Febrero en año bisiesto


                  

            

Se  cierra el mes de febrero con un día mas, como corresponde a un año bisiesto. Ha sido un mes muy duro, con mucho frío y demasiado seco. Si no se remedia la situación durante la primavera en ciernes, nos encaminaremos hacia una situación de sequía, ya anunciada en muchas partes de España y vaticinada en dos entradas desde El Alminar de Melilla. Pese a todo, febrero ha supuesto de momento, el mejor mes de la historia de El Alminar, con 18.000 visitas totales y una media diaria de 615. Con solo 10 meses de existencia, El Alminar se ha consolidado y ha expandido el nombre de nuestra ciudad al mundo entero.

       En el mes de febrero el día ha aumentado su periodo de luz en 1h y 8´. Este es también el mes de podar los viñedos y el arbolado. Durante los meses siguientes no debe hacerse, salvo algunos árboles en marzo, porque es el tiempo de anidación de los pájaros. En Melilla seguiremos viendo las operaciones de poda durante todo el año, sin respetar tiempo alguno, incluso en los meses próximos al verano, cuando toda sombra es poca. En marzo debe detenerse toda operación de poda, porque como dice el refrán: «En abril, poda solo el ruin».

                   En febrero regresaron las cigüeñas a sus nidos, salvo en Melilla, en la que por alguna razón, no han anidado nunca. Sin embargo, hace años, en la zona de Tistutin, vi un nido de cigüeñas en lo alto de un alminar, lo que me resultó muy desconcertante, porque en Castilla siempre se dice que la cigüeña es un pájaro de iglesia, claro, que eso era antes de saber que antes que los campanarios, fueron los alminares. 

Nota:   La fotografía ha sido realizada en mi reciente viaje a Segovia. Es una iglesia desconsagrada de La Granja de San Ildefonso.                

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Residencia Militar de Melilla


           

 

               Arruinada, abierta y a merced de todo

     Esta antigua Residencia Militar, se encuentra abandonada, en estado de ruina total, abierta y a disposición de quien quiera hacer uso de ella, que de hecho lo hacen. En días atrás, y mientras comentábamos supuestas «casas encantadas» en Melilla, un colaborador nos informaba de que había visto gente en su interior, pese a estar cerrada por todos lados. Hasta ese momento sólo me había limitado a tener almacenadas algunas fotos de su fachada. No había sentido nunca el interés de fjarme en ella con detalle, sobre cuál era su estado real y si era posible acceder al interior de la misma. El colaborador que firma como «jesús» (no confundir con Jesus), dió en días pasados la señal de alerta y hasta allí acudió El Alminar.

         La situación del histórico inmueble es dantesca, está completamente arrinado y saqueado, lleno de basura y abierto por su parte trasera. Se puede entrar en él por cualquier lado y parece constituir un claro refugio de «personas de la noche», aparte de un grandísimo foco de inseguridad ciudadana para toda la zona.

     El edificio ha sido responsabilidad del Estado hasta la pasada primavera, en la que se cedió al Instituto Victoria Eugenia, por tanto, nos encontramos ante algo de lo que no tiene culpa alguna el Gobierno Autonómico, y esto ya sí constituye una novedad digna de ser reseñada. En un principio se pensó en la Comisión Islámica de Melilla, pero no se sabe porqué motivo no llegó a cuajar esa cesión,  y constiuyó uno de los motivos para la ruptura de la alianza electoral entre Coalición por Melilla y los socialistas.

          El estado de abandono y ruina es lamentabilísimo. Nunca podré entender el porqué las casas y las cosas tienen que llegar a estas situaciones límite en Melilla, una ciudad en donde el Patrimonio se arruina de modo inexorable. La Residencia Militar, asignada al Instituto de Formación Profesional, es ahora mismo una carga casi imposible de levantar. Habría que gastar una cantidad ingente de dinero en evitar su desmoronamiento y no digamos ya, el reacondicionarlo y ponerlo en uso.

       Al final, por no conservar las cosas en su tiempo, se acaba pagando el quíntuple de lo que hubiera costado mantenerlo. Esto es también es una forma de derrochar el dinero de todos. La Residencia Militar, tal y como está, ya no sirve de nada.

    Nota: (1) No acabo de entender porqué tenemos que ser los ciudadanos los que denunciemos estas cosas, cuando hay Consejerías y servicios municipales que tendrían que estar al tanto de estas cosas.

               (2) Obsérvese la paloma crucificada sobre la ventana. Ya había oído hablar sobre ritos satánicos en Melilla. No digo nada mas.