La azucena marítima


La flor de otoño

       La azucena marítima, o pancratium maritimun,  es una planta autóctona, según nos comenta el experto botánico Manolo Tapia. Esta planta, de floración otoñal, es también conocida como nardo marítimo, alhelí de mar o lirio de duna y crece en ambientes húmedos y costeros. Las intensas lluvias otoñales de los últimos días, han provocado su espléndida y vistosa floración, que por otro lado, tienen una vida muy corta. O se las ve y fotografía ahora o habrá que esperar al otoño siguiente.

        Esta floración silvestre está situada en los llamados «Pinos militares», junto a las baterías de defensa costera, y a ambos lados de la carretera. La más llamativa y amplia es ésta,  situada en el lado de libre circulación del pequeño bosque melillense. Aquí hay poca actividad humana, por lo que el suelo no está apelmazado y todavía tiene floraciones naturales y vegetación silvestre. También puede crecer sobre la arena de la playa, de ahí el nombre de lirio de duna. La naturaleza siempre se abre paso, pese a la actividad humana. En la ciudad en donde reina el imperio del cemento y del maceterismo desaforado, siempre es gratificante encontrarse con imágenes así.

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La velocidad media en Melilla


            La mayor parte de los conductores y conductoras de Melilla usa el coche razonablemente, o sea, para desplazarse a su lugar de trabajo o para llevar a los niños al colegio. El resto de los desplazamientos son para las necesidades cotidianas. Melilla es solo terreno urbano y no hay otra posibilidad de desplazamiento.

       La mayor parte de los usuarios/as de vehículos respeta las normas de tráfico y las velocidades límite, entre otras cosas porque no hay otra posibilidad. La velocidad media en la ciudad, de cualquier vehículo es de 15/16 kms hora. Llevo años anotando la velocidad media de mi vehículo y sí puedo decir que en los tres últimos años la velocidad media se ha reducido. Cualquier desplazamiento por la ciudad cuesta más tiempo y se realiza a menor velocidad.

       Cuento esto porque un grupo de obsesionado por el uso de la bicicleta quiere imponer sus normas y conceptos a toda la ciudad. El uso de la bicicleta es razonable y sano, pero algunas ciudades se están planteando la limitación de carriles bici en vías urbanas, porque los ciclistas están provocando una aumento significativos de los atropellos a peatones. El que es agresivo con un coche también lo es con una bicicleta y el que siempre lleva la peor parte es el peatón, que es atropellado por coches y por bicicletas.

        Una cosa es tener derecho a practicar el ejercicio físico con la bicicleta y otra pretender que todos los demás seamos testigos de ello. Los carriles para bicicletas deben existir, pero fuera de las vías urbanas. En Melilla hay tres zonas idóneas; Dique Sur, paseo marítimo de Horcas Coloradas y Los Pinos.

        Hay un 10% de conductores que no respeta norma alguna de tráfico o de velocidad, pero se debe actuar contra ellos y no imponer normas restrictivas de tráfico a unas vías urbanas, mucho más lentas de la presunta velocidad máxima que se pretende imponer. La realidad demuestra que esas medidas afectan más a los que van a 35 kms/h que a los que circulan a 100 kms/h, que siempre encuentran en donde dar rienda suelta a sus excesos automovilísticos.

Notas: (1) http://www.aragondigital.es/noticia.asp?notid=115904

 (2) http://www.ideal.es/granada/v/20110904/granada/bici-aumenta-riesgo-atropello-20110904.HTML

(3) http://acerapeatonal.blogspot.com.es/2014/01/protocolo-de-actuacion-para-peatones.html