El convento olvidado del Real Sitio de San Ildefonso


               

               El Convento del Triunfo de la Inmaculada Concepción

 Enrique Delgado

     Algunas piedras guardan un mensaje, pero no siempre es posible interpretarlo o entenderlo. Las piedras no tienen prisa y pueden guardar su secreto durante años o siglos. Las ruinas de esta Iglesia conventual en el Real Sitio de San Ildefonso o La Granja, en Segovia, llevan más de 6 décadas en estado de abandono. Las impresionantes celosías de madera ocultan una historia a punto de perderse, incluso una de ellas se está hundiendo.  La enorme mole del convento, hecho con piedra de granito de Guadarrama, se mantiene incólume, pese a no haber recibido ninguna atención en los últimos 60 años. El altísimo campanario sigue vigilando y guardando celosamente los secretos de su historia y de su fundación. Lo más que aciertan a decir los habitantes del Real segoviano es que se trata de un convento, sin mayor detalle o especificación. Pese a todo, son una ruinas especialmente atractivas, casi orgullosas, en la esbeltez de las líneas que lo forman.

           Muchas cosas resultan  llamativas en esta historia, que nos persigue desde el año 2013, en el que por primera vez escribimos sobre ella. También es curiosa  la advocación de Nuestra Señora del Olvido, la virgen rectora de la Orden de la Inmaculada Concepción de María Santísima, fundada por la madre María de los Dolores y Patrocinio. Esta es la narración de una historia que hemos ido componiendo a lo largo de varios años, en la que un paso ha llegado solo después de otro, sin que haya sido posible saltarse nada. El olvido,  el del manto de Nuestra Señora del mismo nombre, ha cubierto y protegido estas ruinas a lo largo de años, localizadas en el Real Sitio de San Ildefonso. Ahora ha levantado su manto para que sea conocido  y no todo se pierda.

          Solo la aparición de un libro olvidado, editado en 1925, el de Sor María Isabel de Jesús,  ha permitido que conozcamos la historia completa de estas ruinas. Sor María Isabel, la francesilla, como la llamaba su venerada madre, compuso en sus últimos años una biografía completa de Sor María de los Dolores y Patrocinio. La riqueza de los datos recogidos da para muchos artículos, pero ahora solo nos centraremos en el convento.

                   Los conventos de la Madre Patrocinio

         Sor María de los Dolores y Patrocinio fue una reformadora de la Orden de las Concepcionistas, y en algunos textos se la compara con la labor de Santa Teresa, de hecho en ambientes canónicos se la llama la Santa Teresa del siglo XIX. Fue objeto de persecuciones por el Poder público, siendo desterrada varias veces en el interior de España (Talavera, Úbeda, Badajoz), y también enviada al exilio en Francia durante una década. Así mismo, fue objeto de martirio físico (golpes y palizas) para que se retractara de sus visiones, y de escarnio social con viñetas e historias difamatorias.

             Pese a todas estas trabas y reveses, no cesó en ningún momento en sus reformas y fundaciones: Torrelaguna en 1856, Aranjuez en 1557, San Ildefonso y El Pardo en 1559, 1561 en San Lorenzo de El Escorial y en Lozoya, en 1864 funda un convento en Manzanares, en San Sebastián en 1866. El fundado en Guadalajara en 1867 se convertirá en su sede permanente, en donde morirá el 27 de enero de 1891. Antes en 1868, tras el derrocamiento de Isabel II será exiliada a Francia al instaurarse la I República española tras un pronunciamiento militar. Las dos siguientes fundaciones e llevarán a cabo en Francia, Seine et Oise  en 1869, y en Beloc en 1871. Tras su regreso de Francia en 1877 reformará varios conventos; el convento de Las Puras en Almería, la del convento de San José en Madrid en 1877, y la de Corral de Almaguer en 1880. Fundará un convento en 1882 en Alcazar de San Juan en 1882, reformará el de Puebla de Alcazar en Badajoz en 1882 y el de Almonacid de Zorita en 1883. Las dos últimas reformas serán las de 1884 en Cabeza de Buey de Badajoz, y el del Santísimo en Granada.

                     8 de octubre de 1859 en La Granja de San Ildefonso

          Una Real Orden de 3 de agosto de 1859 dio el placet, a través del ministro de Gracia y Justicia,   a la  madre Patrocinio para fundar y poner en marcha el convento del Real Sitio de San Ildefonso, con la finalidad de mejorar la educación y conocimientos de la clase  menesterosa. será el siguiente en ser fundado tras el del Aranjuez, en un plan Real de fundaciones en los Reales Sitios.

               Sor María de los Dolores y Patrocinio llegó a La Granja de San Ildefonso el día 3 de octubre de 1859. Al día siguiente, 4 de octubre, se celebrará la primera misa en la iglesia del Convento del Triunfo de la Inmaculada Concepción, en honor de San Francisco de Asís, a la que asistieron todas la autoridades de la zona. El convento fue inaugurado solemnemente el día 8 de octubre, en presencia de la Reina de España Isabel II. Este que reproducimos a continuación, es el discurso inaugural de la madre Patrocinio y su opinión sobre el nuevo convento fundado, tras los agradecimientos protocolarios: El Convento  es muy bueno, con mucho mayor local que el de Aranjuez; la huerta no tan grande, pero tiene mucha fruta. Hay iglesia pequeña, algo más grande, como vez y media que la capilla. El coro bajo es anchísimo, de largo como el de Torrelaguna, ancho el doble por doble. Estas gentes son muy buenas y a todas nos ha probado bien. El día 10 tendremos la función de inauguración y establecimiento de la comunidad, a la que asistirán todas las autoridades, como el día de nuestro Padre San Francisco, y por la tarde tomarán el hábito dos o tres religiosas. Lo más esencial quedará concluido pronto, de modo que pienso dejar todo arreglado en debida forma, para marchar a primeros de noviembre. Los artistas y todos, por lo que se observa, trabajan aquí más con el corazón que con las manos, y tienen un respeto todos, grandes y pequeños, que no se observa en esa (Aranjuez). El administrador se porta admirablemente. Hemos encontrado muchas camas, mantas, vidriado y toda clase de muebles.

                                         El abrupto final

           Como puede comprobarse quedó muy satisfecha con el convento de San Ildefonso, que además contaba con unas dependencias conventuales. Los finales casi siempre suelen ser muy abruptos. Apenas 9 años después triunfaría la revolución y asonada militar que concluyó con el derrocamiento de Isabel II, su amiga y protectora. Apenas tuvo tiempo Sor Patrocinio de cruzar la frontera en dirección a Francia. Con la desamortización de Mendizabal en 1870, las monjas Concepcionistas franciscanas perderían la propiedad del convento para siempre. Las dependencias conventuales quedarán cerradas, y solo se usarán con posterioridad como hostal. La iglesia sin culto desde entonces, salvo por un breve espacio de tiempo en el que habitó una comunidad franciscana. Desde 1943 la iglesia es propiedad privada*.

             El artesonado de madera del techo, las decoraciones de los muros y otros elementos artísticos están en buen estado, solo presentan problemas las cubiertas. Todo permanece como testigo mudo de un tiempo ya pasado y casi olvidado.

Las campanas gemelas de Santa María de La Victoria


           Las campanas de Melilla la Vieja tienen tres siglos de antigüedad

Enrique Delgado

             Las campanas tienen una función muy importante en las iglesias, tanto que muchas de ellas son bautizadas, rociadas con agua bendita, antes de ser instaladas en su torre, campanario o espadaña. En tiempos pasados su tañidos regulaban la vida de la ciudad, pueblo o comarca. Marcaban los nacimientos, las defunciones, eran la señal de aviso para contingencias, accidentes y grandes acontecimientos.  La labor de campanero era uno de los oficios importantes dentro de las personas que vivían dentro de la iglesia. Voltear una campana, ponerla en marcha de modo manual es algo que ya apenas se hace, entre otras porque es un oficio peligroso. En las grandes campanas de las catedrales hay que subirse en ellas e iniciar el movimiento con la fuerza y destreza humana.

           Las campanas ya no suenan en casi ninguna iglesia, entre otras cosas porque hoy se vive en una sociedad en la que casi todo molesta. Son muy pocos los lugares en donde el tañido de las campanas marcan las horas y los cuartos, aunque todavía quedan. Algunas son demasiado estridentes y otras aturden. Por eso, junto a las campanas principales, que solo se tañen en ocasiones especiales, se instalan otras más pequeñas para realizar las funciones horarias.

                Las campanas de la iglesia de La Purísima Concepción de Melilla

                   Son tres campanas las que se ven en la espadaña de la fachada de la iglesia de Melilla la Vieja. La más pequeña es de las llamadas de volteo, y fue instalada allí el 19/03/1940. Es pequeña y estridente. Su colocación fue objeto de una ostentosa ceremonia, y fue apadrinada por el general García Valiño y su esposa. Esta no nos interesa pero dejamos el dato apuntado.

                        En todos los folletos, artículos e historias  consultadas sobre la iglesia patronal de Melilla, nunca hemos visto ni una sola línea referida a las campanas, a su historia, a sus posibles nombre o a su antigüedad. Las campanas se fabrican en moldes específicos que luego se destruyen, por eso no hay dos iguales. En ellas se inscriben jaculatorias, el nombre de quien las encarga, el peso, el punto en donde debe golpear el badajo, o cualquier otra cosa que se quiera. También se adornar con escudos o anagramas en el cuerpo de la campana, y con filigranas e inscripciones en los bordes o labios.

                   Las dos campanas de la iglesia de La Purísima de Melilla la Vieja ya han perdido el yunque, y están sostenidas por vigas de hierro que atraviesan sus asas y hombros. En la parte superior o tercio, tienen la misma jaculatoria: Santa María ora pro nobis. En el cuerpo de la campana hay una misma cruz de filigranas, atravesada por clavos y la palabra INRI (Iesus Nazarenus Rex Iudiorium). Las campanas están colocadas en sentido inverso, una frente a la calle y la otra frente a la iglesia. La cruces tiene también alguna diferencias, en la disposición de los clavos y en los adornos superiores. La campana con los datos de fabricación lleva encima la cruz hospitalaria, mientras que la otra tiene un pequeño asterisco o estrella.

                  Entre ambas hay unas pequeñas diferencias solamente. La situada en el lado del evangelio, en el labio tiene unos acrónimos con sus datos de fabricación: XPL DEBARGAS MFFESI MÁLAGA AÑO 1719. Su compañera y gemela no los lleva, pero en la parte superior, cerrando la jaculatoria, se lee el año de fabricación, el mismo 1719.

Un monumento arbóreo de Melilla


La tríada de ficus de la calle Pablo Vallescá

             En u  principio eran cuatro, pero una desafortunada poda hace 30 años hizo que uno se secara y tuvo que se talado. Esos árboles llevan en ese lugar desde 950, cuando se construyó el edificio de Correos. Constituyen un monumento arbóreo de primer orden, y deberían ser declarados como tal. Deberían ser protegidos mediante una ordenanza municipal, y preservarlos de podas y de cualquier acción en su contra. En la mitad del Paseo de Almería hay un ficus centenario, y está preservado como una joya. Tiene incluso una placa con su descripción y con la datación de su antigüedad.

                 Estos tres árboles cubren con sus ramas toda la fachada del edificio, proporcionando una sombra abundante y una frescura a la acera, como ya no queda otra en la ciudad, arrasada en su masa arbórea por las podas indiscriminadas y permanentes. A nadie se le escapa que estos tres árboles están así de frondosos porque no han recibido atención alguna en los últimos veinte años. La mejor manera de sobrevivir en Melilla es conseguir que el poder público no te haga caso.

                 El edificio fue abandonado por Correos de modo inexplicable hace ya cinco años. Ahora ha sido comprado por la Ciudad Autónoma y con la futura remodelación del lugar, tendrán la tentación de podar su ramas y sus raíces colgantes. Antes de que ocurra algo así, deberían catalogarse y protegerse, embelleciendo los alcorques que los circundan.

                   Por el momento disfrutaremos con su contemplación y frescura.

Tarde para la patrona de Melilla


                La tarde de cada 8 de septiembre es para la patrona de Melilla, la Virgen de la Victoria. Con su desfile procesional se cierra la Feria de la ciudad y también entreabre la puerta del otoño.  Este año hemos esperado a la Virgen de la Victoria en el mismo lugar que el año pasado, sin embargo, llegó una hora más tarde que en 2014. Es demasiado tarde para la patrona. La población melillense de confesión cristiana,  es poco mayor que la de un pequeño pueblo peninsular. Probablemente la afluencia de público sea similar en términos porcentuales, pero en Melilla eso se nota mucho más. Nunca hay más de 1000 personas congregadas y eso se deja notar. La sociedad puede ser multicultural, pero la confesión religiosa es algo distinto.

                A algunos que no lo saben, les sorprende que una imagen en madera, representación de una advocación cristiana de la Virgen María, de la Victoria en este caso, sea alcaldesa honoraria y perpetua de la ciudad. Esa decisión, insólita a todas luces, fue tomada por un ayuntamiento democrático en 1996, en concreto el del popular Ignacio Velázquez. Algo así hubiese sido entendible en épocas pretéritas, pero no en una época tan reciente.

                   Otra cosa que rechina, es la presencia de autoridades en las procesiones ejerciendo como tales. Pueden ir, obviamente, pero mezcladas entre el público. Una de las cosas sobre las que debe meditar la Santa Madre Iglesia, es en seguir fomentando y participando de esta mezcla entre lo político y lo público, al menos en procesiones oficiales. Quien sea practicante católico debe ir, pero como uno más, confundido entre el resto de los fieles. Por lo visto, año tras año, es una ocasión para el hastío y para el propio lucimiento.

                    En un libro leído recientemente sobre el obispo Pedro Casaldáliga, se cerraba con esta extraordianaria máxima: «No basta con ser creyentes, hay también que ser creíbles». Muchos de los que iban en esa procesión no están en ninguna de las dos categorías.

                          En El Alminar nos quedamos con la imagen de la Virgen de La Victoria, con su portadores, con los fieles anónimos, con la banda de música y con la siempre vistosa escolta de Regulares. Este año no mostraremos a los figurantes.

La ley de la motosierra


              Por muy lejos que se esté de Melilla, las noticias acaban alcanzándonos. El agosto melillense es un mes de barbaridades informativas. Es como si aprovecharan el vacío de la ciudad para llevar a cabo las cosas mas insólitas e inverosímiles. Los árboles empiezan a molestar en algunas ciudades, pues impiden la realización de proyectos megalómanos, destinados solo al beneficio de las empresas y de los comisionistas. La noticia del serrado desproporcionado de los árboles del bulevar del Real me llegó estando a más de 100o kms. de la ciudad. Ya habíamos escrito de ello, pero siempre habrá un vuelta de tuerca más.

        Si hay que serrar, talar o podar los árboles de modo salvaje y desproporcionado. Los de la calle La Legión en el barrio del Real  es una de las canalladas arbóreas más grandes vistas nunca en la ciudad. Este serrado de ramas, o talado completo de algunas, ha sido perpetrado contra unos ficus plantados allí en 1940. A lo largo de año han sido objeto de tres podas y serrados, que los han desprovisto de más del 50% de su copa. La calle de La legión es ya intransitable e inhóspita. No tiene sombra y lo que ante era un paseo fresco ahora es ardiente.

                    Les han serrado las ramas sin ni siquiera cubrir la superficie cortada con algún tratamiento que impida la entrada de insectos e incluso la posterior muerte del árbol. En el barrio del Real se puede observar ya troncos completamente secos, que puede quebrarse y caer en cualquier temporal, como está sucediendo en muchas otras ciudades de España, con caída constante de árboles y el consiguiente peligro para los ciudadanos.

               Nota: https://elalminardemelilla.com/2015/06/22/poda-y-repoda-en-el-barrio-del-real/

Buzones de correos en Melilla


Reliquias urbanas

              En el mundo de lo inmediato, de lo instantáneo, de la mensajería digital, acercarse hasta un buzón de correos y echar una carta resulta ya casi un gesto arcaico, sin embargo, y parafraseando al gran Lope: «quien te conoce lo sabe»; esto quiere decir que nada hay comparable a depositar una carta física en un buzón y esperar respuesta. El avance del mundo digital es tan rápido, que el mismo correo electrónico es ya algo obsoleto, y a veces inservible por la saturación que provoca el spam.

           Yo todavía, cada vez menos, uso el correo físico, sobre todo para las felicitaciones navideñas y para objetos físicos que no son convertibles a formatos digitales (word, pdf, o imágenes jpg). Lo físico es tan real como lo electrónico y digital, sin embargo el primero ocupa un volumen en el espacio, cosa que no sucede con los formatos digitales.

                Las cabinas telefónicas pueden desaparecer en cualquier momento, de hecho es algo que ya se está planteando Telefónica de España, debido a su ya escaso uso, al coste del mantenimiento y también debido al vandalismo urbano, que convierte algunas de ellas en puras ruinas.

                  Todas estas desapariciones implicarán la pérdida de puestos de trabajo, y con ellas se perderá un mundo imposible de recuperar o de explicar. La sensación de recibir una carta o una postal, no podrá compararse nunca a la mensajería instantánea.

                    Hace ya tiempo hablamos de las cabinas de teléfonos y hoy nos tocaba hacerlo sobre los buzones, cuyo estado no invitan precisamente al uso. Aun así, un amigo cartero me digo que mientras exista un buzón en la calle, existirá alguien que lo abra una vez al día y transporte las cartas y  postales a la correspondiente oficina de Correos. Mientras existan, los seguiré usando.

             Nota:https://elalminardemelilla.com/2012/07/31/cabinas-telefonicas/

La resaca de Averroes


           La publicación de las fotografías de parte de los garajes de la barriada de Averroes hizo que El Alminar registrara 1713 visitas el primer día y 950 el segundo, casi 2700 en 48 horas. Era una realidad oculta que no se había mostrado. Una de las dificultades fue escoger 6 imágenes entre todas las realizadas. Se quería mostrar una sensación tétrica y el objetivo quedo alcanzado. Sin embargo apenas hemos mostrado la angustia que envuelve a 258 familias que viven en unos bloques, que ya no sienten como seguros. Las grietas están apareciendo por todos lados, incluso en algunos pilares. Las más llamativas son las de los marcos de las ventanas. Hay decenas y hay que mostrar las más significativas. Los coches abandonados en el garaje superaban la decena. Siempre hay que escoger entre aquello que se quiere mostrar. El impacto visual alcanzado ha sido grande, pero la realidad es peor.

      La prensa señala que ya se ha concluido la retirada de escombros y el problema parece solucionado, sin embargo,  el derrumbe solo ha mostrado una parte de lo que se esconde en unos edificios con solo 10 años de antigüedad. En una parte de la ciudad el drama se sitúa en el derribo de unas obras ilegales en un ático. En la otra, el drama es el estado incalificable de edificios completos. Sobre esta barriada se va  a hablar y mucho, en los próximos meses.