Los exiliados del CETI
El CETI ( Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes ) no es una cárcel, por mucho que algunos se empeñen en darle esa calificación. Es un Centro/Residencia de inmigrantes, procedentes de países del África subsahariana, de Pakistán, de Bangladesh, etc. Es un micro cosmos complejo y necesario, en donde obviamente rigen unas normas, unos horarios que regulan la jornada habitual en este tipo de centros. Esto ocurre tanto en este centro como en cualquier otro, ya sea una residencia de ancianos, de menores. Por eso llamarlo cárcel no sólo resulta injusto, sino también excesivo.
Nunca dejarán de afluir inmigrantes a nuestras fronteras y las estancias se prolongarán cada vez más, porque la situación de crisis en la que ha entrado España, Europa, el Mundo, hace que el control y las trabas a la inmigración aumenten cada vez mas. Ya no hay tanta demanda de trabajo temporal y la que se ofrece, generalmente es regulada a través de Embajadas en los países de origen o se cubre con los extranjeros residentes legalmente en España, y a veces también ilegalmente.
El CETI no es una cárcel, por eso quienes no quieren, no viven allí. Desde hace aproximadamente un año, empezaron a acampar en la ladera Este del Cerro de la Palma Santa o Loma del Viento, los inmigrantes subsaharianos que no aceptaban el régimen horario, ni de vida del CETI. Lo que en principio pareció un pequeño asentamiento, se ha convertido hoy en una auténtica barriada, que con la llegada del calor puede producir serios problemas de higiene, en un asentamiento que ya carece de él. La población podría alcanzar actualmente los dos centenares de personas con tota facilidad y parece, que también se habrían asentado allí los inmigrantes de vida más disoluta. Se habla de consumo abundante de alcohol, de comercio sexual o de sustancias ya claramente ilícitas. La tensión máxima se produjo el pasado 25 de marzo, cuando tres inmigrantes murieron abrasados en su choza, ¿accidente fortuito, ajuste de cuentas?. Información policial oficiosa habla de que los inmigrantes allí establecidos no llevan precisamente lo que pudiera llamarse «una vida familiar tradicional».
Desde aquel suceso luctuoso, los vecinos de la Loma del Viento, hablan de un aumento de la inseguridad, de robos, de problemas de salud, de ruidos, de molestias, aunque también es cierto que ahora hay una vigilancia policial constante y discreta, que también había antes. Pero la situación podría agravarse con la llegada del verano. Desde luego no es un lugar recomendable.
Incluso el poblado ya tiene su propio arrabal, que se sitúa al otro lado de la Carretera de Circunvalación, sobre la ladera del Río de Oro.
¿Quién tiene la culpa de este asentamiento? es una vergüenza (todo es una vergüenza) ¿esto al final pasará factura? pienso que poco a poco esta gente irá construyendo (ahora chozas del inframundo) sus viviendas y a ver quien tiene narices de echarlas abajo como ya ocurrió en otra barriada de Melilla.Somos demasiado permisivos. Esto lo pasamos por alto porque directamente no nos afecta, pero que le pregunten a los vecinos del Cerro.¿porque las autoridades permiten que pase esto? No será porque no se vé claramente que hay un montón de chozas. Esperemos que en esta nueva legislatura hagan algo, porque cada vez tenemos menos seguridad. te pregunto ¿se puede hacer algo para que las autoridades se pongan manos a la obra, y echar abajo esa inmundicia?
Se debería hacer un trato con Marruecos y construir un CETI, con fondos europeos, en el sur de Marruecos. Allí serían enviados todos los subsaharianos que no recuerden su país de procedencia o cuyos países tampoco quieran hacerse cargo de ellos. Todo esto con las máximas garantías y hasta que sus expedientes se resuelvan.