La ciudad oculta


 

       Esta es la ciudad que nadie ve, salvo los que viven en la zona o los que tienen que pasar por allí. Esta es la ciudad real, no la de la propaganda. Este es el acceso a la calle Infantería y a las viviendas de San Francisco de Asís. A solo unos metros se encuentra la mezquita central. Antaño hubo aquí un cafetín, y posteriormente fue sede de la asociación islámica Badr. Aquí hay una gasolinera y decenas de tiendas, muchas de ellas de alimentación. El callejón al que da acceso la cancela es el «patio de luces» de las viviendas, y el otro lado es el resto de la ladera del antiguo cerro de Santiago, que llegaba hasta este lugar, antes de que existiera nada. La suciedad puede llevar ahí meses o tal vez años. La cancela está abierta y el callejón puede ser utilizado para cualquier cosa.

 

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El saqueo del Estado


    «Hay una cosa peor que un maleante: Un hombre corrompido en un puesto político importante, un hombre que pretende estar haciendo observar la Leyque en realidad está cogiendo pasta de alguien que la infringe. Ni un golfo que se respete quiere nada con esa clase de tipos. Los compra como lo haría con otros artículos necesarios para su comercio, pero en el fondo los odia”.                                                                  Al Capone