Se pudo ver con las primeras luces del alba. El tamaño de arco iris era realmente espectacular, uno de los más grandes que he visto. Describía un semicírculo perfecto, se podía ver completo. La intensidad de colores era máxima. La tonalidad rojiza se la daba la luz del Sol en el amanecer. Varias cosas se unieron para provocar este efecto. El arco iris es solo una ilusión. A veces es necesario no pensar, detenerse con los fenómenos naturales y contemplarlos. A los pocos minutos empezó a llover. El cielo se tornó gris y todo desapareció. Quedó la imagen en una cámara. La magia de un instante fugaz. Un chorro de luces de colores que parecía emerger o descender.
Día: 27 octubre, 2011
El recuerdo de los nuestros en Nador
El cementerio cristiano de Nador
Ante la proximidad de la fiesta de Los fieles difuntos, crece el recuerdo de aquellos que ya no están físicamente entre nosotros. El cementerio de Melilla recibe miles de visitas y se rememora a aquellas personas con mayor renombre en las pasadas épocas. La espectacularidad de los panteones militares del cementerio melillense, siempre se llevan los máximos honores y visitas. Debe ser así, porque no deben ser olvidados los nombres de aquellos miles de soldados, que fueron obligados a luchar en guerras que no eran suyas y en un territorio que nunca les perteneció, en defensa de intereses económicos de los que nunca se beneficiaron, porque eso eran «las guerras de Marruecos». Nuestra obligación es recordar sus nombres, la de los olvidados.
Pero hay otros olvidados, sobre los que ya pesa la mas espesa capa de silencio. Son aquellos enterrados en el cementerio cristiano de Nador y que quedaron allí para siempre. Las autoridades del Consulado Español en Nador, llevan varios años recuperando los restos de los cementerios de Cabo de Agua, Segangan, Monte Arruit, Zaio y Zeluan. Han agrupado todos los restos en tres fosas comunes y así se ha evitado el deterioro de esos extintos cementerios y también el saqueo de las tumbas en busca de posibles objetos de valor. Es una medida que ha dignificado la custodia de los restos humanos de ciudadanos españoles fallecidos en esas ciudades, durante la época del Protectorado español en Marruecos.
El cementerio de Nador sigue contando con un vigilante y con la supervisión de las autoridades consulares españolas. También cuenta con la labor de custodia que llevan a cabo los padres paúles en la localidad de Nador. En esas fosas anónimas hay enterrados «represaliados» republicanos, caídos por la sed de venganza de las autoridades franquistas. A todos esos hombres y mujeres, sepultados doblemente, les dedicamos nuestro recuerdo, desde El Alminar de Melilla.