La verja del Auditorium Carvajal


              

              La gestión aparente, la verja rota

    En Melilla existen varias empresas de forjados de hierro todavía activas (Morata,Belmonte), por lo que no se entiende la situación de la verja que da acceso al Auditorium Carvajal. Es lamentable e incomprensible su estado, que revela una gestión descuidada y muy poco preocupada por el mantenimiento, pese a que hay numerosos y bien retribuidos cargos públicos que deberían ocuparse de subsanar estas deficiencias.

             Que el principal auditorium al aire libre de Melilla presente este aspecto en su puerta de entrada, la parte más visible, dice mucho de como se están haciendo las cosas en nuestra ciudad, o si se quiere, de como se están manteniendo.

              En las dependencias del Auditorium Carvajal se guardan todo tipo de enseres, ropajes y material de atrezzo teatral que luego utilizan las distintas agrupaciones teatrales de Melilla, o en los desfiles de carnavales, del Mercado Medieval, etc. Luego cuando se producen robos, deterioro de materiales o lo que sea, se hecha la culpa de todo a la «creciente inseguridad ciudadana».

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El alcalde Gonzalo Hernández en Melilla


                 Primer y único alcalde socialista ( 1983-1991)

              El que fuera primer alcalde socialista desde la restauración de La Democracia en España y en Melilla, Gonzalo Hernández Martínez, ha regresado a Melilla con ocasión del XI Congreso de Juventudes Socialistas,  como invitado de honor. Fue una gran sorpresa por se el único que ya no reside en Melilla de los que fueran secretarios generales del PSOE. Pasado el tiempo y olvidadas las antiguas discrepancias políticas, resalta el hecho histórico de ser el primer y único alcalde socialista que ha tenido esta ciudad, desde la recuperación de La Democracia en 1979. Gonzalo Hernández ganó las elecciones municipales de 1983 y repitió victoria en 1987. También fue senador socialista de la V Legislatura, desde 1993  hasta el año 1996.

           Hoy, algunas de sus realizaciones como la de La Piscina Municipal, inaugurada en abril de 1990, permanecen en la ciudad de Melilla como la única instalación deportiva de este tipo. Si en Melilla no se hubiese instalado la época de «la desmemoria» y  de  «la recompensa al acólito», tenga o no méritos, es indudable que la Piscina Municipal debería llevar su nombre.

      El tiempo debería hacer olvidar viejos rencores, discrepancias de diverso signo y críticas hacia Gonzalo Hernández, que hoy resultarían absurdas, de colocarse de nuevo ante los ojos escrutadores de la hemeroteca. Al final de todo, sólo quedan o deberían quedar los hechos. Fue un reencuentro sorpresa y una acertada y aceptada invitación, por parte de la ejecutiva saliente de Juventudes Socialistas de Melilla, que hasta ayer presidía el melillense Amin Azmani.

   PD: Se ha llegado a una situación en la que a algunos, no se les perdona un error (por muchos que cometieran), y a «otros»  no se les  ve ninguno, cuando yerran casi a diario. Eso no es bueno y además constituyen un falseamiento de la realidad política y social de Melilla.