Los restos árabes de Almería son majestuosos. La Alcazaba de Almería es un monumento impresionante. Las murallas de El Jairán son espectaculares y hay otras zonas de la ciudad en la que los restos de las murallas están integrados en algunas barriadas, de hecho, algunas zonas llevan más de mil años habitadas. Es rara la obra en la que no se encuentran restos antiguos. En Almería se cumple el plan arqueológico nacional y antes de obtener la oportuna y precisa licencia de obras, hay que hacer obligatoriamente un sondeo. La muy nueva y potente Universidad de Almería y su Museo Arqueológico, no dejan pasar ocasión para hacer y realizar las obligadas intervenciones arqueológicas. Almería tiene identificados casi 300 puntos de «posible intervención arqueológica» y tiene unos de los patrimonios no excavados, más importantes de todo el País.
La verdad es que sorprende la cantidad de hallazgos y noticias de hallazgos, mientras que en Melilla no se encuentra nada, ni siquiera por casualidad, y en donde además todo está paralizado y sumido en la oscuridad. Ya sería hora de que los responsables «reales» de la Consejería de Educación tomasen las riendas de la parcela del Patrimonio y diesen un giro de 180º de la política, inexistente, arqueológica de nuestra ciudad.
En el pasado mes de mayo pude fotografiar los «enormes sillares de piedra» que podrían pertenecer a un torreón de la muralla califal de Almería, y cuyo hallazgo, ha paralizado durante tres meses parte de las obras del nuevo mercado de Almería, en concreto la parte del acceso al aparcamiento. El Mercado está situado en el centro de la ciudad, junto a la rambla del Obispo Orberá.