El apartadero


 

     El apartadero es un tramo de vía ferroviaria conectada con la vía principal, en la que puede entra un  tren para esperar el paso de otros, esto sucede cuando solamente hay una vía principal para ambos sentidos de la circulación de ferrocarriles,  o para su simple aparcamiento. Melilla fue en el pasado una ciudad de ferrocarriles,  con pasos a nivel, vías férreas atravesando la ciudad, y sus correspondientes estaciones, entre las que destacaba la del Hipódromo. Sin embargo, no hay una sola calle dedicada al ferrocarril en esta desmemoriada ciudad. El Alminar tiene  algunas normas no escritas, entre las que destaca el trabajar, en la medida de lo posible, con fotografías propias.

     El ferrocarril o tren, es uno de los medios de locomoción que más ha estimulado la imaginación y los sueños de los niños, o incluso de cualquier persona. Si hay una sensación relacionada con los viajes, esa es la del tren. El avión traslada de un lugar a otro en demasiado poco tiempo, y en el mar no suele verse más que agua. Sin embargo, en el tren se atraviesan montañas, campos, ciudades y todo lo imaginable. Por eso me gusta comparar al Alminar con un tren en marcha, que también necesita de sus paradas, y del estacionamiento en un apartadero.

         No se puede estar siempre caminando de un lugar a otro sin detenerse. No se puede caer en la ansiedad de creer que un gobierno puede caer en un día, o que una transformación social puede llevarse a cabo en un plazo corto. Todo suele ser gradual, de modo que nos vamos acostumbrado a los cambios.

         Los cristianos del siglo I murieron en la creencia de que «El Reino de los Cielos» llegaba de forma inminente, y por eso se presentaban alegres a las autoridades romanas para sufrir el martirio de modo voluntario. En el primer cambio de milenio, el del año 1ooo, la humanidad europea pensó que se  acababa el mundo y se podía ver a los ricos y potentados, deshaciéndose de sus riquezas para ir más livianos al cielo. En el segundo cambio de milenio, el del año 2000, los ricos ya no se dejaron engañar, y todo se limitó a una catástrofe informática, que tampoco se produjo.

           Lo que sí ha habido en El Alminar es una catástrofe informática provocada por el mundo oscuro, y que está obligando a realizar cambios en la «unidad central del Alminar».  Estamos en el apartadero, pero seguimos aquí, ya no nos vamos. En este último año han ocurrido muchas cosas. El pasado mes, el de enero, alcanzamos 22.000 visitas, lo que constituyó el 2º mejor registro de los 20 meses de nuestra pequeña historia.

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