Como velas encendidas


 

                           Nos hemos metido en la boca del lobo para mostrar las cosas como nadie las había visto antes. Hemos subido hasta lo más alto para que nada estorbase la visión clara de las cosas, porque nada es lo que parece o como nos lo cuentan. Nos hemos metido hasta el fondo, si ha sido necesario,  para comprender y entender los hechos desde su mismo origen. Hemos llegado tan lejos como nos ha sido posible, o como nos han dejado. Nos han cerrado muchas puertas y nos hemos encontrado otras abiertas, incluso hemos mirado por el ojo de una cerradura. Hemos levantado el polvo a nuestro paso, y estado junto al cieno pero sin enfangarnos. Acompañados o en soledad absoluta. Rodeados de luz o en la penumbra. En la línea de la audacia, pero precavidos, en la frontera de la valentía, pero acompañados siempre por el temor. De otra forma nada de esto hubiese sido posible, y jamás habríamos llegado hasta aquí, ni de esta manera.

            La vida es equilibrio y arriesgarse al todo o nada, puede llevar aparejado que se pierda todo y no se gane nada; y no es la misma cosa. Cuesta mucho conseguir algo, porque vivimos en un mundo en donde se es generoso con el insulto, y cicatero con la alabanza, cuando debería ser al revés. Hemos creado un espacio nuevo, que es también de muchos, y hemos luchado línea a línea para consolidarlo y darle forma, con un estilo que es nuestra seña de identidad.

             Tenemos muy claro que todo es efímero, que lo que cuesta muchos años y esfuerzo levantar, basta un solo instante destruirlo, y que lo más difícil es mantenerse. Es la conciencia de esa debilidad, la que es también causa de esa sensación de fortaleza que nos acompaña, y esto no es una contradicción. Lo que se escriba es lo único que no borrará el olvido, que de modo inexorable se abatirá sobre casi cualquier cosa. Atravesar el tiempo es algo muy difícil y no está en manos de nadie decidirlo ni decretarlo. Los pensamientos que hayamos creado, aquello a lo que sin saberlo hayamos dado origen, será nuestra obra invisible y al final, el esfuerzo habrá valido la pena. Incluso aun cuando no escribiésemos  una sola línea más, ya habríamos  transformado suficientes cosas.     Todo esto, tendrá vida propia, independientemente de nuestra voluntad, y también hay que saber que hasta el más grande de los cirios, acabará consumido. La llama debe ser siempre alimentada y vigilada, y la cera repuesta

El humazo tóxico de Endesa


             

              Las Torres del V Centenario fueron un proyecto ideado para concentrar todos los servicios y dependencias de la Administración del Estado. En teoría se pretendía evitar el pago de onerosos alquileres de organismos administrativos instalados en inmuebles de la ciudad. Las Torres del V Centenario nunca resultaron ser lo que se pretendía. Fueron un fiasco, con un impacto visual demoledor sobre el entorno de histórico de Melilla, con grandes retrasos en las obras y un coste muy elevado. Nunca funcionó el ascensor  panorámico, ni el platillo giratorio para el restaurante y otros servicios de ocio.  Para evitar la quiebra del patronato de Las Torres, se obligó a todos los organismos administrativos del Estado a trasladarse a ellas. algunos ni siquiera lo intentaron. Lo escribí hace tiempo en una entrada, pero lo reescribo nuevamente. El envejecimiento de estos dos edificios es muy acelerado, para el poco tiempo que llevan construídas (1997). En menos del tiempo que llevan edificadas, deberán ser abandonadas, demolidas y buscar un nuevo emplazamiento para las dependencias de la Administración del Estado.

                                           El humazo negro de Endesa

                 Las Torres están orientadas como la Rosa de los Vientos, una de ellas hacia el Norte, la otra hacia el Sur y el pasillo central que las comunica, tiene la orientación Este/Oeste, la de los vientos dominantes de Melilla. Ese hace que la mitad de los días del año, cuando hay temporales de estos vientos, el tránsito por la zona sea difícil y complicado. La vida o el acceso a Las Torres se convierte en un ejercício inhóspito y desagradable. Lo peor, es que cuando el viento sopla desde el Oeste, el humo negro y tóxico de las chimeneas de Endesa, envuelve los edificios creando un ambiente molesto e insano. El hollín de los generadores de gasoil se mete en las vías respiratorias, en los ojos y produce instantáneos dolores de cabeza y afecciones respiratorias de diversa índole.

                 Al espacio existente entre Loas Torres se le conoce como «el pasillo del viento». Es un lugar inhóspito y desagradable en cualquier época del año.

Desecada de nuevo la laguna del parque


                   

                   El mes de febrero del año pasado fue también muy frio. La entrada del Alminar del mismo día del año anterior así lo refleja. La laguna artificial del Parque Forestal estaba en proceso de desecación, exáctamente igual que este año. Todo se repite, auqnue nos sabemos el motivo. La fotos realizadas hace una año muestran que había mucho más lodo. La actuales muestran que ha sido desecar por desecar. No parecía haber motivos. El año pasado había una tubería rota que fue eliminada y ya no ha sido repuesta. Se ha modificado el sistema de propulsión del geiser. El año pasado había superpoblación de carpas. En el presente había algunas tortugas e incluso muchas ranas, como reflehjamos en las correspondientes entradas del mes de noviembre, en el la festividad de Todos los Santos. En el pasado hubo protestas de los vecinos que habitan en los inmuebles colindantes con el parque, porque les molestaba el contínuo croar de las ranas. Mucho nos tememos que esta sea la razón del nuevo desecado, a todas luces innecesario y derrochón.

         Nota: (1) https://elalminardemelilla.com/2012/02/19/desecada-la-laguna-del-parque-forestal/. (2) https://elalminardemelilla.com/2012/11/01/las-ranas-de-todos-los-santos/

Todos al suelo


                          La liquidación modernista de Melilla

       Es la  célebre frase del guardia civil golpista, Antonio Tejero, y  resulta idónea para describir cual es la situación del modernismo en Melilla, en proceso de liquidación absoluta. Refrendado por el nuevo Plan de Ordenación Urbana, y con el visto bueno de los integrantes de la Comisión de Patrimonio, los edificios modernistas, algunos muy emblemáticos y conocidos, siguen cayendo uno detrás de otro. El ritmo de derribo es frenético. No hay tiempo material para hacer un seguimiento. Todo sucede de un día para otro y salvo que se haya acertado a hacer la foto de modo casual, los edificios desaparecen sin dejar el menor rastro. Esto ha sucedido con este emblemático y único edificio del barrio del Mantelete. Habíamos escrito acerca de su situación en noviembre de 2011. Era un edificio de 1930, firmado por Enrique Nieto, el único con balcones de madera, del estilo de los del Paseo Marítimo de A Coruña. En este momento, cubierto por lonas, se encuentra en estado de demolición. Mientras asistíamos distraídos al derribo del edificio de la calle Polavieja, la demolición de este otro pasaba desapercibida. Solo la casualidad ha hecho que podamos plasmar el suceso, a apenas 60 metros de la sede de la Consejería de Fomento.

                 No hay nada más que decir. Solo ser testigos y dejar constancia.

   Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/11/17/edificios-en-ruinas-la-historia-en-peligro/

Un parque forestal de altos vuelos


 

          El Centro de Interpretación de la Naturaleza

   ¿Puede ser interpretada la naturaleza?, ¿podemos conocer sus leyes  o es caprichosa e impredecible?. Aquí parece que hay mucho nombre y poco contenido. La obsesión humana por perdurar, por dejar el nombre a los siglos venideros parece no tener límite. En cualquier caso da igual lo que hagamos, porque nadie  puede obligar a que la historia le recuerde, y ni siquiera podemos decidir el modo en que seremos recordados, caso de que alguien nos recuerde pasado apenas un siglo. Eso son leyes, que al igual que las de la naturaleza, no pueden ser dominadas, ni predichas.

       Muchas veces hemos subido a ver los mapaches, que suelen estar siempre dentro de su casa de madera. Rara vez se dignan a aparecer ante el público, ya sea infantil o adulto. Sin embargo, la otra tarde si hicieron una breve aparición y posaron, apenas unos segundos ante la cámara. Suficiente. Luego proseguí hacia una zona en la que nunca me había fijado o detenido, el denominado Centro de Interpretación de La Naturaleza, que como no podía ser menos, lleva el nombre de un Consejero del Gobierno de Melilla, ya retirado, el ingeniero Ramón Gavilán.

       No había quedado nada en pie. Los vendavales de las últimas semanas no ha dejado nada indemne, en un Centro recién inaugurado. Que el viento se lleve un techo mallado entra dentro de lo previsible, pero que derrumbe el enlosado de las paredes parece algo extraño. En cualquier caso, el nombre estaba a salvo. También me dí cuenta que han vuelto a desecar la laguna del Parque Forestal, en apenas un año. La Consejería contra el Medio Ambiente no ha informado de nada al respecto, pero en El Alminar ya sabemos el motivo y lo contaremos, D.m., en unos días. Hay demasiadas cosas que necesitan ser escritas.

          Nota: http://laotramelilla.blogspot.com.es/2013/02/han-volado-los-pajaros-de-la-nueva.html

Las esquineras de Melilla


                 Prostitución en el Barrio del Real

  Es uno de los asuntos de los que menos se habla en la ciudad, y en casi ninguna, salvo que por algún altercado relacionado con el orden público salte alguna noticia a los medios de comunicación.  La sociedad se ceba con las mujeres en cualquier circunstancia, son víctimas de violencia de genero y social de muy diversas formas. El verse obligadas al trato carnal a cambio de dinero es una de las más perversas y degradantes. Sin embargo, en épocas y situaciones de crisis, como la actual, sufren un incremento notable de esa violencia y explotación sexual, ya de por sí abundante. La falta de posibilidades laborales en países pobres, provocan que sean objeto de las redes de proxenetismo y tráfico de personas.  El modelo machista de relaciones sociales imperante, las somete y hace objeto de  múltiples y variadas agresiones. Hay identificadas hasta 31 situaciones de agresión hacia las mujeres (1). Da igual el país del planeta y la sociedad en la que se hallen inmersas. Son situaciones diferentes y a la vez iguales.

                 En Melilla no se ven las dantescas imágenes de mujeres semidesnudas o ataviadas con degradantes vestidos, que pueden verse en ciudades y capitales grandes (Barcelona, Madrid, etc), ni tampoco las escenas de persecuciones agresivas en las calles. Aquí parece tratarse de mujeres  pobres, inmigrantes, o sin salidas laborales de ningún tipo (2). La crisis económica está ampliando el espectro de las mujeres que se dedican a la prostitución.  Algunas parecen estar controladas por «proxenetas», de hecho, en días pasados saltó una noticia de un altercado a la prensa local. En otros casos parece tratarse de mujeres que ejercen esa actividad por sí mismas. Claro que esta es una apreciación externa, porque la realidad dice que el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución, están controladas por redes que las esclavizan (3).

             Suelen estar en las esquinas, de ahí la denominación de «esquineras», que no tiene matiz despectivo alguno, ni suena agresivo como otros. Los vecinos de las casas y calles adyacentes, del Barrio del Real, han intentado llamar la atención sobre este problema de todas las maneras posibles, sin demasiado éxito. No parece haber remedio, ni solución, en país alguno, ni siquiera en los más desarrollados, pero al menos hay que intentar algo, para que esta actividad no aumente, ni convierta los barrios y calles en lupanares. La tira de pinchos para evitar el asentamiento de «las esquineras», es una de las soluciones más desesperadas que he visto.

                                  La acción de las autoridades melillenses

           Si se habla con los vecinos del Barrio del Real, el más afectado por esta situación, las acciones llevadas a cabo por las autoridades correspondientes, Seguridad Ciudadana, parece ser nulas. Hace unos meses saltó la noticia de que un perturbado enseñaba su miembro viril junto a un colegio, o que unos maleantes fueron interceptados vendiendo sustancias estupefacientes. Sin embargo, a nadie parece preocuparle que los niños y niñas de los dos colegios del Barrio del Real convivan a diario con el fenómeno de la prostitución, que abarca tanto a las mujeres que la ejercen, como a los «proxenetas» que las controlan y al mal ambiente que se genera alrededor de esta actividad.

           Esto sucede a la luz del día, pero vecinos que viven en las calles más afectadas por la actividad de la prostitución, cuentan que por las noches se está agravando la situación.

    Notas: (1) http://mujeresconstruyendo.com/blog/31-tipos-de-violencia-mas-comunes-que-se-ejercen-contra-las-mujeres-y-las-ninas. (2)  http://www.ugr.es/~pwlac/G28_17JoseLuis_Solana_Ruiz.html                  (3) http://losojosdehipatia.com.es/socialpolitica/%E2%80%9Cel-90-o-el-95-son-mujeres-obligadas%E2%80%9D-2/

    PD: La página web de Lidia Falcón, el grupo Facebook de fans de Lidia Falcón, la página de Elvira Siurana, y las decenas de enlaces a páginas y grupos feministas, ofrecen recursos intelectuales y humanos de gran nivel, renovación de ideas y debates constantes. Es muy gratificante encontrarse con personas tan implicadas en la situación del mundo y de las mujeres.  Como dice la propia Lidia, en un excelente artículo, son malos tiempos para las mujeres.

En busca del vado correcto


             Caos en la señalización de vados en Melilla

   Hace ya algún tiempo, no se sabe cuanto y sobre todo, cómo, la propia Consejería, bien la de Fomento o la de Seguridad Ciudadana, advirtieron de la existencia de falsos vados en nuestra ciudad. El truco era sencillo, pues se solicitaba el vado en el primer año, pero luego se mantenía la placa y la pintura del bordillo y a disfrutar de las excelencias de un vado permanente. Cayeron algunos de esos vados, no sabemos cuántos, pero la práctica pícara parece seguir existiendo. En Almería el problema está resuelto con la instalación de una placa, en la que figura el año en vigor de la licencia. Así no hay picaresca, pero eso obliga a una gestión constante por parte de las  Consejerías o la Áreas delegadas municipales. En Melilla, los consejeros correspondientes, algunos con más de 10 años al frente de las Áreas de gestión, han caído en la indolencia y la inercia. Es imposible saber si los vados melillenses están en vigor. Hay unas placas, casi ninguna homologada e incluso muchas parecen procedentes de «los chinos», con el número de expediente escrito a mano, con rotulador, o con números adhesivos. No sabe uno a que atenerse con estos vados, así que ante la duda es preferible no aparcar.

          Los vados deben estar apoyado por señalización vertical, o pintura de bordillo de un tono determinado. Hemos observado pintura de dos colores distintos. La mala señalización perjudica tanto al usuario en busca de aparcamiento, como al que tiene un vado pagado y renovado anualmente. Todo sería más sencillo si se instalasen las placas que mostramos. Aquí ya da la sensación de no existir ley alguna, o lo que es peor, si existen nadie les hace caso, o muy pocos, con lo que el desánimo aumenta entre los ciudadanos cumplidores. El repaso a vista de pájaro que hemos realizado sobre los vados, muestra una situación de caos y dejadez absoluta, pero con una solución muy sencilla.