1996, barbarie contra el centro comercial


          

 

              1996: Todos contra Ignacio Velázquez

     En 1996 Ignacio Velázquez, alcalde de Melilla y primer Presidente Autonómico, intentó la implantación de un centro comercial en Melilla y ese fue su principio del fin. Ignacio Velázquez cometió un error, aunque grande, y fue el no hacerlo de un modo claro y contando con el apoyo ciudadano. Debería haber recabado un apoyo social amplio, una base con la que hacer frente al bloque  político y empresarial que  le boicoteó absolutamente todo.  También hay que decir, que su movimiento parecía estar diseñado de  un modo limitado, con el que solo unas pocas personas habrían sacado la tajada limpia, y que se presentaban como «delegados del grupo Eroski» en Melilla. Debería haber abierto la instalación de un centro comercial a las grandes cadenas españolas y mediante concurso público. Sin embargo, el error de Ignacio Velázquez, no exime de culpa «a la barbarie» con la que se actuó en su contra.  Tampoco tuvo oportunidad de hacer otra cosa, porque le reventaron el asunto desde dentro.     

                Partidos políticos y sindicatos se convirtieron en defensores de unos intereses empresariales hegemónicos de Melilla ( representados y liderados por la Asociación de Comerciantes de Melilla y la Confederación de Empresarios),  de modo todavía incomprensible.  Algaradas, agresiones físicas al entonces Alcalde de Melilla, boicot a la Feria de 1996, cierre patronal de comercios (prohibido por La Constitución), y una situación social de violencia infinita. Nunca se vio nada igual en Melilla, nunca se ha vuelto a ver acciones semejantes.

     El caso, es que la principal objeción que se hacía al centro comercial, que supondría el fin del comercio tradicional, se ha demostrado ridícula y absurda, porque el comercio tradicional se ha hundido solo, en el centro de Melilla, sin necesidad de centro comercial alguno. De no ser por las «franquicias comerciales», hoy en día no se bajaría al centro de la ciudad para nada.  Visto con perspectiva, podemos decir que lo que defendían las asociaciones empresariales de entonces, era seguir acaparando en las mismas manos, casi la totalidad del volumen comercial de productos de primera necesidad y de consumo minorista en Melilla.

         Con la misma perspectiva digo hoy, que si no se modifica el criterio de instalación, y no se hace de un modo abierto y transparente, al final, el centro comercial seguirá beneficiando a los mismos y no a Melilla. Unos cuantos seguirán amasando grandes fortunas, a cambio de las cuatro migajas de los posibles empleos que se puedan crear.

          El otro gran problema sería el de la situación del centro comercial y de las infraestructuras. No hay viales de acceso a la parcela de Valenzuela. La entrada por General Villalba está ya saturada con el dislocado mercado de naves mayoristas de la zona y con el mercadillo minorista. No hay zonas de aparcamientos, ni nuevas ni antiguas. Si todo está ya saturado, con un Centro Comercial , la zona, sencillamente reventaría, porque allí está también la frontera con Marruecos y todo está inundado  de vehículos, a casi cualquier hora del día.   En la situación actual, intentar eso, con estas infraestructuras,  es un disparate. Pero también, hay que solucionar la anomalía de que Melilla, sea la única ciudad de España sin una Gran Superficie Comercial.

     La gran oportunidad se perdió entonces y aun así, algunos sacaron una tajada espectacular. Todavía nadie ha explicado como un terreno cedido por Defensa, mediante convenio, para construcción de viviendas sociales, acabó enterito en manos privadas.

  

Anuncio publicitario

Hallazgo de nuevos tramos de muralla en Ceuta


                Arqueología en Ceuta, la diferencia

         En los últimos días saltó la noticia desde Ceuta, del hallazgo de nuevos tramos de muralla, y de dos torres de época mariní del siglo XIII. En Ceuta se están haciendo excavaciones sistemáticas desde hace varios años, en donde en una sola campaña (dos años) se excavó todo el área de Pasaje Fernández, una superficie diez veces mayor que la del Gobernador (2002-2012).

          No juzgamos ni lo haremos nunca, la labor de los profesionales. Quien sea capaz de decir que desde El Alminar, o en mis propios artículos hay una sola línea de descalificación hacia esa labor, la arqueológica, miente, realmente es la única labor que defiendo. Todas las críticas que he realizado y que seguiré haciendo, son hacia la «gestión de la cultura» en Melilla, que es pésima y nada atenta con el patrimonio de Melilla. Para empezar, se ha permitido que una empresa privada, de la que nunca mencionaré el nombre, se haya apropiado de la gestión arqueológica de Melilla, de su divulgación y de su investigación.

           En Ceuta hay un área de Cultura, hay un arqueólogo municipal y cualquier noticia se difunde, se permite la visita, la publicación de fotografías, la difusión, y sobre todo, la investigación con otras universidades (Málaga, Sevilla, Cádiz). Por ese motivo Ceuta consiguió un convenio de casi dos millones de euros para excavaciones y Melilla no tiene nada. Por eso Ceuta hoy en día, es alguien dentro del mundo arqueológico nacional y Melilla no es nada. La diferencia es notabilisima y todavía hay quien sigue defendiendo este modelo, pero allá cada uno y su responsabilidad en todo esto.

        En Ceuta, quien difunde y comunica cualquier hallazgo es el  Gabinete de Comunicación y análisis de la Consejería de Cultura. Aquí ni siquiera saben qué es eso. No tienen humildad para nada.

Nota: Las fotos y el comunicado de la Consejería de Cultura de Ceuta, me han sido proporcionados por la periodista y adjunta a la Dirección de El Pueblo de Ceuta, Tamara Crespo, que también fuera directora de El Faro de Melilla.

PD: http://www.canalpatrimonio.com/es/noticias/?iddoc=62495