- Dragón lanzafuego
- Fran Diabolo y Simi Chocrón
- Delegado del Gobierno e inmgrantes
- Público melillense y danzantes
- Mirar de otro modo
Autoridades melillenses en las calles junto al dragón lanzafuego
El reducido espacio de Melilla permite ver imágenes y mezclas difíciles de ver en otros lugares. En la tardes de domingo no hay nada ni nadie en las calles. Sin embargo, la tarde de ayer era la del último domingo ante electoral y la Consejería de Cultura decidió entretenernos con un fin de semana de teatro en la calle. Todo el espectáculo estaba dirigido a los niños y niñas, pero los padres y madres tienen que acompañarles. Las autoridades melillenses pueden ser vistas en muchos lugares, porque la ciudad es pequeña, pero no a todas, pues hay algunos que desaparecen los fines de semana. Hay autoridades cercanas, que se dejan ver en lugares públicos, y otras a las que no se las ve nunca. Se nota mucho cuando la presencia es forzada y cuando es natural, como la de cualquier otro ciudadano/a. La etapa de cargo público acaba pasando, aunque parezcan imposible, dada la extraordinaria «longevidad política» de algunos. Es algo para lo que hay que estar preparado cada día. Todos los días podemos ver paseando por nuestras calles a quienes hace no mucho lo fueron casi todo, y hoy vuelven a ser quienes eran en un principio.
Ayer domingo había vida en el centro de la ciudad, en el Parque Hernández. La Consejera de Cultura Simi Chocrón aguantó impasible todo el espectáculo, que se prolongo durante dos horas. La realidad es que en la tarde del domingo ya no debía haber espectáculo alguno, pero la lluvia vespertina del sábado alteró los planes y la actuación de los magos, comedores de fuego, la mujer burbuja, los equlibristas, la payasa, Fran Diabolo y la cabalgata del dragón lanzafuego se pospuso para el domingo.
Allí nos encontrábamos todos, en el crisol de culturas del Parque Hernández, las autoridades públicas, los melillenses de a pie, las niñas y niños de Melilla, los inmigrantes centroafricanos, y los encargados de entretenernos. En un instante mágico pudo obtener imágenes nunca soñadas: una la de una sonriente Simi Chocrón, la todopoderosa consejera de Cultura junto a Fran Diabolo, finalista de la edición de Tú sí que vales. La otra era la de un distendido delegado del Gobierno Abdelmalik el Barkani, charlando relajadamente con la consejera melillense, y junto a un cercano grupo de inmigrantes. Las vicisitudes y las tensiones del salto a la valla han quedado atrás y una vez dentro de la ciudad, frente al gran teatro de la vida, se comprueba que todos compartimos un mismo mundo, y que el deseo de una vida mejor es un objetivo para cualquiera.