Restos de señales en vías públicas


              Son restos de señales de tráfico que pueden provocar caídas en las vías públicas. Hace no mucho, un ciudadano denunciaba en un diario local, que se había caído y dañado en una calle de Melilla, por culpa de una tapa de arqueta en mal estado. Hace no muchos días denunciábamos, varios blogs de Melilla, que una mujer se había caído con su bebé, en una esquina peligrosa en la calle García Cabrelles (deficiencia ya reparada). Melilla está llena de restos metálicos de señales que ya han sido retiradas. Sin embargo, y de modo incomprensible, se dejan restos y bordes metálicos que pueden provocar accidentes y lesiones de diverso tipo.  Estos dos que mostramos son sólo un ejemplo, pero hay otros muchos por otras zonas. Además son zonas muy trnasitadas y la posibilidad de tener un percance es consecuentemente mayor.

               Se deberían cuantificar y eliminar, para evitar cualquier posible accidente y además, señalar, que La Administración Local es civilmente responsable de los daños personales  que se causen los ciudadanos, por deficiencias en el mantenimiento de las vías públicas.

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El cargadero de mineral


 

                  Un paseo que necesita sombra

   El cargadero del mineral de Melilla es un espacio urbano que va recuperándose poco a poco. Hay varios locales comerciales, cafeterías y sedes de asociaciones, sin embargo, hay algo que necesita y que no tiene y es sombra. Son 200 mts. largos de paseo bajo el sol,  que se hacen duros cuando se necesita pasar por allí  en verano. La Autoridad Portuaria de melilla, que es riquísima, debería  instalar una celosía de rejilla, como la que hay en la entrada Este, junto a las Torres del V Centenario, para proporcioanr sombra al paseo.  No sería nada oneroso y protegería tanto a los viandantes, como a los que hacen colas en las diferentes oficinas administrativas de la zona.

      El techo reduciría la temperatura y haría el lugar más agradable. Se han hecho muy duras las esperas bajo el sol en la presente campaña del IRPF. Es un área céntrica que sirve de conexión entre dos zonas administrativas de Melilla y sería una pena, que ahora que remonta, tras su uso pasado como zona de ocio y copas, pudiese volver a decaer por las condiciones inhóspitas de la solana veraniega. Hay empresas que intentan dinamizar la zona, como agencias de viajes, y podrían establecerse otras, proporcionando algunas sencillas y nada caras mejoras.

El Gobiernazo de Melilla


 

                    El Gobierno de los dos millones de euros                     

       Con la incorporación hoy, vía BOME (Boletín Oficial de Melilla) de dos Consejeros o Viceconsejeros  «sin cartera», singular invento del Generalísimo Franco que consistía en nombrar un Ministro sin funciones específicas, alcanzamos la cifra de 10 Consejeros y 12 Viceconsejeros.  Todo un macro gobierno que nos va a costar exactamente la friolera de 1,445,600€, cantidad que se obtiene de multiplicar la asignación básica del salario del consejero o viceconsejero por 22 y aquí no se cuentan las cantidades a añadir como dietas, desplazamientos, asistencia a comisiones o Plenos, En el caso de que Imbroda mantenga su intención de no concurrir como senador a las próximas elecciones generales, habrá que sumar sus emolumentos a esta cuantiosa cifra de gastos, con lo que la cantidad resultante estará muy próxima a esos dos millones de euros y algo por encima de la cantidad prevista para este año en los presupuestos, que era 1.790.000€. No va a haber ahorro en este apartado y no se ha cumplido con la promesa de reducir de modo considerable el tamaño del gobierno.

       Dicho esto, hay que decir que el Presidente Imbroda está absolutamente para hacer este gobierno, formar otro aún mayor o conformar uno que pueda contar con los dedos de una mano. El pueblo de Melilla votó mayoritariamente esta opción el pasado mes de mayo y poco o nada se puede hacer ya, salvo, claro está, decirlo, escribirlo y dejarlo señalado como una de las promesas incumplidas. También hay que decir que esto no es un problema que afecte sólo a Melilla o a los gobiernos formados por Juan José Imbroda, pues esto está ocurriendo en todo tipo de ciudades, autonomías, diputaciones provinciales, ayuntamientos, cabildos insulares y afecta a todos los colores políticos posibles. Los sueldo políticos no están, casi en ningún lado en consonancia con los sueldos medios de los ciudadanos.

             Produce decepción que no se haya podido hacer un gobierno más pequeño y más operativo, porque este mastodóntico tamaño va a llevar aparejados nuevos edificios, nuevas áreas operativas y un mayor gasto de funcionamiento y eso se va a notar y mucho y al final se va a recortar el dinero de partidas de los ciudadanos  más desfavorecidos o de cualquier otra cosa, menos de donde se debe hacerlo. Esto es la derecha y esto es también lo que han votado los ciudadanos de Melilla y al menos hasta 2015 no hay solución posible, pero nuestra obligación es estar detrás y señalar todas estas cosas.

          También ha quedado claro que hasta el propio Presidente Imbroda es rehén de las reglas del Poder, que están ahí desde que el poder existe. Tras 10 años contando con las mismas personas, se establecen corrientes internas y camarillas difíciles de controlar. La Corte también tiene sus propias reglas y ahí está la evidencia de Mª Antonia Garbín, la única, que según fuentes políticas de solvencia, que le ha ganado un pulso al propio Presidente.

         las revoluciones nunca se hacen desde dentro, son siempre externas. Ya nos quedará siempre la duda de si Imbroda intentó hacer otra cosa distinta a esta.