Aceras del Barrio del Real


                La hora del Concejal de Distrito

         En el Barrio del Real se está construyendo casas todos los días. Es de suponer que se solicitan permisos para instalar nuevas arquetas de conducciones eléctricas (generalmente en las esquinas), o se abren aceras para las nuevas instalaciones, etc. El motivo da igual y también quien las abra, el caso es que luego hay que repararlas y volver a poner  todo en su estado original. Si quien hace la obra es el Ayuntamiento, debe ser éste el que lo lleve a cabo y si  es una constructora, debe vigilarse que una vez acabada la obra, reviertan las aceras a un estado transitable, porque esto no es digno.

           Hay una sensación clara en todo este estado de cosas y es el de desidia, pero eso no cabe en una administración local. Las aceras y las esquinas no pueden tirarse reventadas años. Por tanto, creo que ha llegado la hora de crear la figura del Concejal de Distrito. Hay diputados de sobra, la mayoría de Gobierno cuenta con quince e incluso algunos de esos diputados podrían pertenecer a los grupos de la oposición. El caso es que los desperfectos de las calles lleguen lo antes posible a conocimiento de quien debe repararlos o exigir su reparación.

         Bastaría con que el concejal de distrito se pasease una vez por semana como máximo, por  las Asociaciones de Vecinos de cada barrio o por  las oficinas de Atención al Ciudadano, con la que ya cuentan alguna de estas barriadas. Para ello se pueden instalar buzones de sugerencias o cualquier otra fórmula para acumular información del estado de las calles, de las necesidades de los vecinos. Incluso se podrían instalar buzones digitales de distrito, para enviar fotografías de desperfectos o de asuntos que requieran una actuación urgente. Una vez obtenida información suficiente sobre un determinado barrio o zona, se pondrían en marchas las acciones necesarias para dar un aspecto digno a las calles y también para dar solución a los problemas específicos de cada distrito. Cualquier cosa antes que sufrir estas situaciones durante años.

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Instalaciones deportivas de Melilla


        

             Cuando las cosas funcionan

     Si algo funciona, tambien hay que decirlo. El pasado 1 de junio acudí al Pabellón de Deportes Javier Imbroda, sede de la Dirección Gral. de Instalaciones Deportivas a inscribir a mi hija en los cursillos de aprendizaje de natación, anunciados en prensa desde una semana antes, por la Consejería de Deportes. La sorpresa consistió en que un cartel de: «No hay plazas disponibles», nos esperaba a todos los padres y madres que habíamos acudido al reclamo, desde una hora antes de la apertura de la oficina.

      Sin armar lio alguno, esa misma mañana redacté una carta de protesta dirigida al Consejero de Deportes, que por supuesto no constestó, aunque disponía de hasta tres meses para hacerlo o no. Así pues, y ante lo que yo estimaba «silencio administrativo», dedicí presentar una nueva reclamación el día 20 de junio, esta vez ante la oficina de Atención al Ciudadano, que depende a su vez, de la Consejería de Sanidad y Consumo. Aquí sí obtuve respuesta, casi inmediata, en la que se me informaba que el Sr. Consejero todavía no había agotado el plazo legal para responder o no. En cualquier caso, me comunicaban que habían estudiado la queja y que procederían a darle alguna solución, que no fuese esperar a los ciudadanos con un nuevo: » no hay plazas disponibles».

            El día uno de julio volví al Pabellón de Deportes dispuesto a hacer cola para intentar conseguir nuevamente una plaza de aprendizaje de natación para mi hija. Esta vez  y aunque el número de personas que estaba en la misma situación que yo, había aumentado considerablemente con respecto al mismo día de junio, nos esperaban nada menos que con 27 plazas disponibles, por lo que pude conseguir holgadamente una de ellas para mi hija y eso que había madres, que hacían cola desde las o7h oo de la mañana.

            Lo dicho, cuando las cosas funcionan, aunque sea a empujones, hay que decirlo. Lo derechos hay que exigirlos como tales.

Isla de Talleres


                 Isla de Talleres

     En atención al comentario de SinRumbo, incluyo esta otra fotografía del solar de Isla de Talleres, en el que ya ha empezado la excavación en serio. En la zona marcada con una línea amarilla en el lado izquierdo, la perforadora en forma de pinza de cangrejo sigue culminando el muro pantalla a 20 mts. de profundidad, y en la zona más próxima a nosotros, marcada con una linea verde, ha empezado el desmontaje de la zapata de hormigón que servía de cimientos a la zona de talleres, del poliddeportivo y las áreas de ocio. Una vez retirada la losa de hormigón, deberán excavar hasta los referidos 20mts, una profundidad nunca vista en Melilla y la orden será no detenerse ante nada, no mirar al suelo cuando se mete la pala excavadora.

          Una obra de estas características y con la cantidad de dinero que hay comprometida, no se va a parar porque aparezca un molino romano (calle Vilegas,1984), o restos humanos y cerámicas islámicas ( cerro de San Lorenzo, 1986 y 1988). Si están; como dice SinRumbo, los restos humanos de los soldados del Sultán Sidi Mohamed Ben Abdalah, puedo asegurar que volverán al mismo vertedero en el que estaban. Otra cosa sería que apareciesen los restos de La Atlántida o incluso de Tartessos, solo en estos casos, creo que podrían detenerse la obras. Una vez marcado el objetivo, mi capacidad de seguimiento excede lo que vaya a ocurrir en esa zona y si los que debían estar interesados y obligados a ello no pueden controlarlo, entonces creo que no vamos a detener nada.

             Aun así, auguro enormes problemas en la zona, porque ahí hay siglos de sedimentos tanto de las cuencas fluviales como del posible estuário de San Lorenzo y más allá de una determinada profundidad, no pueden saber qué es lo que se van a encontrar. Quizá coincidan los niveles freáticos de la zona y una posible filtración procedente del mar, con lo que Isla de Talleres puede acabar convertida en el mayor lago artificial de Melilla. Es una obra muy arriesgada, que curiosamente ya descartaron llevarla a cabo la primera vez que lo intentaron, allá por el año  1998. Ñarucola que se hizo con los terrenos por esa fecha, siendo presidente de Melilla Enrique Palacios, descartó profundizar demasiado en ese terreno, precisamente por ese riesgo y por eso vendieron a su vez el solar, aunque ahora vuelva a participar en el proyecto.

                            ¡¡ Recuerden esta profecía !!