en un lugar inesperado y en un momento no buscado, como hace dos años, en el Parque Forestal. Fue una de las imágenes más bellas que haya plasmado de una puesta de Sol. Había más luz, todo era diferente.

En esta fotografía, el Sol está captado apenas unos instantes antes de su caída, por detrás de los cerros de Farhana, desde la loma de Sidi Ouariach. Incluso el Sol se pone, reza un dicho árabe. Eso es lo único que queremos decir.

 

 Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/10/05/puesta-de-sol-en-la-granja-agricola/

 

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