- Olivos en Villa Pilar
- Olivos, huerta Belmonte
- Olivos, Ctra. Sidi Ouariach
- Olivos, Ctra. Hardú
- Olivos
En Melilla hay olivos, olea europaea, y su variante silvestre, el acebuche. El olivo es un árbol idóneo para zonas cálidos, que crecen sobre terrenos secos y pobres. Su presencia se extiende desde la ribera mediterránea hasta el interior. Ambos pertenecen a la familia de las «oleáceas». Ver en nuestra ciudad, en las zonas exteriores, imágenes que recuerdan a los campos de Jaén o Córdoba no deja de ser sorprendente. La alineación de los árboles indica una plantación ordenada, aunque ya muy antigua. En el año 2003 se publicó una guía sobre La Flora Silvestre de Melilla, de los profesores Cabo Hernández, González García y García Peña. Hacer un guía, sobre cualquier tema, tiene sus riesgos en nuestra ciudad, porque pasada apenas una década gran parte de las cosas ya no existen o han sido transformadas de modo irreconocible.
La situación de Melilla era en 2003, según estos tres profesores, de irreversibilidad ecológica, es más, su trabajo se conecta con un estudio anterior denominado «Catálogo de La Flora del Rif Oriental», llevado a cabo en la década de 1930 por dos Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle), , constatando que parte de la flora catalogada por los Hermanos Sennen y Mauricio ya había desaparecido en nuestro territorio. La situación, un década después, es que parte de la flora catalogada en el estudio mencionado, tampoco existe ya en la ciudad y su entorno. El avance imparable del cemento y de la construcción, acaba de modo irremisible con el entorno natural de Melilla.
El olivo solo necesita agua o riego, para que el fruto crezca y se desarrolle. Esto ya no es el caso de toda la zona comprendida entre el Barrio Chino y la Carretera de Farhana, antiguas zonas de huertas y cultivos. Las plantaciones existentes, aunque alineadas, muestran claramente la sequedad en sus ramas y hojas. Los olivos se extiendes a ambos lados de la carretera de circunvalación, en dirección al Centro de Inmigrantes, CETI, en lo que era la antigua carretera de Sidi Ouariach, y por las inmediaciones del fuerte de La Purísima Concepción.
En la zona hay una huerta familiar en la que mantienen el riego y cuidado de los olivos, obteniendo de ellos casi mil litros de aceite por temporada. Hace un mes se dio a conocer un proyecto empresarial en Melilla, en el que se daba a conocer la instalación de una pequeña almazara en la ciudad, que produciría una inicialmente pequeña cantidad de aceite. La noticia me hizo pensar en los olvidados campos de olivos de Melilla. Todas estas cosas son las que hay en el confín de la ciudad.