Este cruce tiene un elevado riesgo, porque siempre hay que atravesar la circulación proveniente de Álvaro de Bazán, y la que asciende del Paseo Marítimo. Sin regulación semafórica tiene un elevado riesgo, porque hay gente que viene «volada» por las calles. Da igual el momento del día en el que se intente, porque siempre llega el tráfico de costado. Eso sí, hay horas de mayor saturación que otras. El problema que tiene es que los «segundos de paso» son los que son, y que generalmente se usa el cruce en dirección Músico Granados, por lo que la embocadura queda saturada enseguida, y se forma una cola que bloquea tanto la circulación que procede de Álvaro de Bazán, como la que sube girando del Paseo Marítimo. A veces no queda más remedio que el propio coche intercepte parte del cruce. No hay otro remedio si se quiere pasar por ahí.
El asunto no tiene remedio, porque aunque uno pretenda girar a la derecha y cambiar de dirección en la zona de la Comisaría de Policía, hay que esperar a que la cola que sube del Paseo Ciudad de Málaga evacue hasta el último coche, porque el intento de cruzar de modo frontal, impide cualquier giro. Todo está mal diseñado, porque en esta zona debería haber tres carriles, uno de bajada y dos de subida, de modo que el central fuese para seguir en dirección de la calle Músico Granados y el carril derecho para girar hacia la Plaza de España.
De esto se da cuenta cualquier automovilista, sobre todos los que por razón de trabajo tienen que usar el coche de modo constante. Para el conductor ocasiona, todo resulta demasiado incómodo y sobre todo, arriesgado.