La reparación y conservación de una mezquita
Es una mezquita de titularidad marroquí en el corazón de Melilla, administrada por el Habús, Institución religiosa de los países musulmanes fundada por el propio profeta Mahoma, y de la que no existen precedentes anteriores al Islám. Una acción o bien material habusado, o cedido en habús ya no puede desligarse nunca de ese fin. Sobre la historia de de esta mezquita se conoce casi todo y también se desconoce en qué momento y la causa por la que fue cedida al Habús marroquí. Al ser un bien habús, implica que ya no puede transformarse para otro fin o ser cedida de nuevo al Estado español. A esta mezquita, la 1ª construida dentro del territorio melillense, se la ha denominado de diversas formas, pero creo más adecuado llamarla como la Institución a la que pertenece, o sea, mezquita del Habús.
El objeto, en este caso una mezquita, habusado: «Consiste en la donación voluntaria, de orden religioso o humanitario, del usufructo de una cosa, por un periodo de tiempo igual al de su duración, en provecho de los indigentes, sostenimiento del culto musulmán, fundaciones religiosas, y obras pías de interés general, designadas por el donante y que inmoviliza el bien habusado» (1).
Esto quiere decir que en algún archivo del Ministerio de Exteriores, heredero del Ministerio de La Guerra, propietario del suelo bajo el que se asienta la mezquita, tiene que existir el acuerdo de donación por parte de España de la mezquita, de su uso y de las condiciones de la cesión.
La mezquita ha llegado a un estado cercano al de la ruina. Tras una actuación algo impetuosa por parte de la Ciudad Autónoma, se originó un conflicto de tipo religioso y de competencias. La asociación de la mezquita del Buen Acuerdo actuó en reprentación de los fieles melillenses, y de los intereses religiosos del Habús marroquí y la Comisión Islámica de Melilla intentó impedir que los funcionarios de la Dirección General de Asuntos religiosos de Marruecos, siguieran adelante con su propósito de reparar la mezquita. Al final, es la propia Institución marroquí la que se ha hecho cargo de la reparación y conservación de la mezquita.
Tras cubrirse todo con un periodo de silencio, las aguas han vuelto a su cauce y la mezquita, inaugurada en 1927, empieza a lucir un renovado y lucido aspecto. Dentro de la mezquita existen tres viviendas, un baño turco o hamman, y negocio de reparación y venta de nuemáticos. Había un gran caos administrativo, porque algunos locales habían ampliado la superficie del negocio, otros llevaban años sin pagar el alquiles del Habús marroquí, e incluso se dió el caso de la ocupación ilegal de una de las viviendas.
Nota: (1) El Habús, Traducciones y Conferencias de Clemente Cerdeira. Archivo Central de Ceuta.