Son mujeres y hombres muy jóvenes. Todos proceden de Siria. Son los hijos e hijas de familias que han quedado atrapadas en «la inducida guerra civil» de Siria. Casi todos son solteros y tienen titulaciones universitarias. Hablan inglés o francés además del árabe. Sienten que no le importan nada a nadie. Muchos pasan por el improvisado campamento, les hacen fotografías y se marchan. Nadie se queda un minuto a charlar con ellos o a preguntar si necesitan algo, o qué motivos tienen para llamar la atención de esta manera.
Todos son ciudadanos sirios, pero su embajada no tiene contacto con las autoridades españolas. Reniega de ellos. «No somos criminales ni animales, somos personas que teníamos una vida como cualquier otra y ahora Siria ya no existe». Entre ellos hay ingenieros, una economista, estudiantes e incluso algún militar del ejército de Siria.
Quieren un trato específico para su situación como refugiados. Quieren un interprete de árabe en el CETI y en la Comisaría de Policía. Son conscientes del desinterés de la población hacia ellos, y de algunos insultos y actitudes racistas de las que son objeto. Prefieren estar en la calle antes que en el Centro de Inmigrantes, del que dicen que: no es lugar para mujeres y familias. No son los primeros que dicen algo así.
Su objetivo es salir de Melilla y que se les acepte como refugiados en el plazo más breve posible. Dicen que aquí, en esta situación, solo les espera la muerte o la enfermedad. Las autoridades solo quieren que la noticia no salga fuera del gran contenedor, en el que se está convirtiendo la ciudad. Aquí dentro lo que sea, pero más allá de nuestras fronteras, nada.
Women and men from Syria
They are women and very young men. All of them are from Syria. They are the family sons and daughters that have remained caught in » the induced civil war » of Syria. Almost they all are single and have university qualifications. They speak french, english besides and the arab. They feel that they do not import anything for nobody. Many happen for the unexpected camp, do photographies to them and leave. Nobody remains a minute to chatting with them or to asking if they need something, or what motives they have to call the attention in this way.
They aim is to go out of Melilla and that accepts them as refugees in the as brief as possible term. They say that here, in this situation, only it waits for the death or the disease. The authorities only want that the news does not go out out of the great container, into which the city is turning. Here, inside, something, but beyond our borders, nothing.
PD: Hemos escrito mucho sobre la situación de los sirios en Melilla, desde hace justamente un año. https://elalminardemelilla.com/2013/10/24/una-familia-siria-en-melilla/