- La Peste Negra
- Pronto, lejos, tarde
- La profecía del Corán
En 1347 la Peste Negra alcanzó la ciudad de Florencia. La trajeron de la península de Crimea los marinos genoveses, tras el asedio mongol a la ciudad de Caffa. El virus provenía del estómago de los roedores de las estepas asiáticas de Mongolia. Entonces nada se sabía de virus, bacterias o de antibióticos. Las más avanzadas ciencias médicas eran la judía y la musulmana, pero solo podían combatir los síntomas y no las causas. No se sabía qué producía la enfermedad, ni cómo se propagaba, ni la manera de combatirla.
La Peste Negra alcanzó por igual a reyes y a vasallos, tanto a ricos como a indigentes, a poderosos como a siervos. Una de cada cuatro personas de la población de Europa murió como consecuencia de la epidemia. La medicina europea estaba en mantillas y no pudo paliar ninguna de las consecuencias. La mortandad total de La Peste varía según la cifra total de población que se acepte, pero si se estima la horquilla entre 70 y 80 millones de personas, puede establecerse que entre 15 y 18 millones de personas pudieron morir bajo sus efectos.
A la Peste Negra se la consideró un castigo divino porque afectó por igual a todas las capas sociales y a todo el Mundo entonces conocido. El ébola, por el contrario, se origina en un continente empobrecido, esquilmado, y afecta mayoritariamente a las capas sociales más desprotegidas, a los sin nada. Este es el Mundo que nos han construido.
El ébola
En el siglo XXI no hay excusas para que suceda una cosa así. Hasta ahora se sabía de la existencia del ébola en África (se rodaron incluso películas), pero no se hacía demasiado, por no decir nada, porque era una epidemia de pobres y de desheredados. La reacción solo ha surgido cuando el virus ha entrado en Europa y en Estados Unidos, a través de cooperantes, personal sanitario en el continente africano y misioneros católicos. Aun así la cifra total de muertes hasta la fecha es de 3338 personas según la Organización Mundial de la Salud, y la población presuntamente afectada rondaría las 30.000 personas. Jamás se alcanzarán las cifras de la Peste Negra, a la que se identificó con uno de los 4 jinetes del Apocalipsis. La amenaza es real, pero se está inoculando el miedo en la población mundial, como antaño con la gripe aviar o la gripe A. Si la enfermedad no se hubiera originado en África, en donde está detectada desde la década de 1970, ya se hubiese luchado a fondo para prevenirla y contenerla. La potencia de la industria farmacéutica y los conocimientos médicos son tales, que de haber querido, no se hubiese llegado a la situación actual.
El ébola en Europa a través de España
A nadie se le escapa que la enfermedad ha entrado en Europa, por medio de una muy cuestionada decisión de traer a España a los dos misioneros infectados por el virus, que es muy peligroso, y del que no se conoce todo sobre su forma de contagio. Parece que se trató de una cuestión humanitaria, pero también mezclada con cierta dosis de imagen. Hacerlo conllevaba unos riesgos inasumibles, si no se estaba en condiciones de garantizar el aislamiento absoluto de los pacientes y de los sanitarios. La época más dura de recortes en Sanidad ha puesto al Gobierno de España contra las cuerdas. Los comunicados de los profesionales sanitarios no dejan lugar a dudas. Lo que ha ocurrido demuestra que no se evaluaron todos los riesgos, que no se estaba en condiciones de proporcionar el aislamiento total, y lo que es peor; que los recortes en Sanidad sí están afectando a la seguridad del conjunto de la población. Los comunicados de los profesionales sanitarios son contundentes.
Entonces como ahora, la epidemia se extendió sobre una población agotada por las guerras, las hambrunas y las malas cosechas, la situación de África en la actualidad. Para lo que ocurrió en Europa en el siglo XIV se puede buscar cientos de excusas, dado el desconocimiento que existía sobre estas cuestiones. Para el Mundo actual, el del siglo XXI, no existe ninguna excusa y sí muchos culpables.
PD: Al no existir registros, no se puede saber se si la Peste Negra afectó en la misma intensidad a la España islámica que a la cristiana, dada la diferencia de costumbres higiénicas entre unas poblaciones y otras. También existía una gran brecha entra la medicina en Al Andalus y en Castilla. Por eso incluyo la referencia a esta interesante novela: La profecía del Corán, sobre la historia de un médico en los instantes finales del Reino Nazarí de granada.