El estuario del Río de Oro


          

          La vida vuelve a la desembocadura del Río de Oro

     Los romanos hacían mucho caso de los auspicios y de los augurios, nunca pasaban por alto ningún indicio, por pequeño que fuera. La noche de San Juan de  2011 empezó muy mal, con el accidente en el que resultó herido gravemente el operario pirotécnico. Siempre se dice en Melilla que el viento que aparece en San Juan es el que resulta dominante ese año y este año tocó el Levante y este es el peor viento posible para la pólvora, porque la humedece y provoca fallos, tanto en el encendido, como en el estallido de la carcasa.

        Tan sólo hubo que esperar un día para ver que los negros presagios se confirmaban y ese mismo día 24, se inició la mayor avería de un colector de aguas fecales que se recuerda y que trajo como consecuencia una de las peores crisis sanitarias de las playas de Melilla. Todo quedó contaminado y en grave riesgo para la salud y una vez más, pudimos ver a un gobierno falto de reflejos, que no impidió ni el baño en las playas, ni suspendió ninguna de las pruebas previstas el fin de semana en el litoral melillense, pese a que la travesía a nado, recorrió toda la zona más contaminada de la playa, el mismo día 26 de junio, desde la playa de San Lorenzo hasta el espigón del Industrial, atravesando incluso la propia desembocadura del Río de Oro.

                   Ayer, como si nada hubiese pasado, todo aparecía en calma en el estuario del Río de Oro. Había vuelto a él la vida, tanto de peces como de aves. El colector estaba semi-funcionando y los musgos del fango del Río podían apreciarse en todo su esplendor. La culpa de todo, como siempre, era del Gobierno de Zapatero, que en los últimos diez años no había instalado allí un segundo colector, según dijo uno de nuestros Consejeros Autonómicos. Ellos, el Gobierno Local, como siempre, no tenían nada que ver con esto.

Anuncio publicitario

Lo que sabemos del yacimiento del Gobernador


              

 

          Memoria del Doctor en Arqueología Noé Villaverde Vega

        «El denominado patio de la Casa del Gobernador fue dedicado a jardín o huerto en los siglos XVII y XVIII, lo que permitía suponer la presencia de restos arqueológicos poco alterados. Las labores de excavación se iniciaron en noviembre del año 2000, iniciándola el arqueólogo Conrado González Cases, que localizó una profusa trama de restos arqutectónicos de época contemporánea, sin embargo, se hallaron  restos mobiliares, fuera de contexto, de época romana, entre ellos una moneda acuñada en la localidad de Rusaddir (nombre antiguo de Melilla), denunciaba la presencia de ruinas antiguas solapadas por construcciones modernas. Las excavaciones quedaron retenidas y se retomaron en febrero de 2002 bajo la dirección de D. Victor Guerrero Ayuso, lo cual permitió precisar  bajo los restos contemporáneos, la existencia de restos arquitectónicos que por los materiales asociados, podían datarse en el siglo I  a. de C.

       Durante el año 2002 (Noé Villaverde) me hice cargo de las excavaciones confirmando la extensión al Norte y al Oeste de un entramdo arquitectónico que corresponden a los primeros siglos de hegemonía romana del Mediterráneo Occidental. El muro romano más completo identificado hasta la fecha (secuencia estratigráfica 22), tienen mas de 1,5 mts. de altura y 80 cms. de anchura y se define como un potente basamento construido con lastras de piedras rectangulares alargadas, apuntadas al interior. El sector excavado hasta esa fecha, puede identificarse como área de almacenaje, con abundantes ánforas en buen estado de conservación, tipos Dressel 18/ MañáC2b y Dressel 1A.

            No se localizaron estructuras del caserío medieval, aunque sí restos mobiliares islámicos, entre ellos una moneda, y escasas cerámicas que pudieran remontarse al periodo califal y al de las taifas peninsulares (siglos X u XI)».

                        La oscuridad en El Gobernador

     Entre los años 2000 y 2002 las notícias sobre lo que sucedía en el yacimiento del gobernador y en la Plaza de Armas eran abundantes y se daban a conocer de modo continuado, pero a finales de ese año 2002 el Doctor Noé Villaverde fue «despedido de modo improcedente» de su cargo de Jefe de Arqueología de Melilla y durante seis años, hasta el 2008, el abandono se hizo dueño del yacimiento.  Nadie mas excavó allí y una empresa  privada, cuyos titulares nada tienen que ver con la arqueología, se encargó e hizo dueña del mismo, con la aquiescencia y beneplácito de La Consejería de Cultura de Melilla. En 2008 se reanudaron las excavaciones, de las que sólo se han ofrecido dos ruedas de prensa, una en 2009 y otra en 2010. Aparte de eso sólo unas escasas y escuetas noticias  publciadas en lo que cosntituye su «boletín particular», la revista Akros, denominada oficialmente del Museo de Melilla.

         La parcela abierta en 2000 se ha excavado hasta la roca madre, a una profundidad que supera los 4 mts y que se ha datado en el siglo VIII a. de C., pero sin que se haya podido contrastar o verificar por otros profesionales cualificados de la arqueología. La zona permanece completamente cerrada y no se permiten visitas de ningún tipo. El resto del patio está en el mismo estado desde el año 2009, como mostré en una entrada anterior y parece ser que no se piensa excavar. Sólo se ha abierto una pequeña zanja en dirección Sur y de la que daré noticias en un próximo post, así como de cual será la resolución final de este yacimiento.  Todo sigue en la misma dirección que iniciara el doctor Noé Villaverde, sin que hayan podido localizarse hallazgos trascendentales o espectaculares en estos últimos tres años, de ahí el desinterés actual hacia el yacimiento.

     PD: Todas las fotos son de año 2009

  

        

Rectifican las placas erróneas


             La noticia es muy positiva porque demuestra que nos leen, que nos leen a todos los que intentamos poner un poco de contrapeso a la propaganda que día tras día y durante años ha destilado este Gobierno de Melilla. Nos jugamos la vida y la posición social todos aquellos que no nos hemos resignamos a aceptar la versión tan autocomplaciente que este gobierno tiene de sí mismo. Y señalar deficiencias, agujeros de gestión, en medio de este desierto crítico tiene un riesgo muy elevado, porque equivale a citar al toro desde el centro de la plaza sin protección alguna y con el público pidiendo las «dos orejas y el rabo» como trofeo.

       Es muy positivo que rectifiquen, aun cuando no lo reconozcan y sólo nos demos cuenta los que paseamos por las calles fijándonos en las cosas, sin cobrar un sólo euro por ello y sin recibir reconocimiento de ningún tipo. Al menos se tiene la recompensa de que todo este trabajo ( y el del blog amigo de La otra Melilla), no se pierde en en la nada y contribuye a mejorar la apariencia de nuestra ciudad y que es una de nueestras pasiones. También satisface y mucho el seguimiento diário de los ya miles de lectores anónimos del blog y que constituyen el verdadero sustento, motivo  y sentido de la comunidad de El Alminar de Melilla.