2011, el año de El Alminar


            Termina el año de El Alminar e iniciamos la nueva era, la oscura. El año 2011 queda marcado por muchas cosas, para cada uno tendrá un significado diferente, aunque habrá elementos o puntos de referencias comunes, que serán identificables para todos. Este año que concluye es también el año de El Alminar y he querido concluirlo con la imagen, o más bien el nombre de Juan el  Bautista.

Juan es el  nombre, tanto de el Bautista, como del discípulo amado, el del Apocalipsis. Las referencias hacia ellos en Los Evangelios son escasas, no nos permiten saber quiénes fueron o qué hicieron realmente. De los dos, es el Bautista el más enigmático, llamado también «el anunciador». Él es el iniciador del bautismo como elemento purificador ritual, y lo traigo a colación, porque vamos hacia un proceso nuevo, en donde ya nada será como lo habíamos conocido. Ocurre que esta vez nos van a echar al estanque del Jordán, lo queramos  o no.

Los ricos, las clases altas, los económicamente poderosos han sido, con su inmensa avaricia, con su desmedida codicia, los causantes de la crisis mundial, sin embargo, hasta este momento, no han pagado ni una sola de las consecuencias de la crisis económica, que ha sido y es crisis, pero también un saqueo generalizado, tanto de lo público como de la privado. Lo paradójico de todo esto es cómo «el pueblo» en general, ha pedido a los lobos que se hagan cargo del cuidado del rebaño de ovejas, que somos todos. Lo triste ha sido ver como ha sido el pastor, el que ha derrumbado la cerca para que el lobo entre sin dificultades, le ha allanado el terreno y marcado el camino.  

Juan es el nombre, del que salvo error,  jamás ha tenido un rey español, aunque sí los reyes de Portugal, quizá sea esa la razón, Nos amparamos en ambos, en el Bautista y en el profeta del Apocalipsis, para que la luz de El Alminar, siga llegando a todos y que no nos faltan fuerzas para mantenerla encendida, aunque va a ser difícil verla. Nada va a ser fácil a partir de ahora. Los signos de la oscuridad  son claros.

     Nota: Fotografía de la parroquia de San Juan Bautista, Málaga.

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