Nuevo Gobierno. Primeras impresiones desde Almería


                     

                       Mas de lo mismo y mucho más de los mismos

           El diario Melilla Hoy avanza parte de la composición de la composición del nuevo Gobierno de Melilla y la primera impresión que ofrece es la de «continuismo», lo que confirma la sensación existente en la ciudad de que nada o muy poco iban a cambiar las cosas. Tenemos pues, salvo un relevo por jubilación: «Mas de los mismo y más de los mismos«.  Esto confirma que el margen de maniobra del presidente del partido y el Presidente de Melilla era escaso, pues siendo verdad que el poder de Juan José Imbroda es absoluto, es igualmente cierto que 11 años de ejercicio de poder establace camarillas  sólidas, a las que no es posible poner coto ni reducir su influencia, salvo que uno quiera arriesgarse a fracturas internas y a la creación de tendencias en el partido. Imbroda sabe perfectamente que la «destrucción política» de Ignacio Velázquez se gestó en los pasillos del Poder  y confirma el axioma de que «hasta el César acaba temiendo el poder de sus colaboradores». Por ello, hasta los consejeros cesados acabarán obteniendo canonjías de recompensa, porque como decían los políticos romanos: «Los elogios son gratuitos pero la lealtad no», y quien quiera mantenerse en el Poder de modo hegemónico, debe pagar esas lealtades. El Poder tiene sus reglas e Imbroda debe cumplirlas.

       Hay menos consejerías, muchas más viceconsejerías y acabará habiendo muchos más altos cargos. No se entiende el mantener nombres que claramente no han funcionado, aunque ahora los cambien de área. El que es un deficiente gestor y lo ha demostrado, lo seguirá siendo por mucho que lo cambien de sitio. No se entiende tampoco ni el motivo ni la causa de algunas de las nuevas incorporaciones al Gobierno de Melilla. No se entiende un nuevo, que va a resultar más caro que el saliente. Hay áreas, como la de Administración Pública que para nada necesitaban de una viceconsejería y hubiese sido suficiente con una dirección general. la Viceconsejería de Festejos y la de Relaciones Vecinales  sobran sólo con mencionarlas. La Viceconsejería del Mayor es excesiva pàra sus funciones y como máximo debería ser un área integrada dentro de Servicios Sociales y lo mismo ocurre con la de Servícios Operativos, que debería depender de Fomento.

          La primera promesa de reducción del Gobierno ya está maltrecha y el camino de la austeridad no se vislumbra por lado alguno. Con este nuevo gobierno ya no se puede justificar la supresión del sueldo de la Vicepresidenta 1ª de La Asamblea, ni la supresión de un asesor por cada grupo municipal. Si el Gobierno de Melilla hace eso con la reforma del ROA (Reglamento Orgánico de La Asamblea), es que van a sacar el «hacha de guerra» desde el primer momento.

       PD: El siguiente gobierno necesitará una foto más grande y está claro que el complejo mundo del Poder de Imbroda tiene más servidumbres y ramificaciones de las que nos pensábamos.

    

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