Melilla, el absurdo en las calles


 

 

           Calles con nombres prácticamente iguales

       Para los que trabajamos en la calle, encuestadores del INE, trabajadores de correos, del Catastro, de Hacienda, de Justicia, o de cualquier organismo o entidad cuyo trabajo esté relacionado con las visitas a domicilio, comprobará, si mayor dificultad, las absurdas denominaciones de calles, el mal rotulado de las mismas, y la aplicación de un distinto criterio para definir qué es una calle o qué una plaza. Los responsables anteriores no tenían una única idea de como hacer las cosas, o si las tenían las variaban cada día. Según el capricho o la idea del momento.

      En algún momento he llegado a pensar que las situaciones absurdas e incomprensibles, tendrían su fin, que los errores llegarían a corregirse, que habría un criterio único para decidir el nombre y la numeración de una calle. Al final me equivoqué y cuanto más vueltas doy por las calles, veo que los errores se multiplican y que nadie corrige nada. Les dan igual las infinitas molestias que han causado a los ciudadanos, y que seguirán causando, porque este desarreglo en los nombres, deberá ser corregido en el futuro.

         De todo lo que he visto, además del nulo respeto por la historia de la ciudad y de sus gentes, necesario para que los nombres de las calles digan algo, lo que esta semana me ha llamado la atención, asombrado  y confirmado el modo irrespetuoso con que se ha hecho todo, es esta que coloco aquí, la práctica repetición de un nombre en el callejero. No tiene sentido.

   Nota: La 2ª de las calles de igual nombre, la del Paseo Ciudad de Málaga, debería haberse llamando Paseo del Río de Oro, u otro con algún significado propio de la zona.

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Monolito de los Ángeles Custodios


        En el nuevo espacio recuperado del Baluarte de San Fernando, que no hubiese habido que recuperar si hubiesen sido capaces de mantenerlo, existía un monolito dedicado a los Ángeles Custodios, Rafael, Miguel, Gabriel o cualquiera de ellos. Allí estuvo hasta la década de 1990 el cuartel de La Policía Nacional de Melilla. No recuerdo si ese monolito de mármol blanco se instaló en época de los alcaldes de La Democracia, o si fue instalado en épocas anteriores, cuando se reinterpretó todo el pasado de Melilla en claves místico imperiales. Es lo mismo. El caso es que el monolito estaba allí en la navidad del año pasado, en 2010, cuando realicé todos las fotografías con las que demostrar la falsificación de la zona. Estaba allí cuando se iniciaron la sobras de reconstrucción del Baluarte.

      Podría haber permanecido en ese lugar simplemente como elemento decorativo, pero estamos en la ciudad en donde se roban estatuas de la calle  o en donde desaparecen cañones de Melilla La Vieja, sin que nadie llegue a enterarse del  asunto. Aquí se prefiere un ladrillo con tal de que sea nuevo, antes que conservar cualquier elemento ornamental del pasado. A quien correspondiese, está claro que le sobraban todos los ángeles custodios. Realmente no necesitan ninguno.