Monumento a Las Campañas de África


 

                               Cuando el enemigo es el agua

        Es el monumento de más bella factura de todos los existentes en Melilla. Hay un hecho indudable y es que fue pensado y realizado en el primer año de La República. Es también el monumento más fotografiado de la ciudad. Importa y mucho cuando se hacen las cosas, porque no es lo mismo bajo qué conceptos y patrones artísticos se lleva a cabo. El gris plomizo del franquismo solo produjo monumentos ominosos y tétricos. Sin embargo, La República dejó en nuestras calles un bella muestra del arte, cuando es concebido y realizado en libertad.

       El que sea un monumento netamente republicano, me lleva a reflexionar sobre  si verdaderamente es un monumento querido en nuestra ciudad. Es una paradoja, una de las muchas de Melilla, que el único homenaje al «soldado desconocido» fuese realizado en la etapa republicana,  y que sin embargo sea el franquismo el periodo que se identifica con la unión de los valores africanistas, y el retorno a los valores del pasado común con los bereberes en suelo hispano.

                         Héroes forzados  y soldados desconocidos

               Hay algo que muchos sabemos desde hace tiempo, y es que el agua está triturando y dañando este monumento desde hace algunos años. Hasta finales de la década de 1970, este era un monumento seco. Nunca tuvo fuente ornamental. De hecho, hay fotografías que muestran las escaleras existentes para acceder hasta el mismo pié del conjunto escultórico. No recuerdo en qué año, se añadió el dañino componente del agua. Desde entonces  está sufriendo un deterioro constante. Hay muchas voces autorizadas que saben lo que está ocurriendo, pero nadie denuncia nada, ni se da la voz de alerta. Hay verdaderos adefesios monumentales, que reciben más atención y cuidado, que este bello y representativo monumento, a los héroes forzados de Las Campañas de África.

                Ya escribimos de esto hace dos años, pero en Melilla ya da igual todo.

            Nota: El monumento a Las Campañas fue inaugurado el 6 de septiembre de 1931. El autor del conjunto escultórico es Juan López Merino.         (1)https://elalminardemelilla.com/2012/03/06/monumento-a-los-heroes-de-africa/

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La visión de los árboles muertos


 

        La construcción de dos rotondas, fue la excusa para arrancar árboles de cuajo, serrarlos hasta el límite y proseguir con  la devastación arbórea de la ciudad. Modificar el paisaje urbano hasta el paroxismo, en una continua bacanal de cemento y obras. Han pasado varios meses desde el brutal proceso de arrancamiento de árboles y el resultado no puede ser más desolador, ni tampoco más evidente.  Los árboles están muertos.  En donde antes hubo ramas fuertes y vigorosas, ahora solo quedan matojos, y eso en el mejor de los casos. Los árboles que fueron devastados, ahora están completamente secos.

        Escribimos varias entradas sobre aquel proceso, lo fotografiamos de modo abundante para que no cupiese dudas y por eso ahora, podemos comparar. Intentar trasplantar un árbol que lleva arraigado 5 décadas es un proceso complicado, porque por mucho cuidado que se tenga (no tuvieron ninguno), las condiciones de luz, sombra y la nueva posición ya no serán las mismas. Aunque no lo crean en la Consejería de Medio Ambiente, los árboles son seres vivos. Si parte de arrancarlos de su lugar original, se les tala las ramas hasta el tronco, entonces se le está sometiendo a una agresión feroz, cuyo resultado solo puede ser uno, el que se ve en las fotografías.

           Mención aparte merece  el pino de pisos que se encontraba en el medio de la plaza del 1º de mayo y que también fue arrancado de su lugar, por obra y gracia de la nueva rotonda. Pasados tres meses, el pino a perdido más de la mitad de su frondosidad y ya es casi un esqueleto arbóreo.

          Nota: (1)https://elalminardemelilla.com/2014/02/06/el-arbol-de-enmendio/ . (2)https://elalminardemelilla.com/2014/02/03/los-arboles-sobrantes/