Redada en Beni-nsar contra inmigrantes centroafricanos


                     Lo que sucede al otro lado de la frontera es algo que no solemos ver, y que los medios de comunicación nos ocultan, o también son realidades que se ocultan a los medios de comunicación. Solo organizaciones no gubernamentales, como Prodein (Pro derechos de la infancia), o ecologistas como la plataforma Equo, son las únicas que se atreven a adentrarse en el interior del monte Gurugu, el inactivo volcán limítrofe con Melilla, y nos informan de la existencia de campamentos de inmigrantes centroafricanos, y de las pésimas condiciones en las que viven. Las autoridades españolas se congratulan una y otra vez de repeler los intentos de asalto a la frontera de Melilla y «alaban» vez tras vez, al gobierno de Marruecos por su colaboración. Ocurre que esa colaboración esconde muertos y heridos entre los centroafricanos.  Esto es lo que afirma en un amplio reportaje fotográfico, el diario digital fronterizo, www.bninsarcity.net.

                La secuencia fotográfica muestra cómo más de un centenar de inmigrantes centroafricanos son desalojados desde las faldas del monte Gurugú, y conducidos hasta la villa de Beni- Enzar, por un amplio despliegue de las Fuerzas de Seguridad de Marruecos. Finalmente son  introducidos en autobuses para su traslado a la frontera con Argelia, en donde los supervivientes, vuelven a intentar el infernal retorno a la frontera hispano-marroquí de Melilla.

                  Sabiendo que el problema de la inmigración no va a terminar nunca, porque el fenómeno es consustancial a la historia humana, podrían buscarse soluciones más acordes con el siglo XXI y al respeto a los Derechos Humanos, entre los que se incluye el de la emigración. Arrojar personas de un lado a otro, sin importar la suerte que corran, no ha sido propio de ningún tiempo, pero es inadmisible en la actualidad.

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