Es la imagen del día, la del año, la de la década. Juan José Imbroda, el todopoderoso Presidente de La Autonomía de Melilla, ha hecho cola desde primeras horas de la mañana, para sacar sus entradas (tenía derecho a 6), como cualquier otro ciudadano. Nuca se había visto nada igual en Melilla, nunca nadie lo había hecho antes, pero si Juan José Imbroda lleva 11 años como Presidente de Melilla y más de 30 años en la política activa, es porque sabe anticiparse como nadie a cualquier hecho políticamente peligroso. En los últimos acontecimientos representados en el Kursaal, ha habido todo tipo de comentarios, rumores y hasta evidencias, acerca de la «reserva de entradas» para los VIP (very important person), Sin embargo, hoy, el presidente Imbroda ha decidido acabar de un plumazo con cualquier especulación y ha ordenado poner todas las entradas a la venta y a la vista del público.
Además ha tenido hasta suerte, porque había dos colas y la suya, la que se iniciaba en la calle Pablo Vallescá era la buena y en apenas dos horas ha salido del Kursaal con sus entradas en la mano. Los que estábamos en la cola lenta, hemos necesitado dos horas más, para conseguir la nuestra, eso sí, de «gallinero», osea, de anfiteatro. Pero esto ya ha sido únicamente cuestión de suerte.
PD: Ha hecho cola sin trampa ni cartón. No tenía «un emboscado» guardándole el puesto hasta que él llegara. Allí estaba, en persona,desde poco mas de las 09h am. Tampoco ha dejado que le cedieran el puesto, que lo hubiesen hecho gustosos todos los que estaban antess que él. Hoy en El Alminar había otras cosas previstas, pero la noticia del día es ésta. La siguiente versará sobre el caótico sistema de venta de entradas.
El Alminar de Melilla 
No habrá estado en la cola en horas de trabajo no?????
Enhorabuena al presidente, ojalá los demás hagan lo mismo. Hombre yo no le hubiera dejado mi puesto si hubiera estado delante de él, pués es muy pesado esto, esto le honra. La proxima vez enterate cual es la cola rápida jajaja.
El presidente lo es durante las 24 horas del día. Su trabajo es ser presidente. Además, así ha comprobado in situ, el delirante sistema de venta de las entradas. Pero esto lo contaré en la próxima entrada.
Como es posible que la diferencia entre las dos colas fuera de dos horas ? ?
Voy a explicarlo. El Alminar no da a basto. Paciencia, como hemos tenido en la cola. Gracias. Hay fotos espectaculares.
A mi el presidente, ni me dá ni le doy, pero comprendo que entradas de protocolo deberían haber habido, eso sí, sin pasarse como tienen por costumbre, pero como mínimo que menos que cuatro entradas deberían facilitarle a protocolo de la Ciudad Autónoma, Delegación de Gobierno y Comandancia General, que para eso son las tres instituciones representativas de nuestra ciudad…el resto que se ponga en la cola como to quisquis
May Goldilla, muy buena tu pregunta, jajajaa.
Ese ha sido otro error, el abrir las taquillas en horario laboral. Yo me descontaré un día de permiso.
Lo que tenia es que estar trabajando o es que ha pedido un dia de sus vacaciones para estar alli… Y encima alardea… En cualquier otro trabajo si un empleado anunciase lo mismo que el seria como minimo amonestado… De verguenza
Por una vez voy a salir en «defensa» de Imbroda. No podemos criticar que los miembros del Gobierno hagan, que lo han hecho, reserva masiva de entradas y luego criticar que Imbroda se ponga en la cola, como cualquier otro ciudadano. Imbroda hizo muy bien en estar en la cola, porque así sufrió en carne propia el tormento de estar dos o tres horas en una cola para sacar una entrada.
Lo que no veo lógico y la foto del Alminar lo demuestra, es que estuviese dos horas en la cola con tan solo 20 personas delante. Imbroda no debería haber estado más de 30 minutos en «las colas malditas». No hubo una venta eficaz de entradas.
Creo que Imbroda tiene un problema de imagen. No transmite cercanía al pueblo y cuando lo hace, se lo preparan tan mal, que encima sale escaldado y eso no puede ser. Desde El Alminar intentamos hacer llegar una visión diferente de las cosas y proponer soluciones, lejos de las cortes aúlicas.
«El miedo es mayor cuanto más cerca se está del César». Nosotros estamos a la distancia adecuada para proponer visiones útiles, pero distintas.