El primer aguacero inunda la ciudad y revienta colectores
La realidad de Melilla y el sueño coincidieron en una misma tarde. Una pequeña tromba de agua, apenas media hora antes del inicio de la actuación de Raphael, provocó más de 50 salidas de los bomberos, el atasco de los desagües, que reventaran los colectores y que el olor de las aguas negras se esparciera por la ciudad. Justo a la entrada del Kursaal, se podía apreciar en que situación dejaba una «pequeña tromba de agua», a nuestras infraestructuras millonarias.
Más kilómetros de tuberías que toda el perímetro de La Gran Muralla de China, una renovación del alcantarillado y de las conducciones de agua que podría dar la vuelta a La Tierra, pero tan sólo 30 litros de agua por metro cuadrado, en poco más de media hora, ponían a nuestras infraestructuras en el lugar de la realidad, y no en el de la propaganda. Hablamos de lo ocurrido en un breve lapso de tiempo, en el centro de la ciudad y en el Paseo Marítimo, dos de los lugares escaparate de un modelo de gestión, que hace aguas con la primera tormenta.
Esta mañana, el Paseo Marítimo era un lugar asqueroso y fétido. La zona de juegos infantiles estaba maloliente y era una zona insalubre. Todo lo que hemos visto , lo que vemos, es una ficción inflada por la propaganda. Melilla se enfrentará a un horizonte durísimo, el día que haya una verdadera emergencia climática.
Nota: El Barrio del Insdustrial en las imágenes de La Otra Melilla. http://laotramelilla.blogspot.com/2011/10/el-barrio-industrial-despues-de-la.html