La hora del Concejal de Distrito
En el Barrio del Real se está construyendo casas todos los días. Es de suponer que se solicitan permisos para instalar nuevas arquetas de conducciones eléctricas (generalmente en las esquinas), o se abren aceras para las nuevas instalaciones, etc. El motivo da igual y también quien las abra, el caso es que luego hay que repararlas y volver a poner todo en su estado original. Si quien hace la obra es el Ayuntamiento, debe ser éste el que lo lleve a cabo y si es una constructora, debe vigilarse que una vez acabada la obra, reviertan las aceras a un estado transitable, porque esto no es digno.
Hay una sensación clara en todo este estado de cosas y es el de desidia, pero eso no cabe en una administración local. Las aceras y las esquinas no pueden tirarse reventadas años. Por tanto, creo que ha llegado la hora de crear la figura del Concejal de Distrito. Hay diputados de sobra, la mayoría de Gobierno cuenta con quince e incluso algunos de esos diputados podrían pertenecer a los grupos de la oposición. El caso es que los desperfectos de las calles lleguen lo antes posible a conocimiento de quien debe repararlos o exigir su reparación.
Bastaría con que el concejal de distrito se pasease una vez por semana como máximo, por las Asociaciones de Vecinos de cada barrio o por las oficinas de Atención al Ciudadano, con la que ya cuentan alguna de estas barriadas. Para ello se pueden instalar buzones de sugerencias o cualquier otra fórmula para acumular información del estado de las calles, de las necesidades de los vecinos. Incluso se podrían instalar buzones digitales de distrito, para enviar fotografías de desperfectos o de asuntos que requieran una actuación urgente. Una vez obtenida información suficiente sobre un determinado barrio o zona, se pondrían en marchas las acciones necesarias para dar un aspecto digno a las calles y también para dar solución a los problemas específicos de cada distrito. Cualquier cosa antes que sufrir estas situaciones durante años.