Se pudo ver con las primeras luces del alba. El tamaño de arco iris era realmente espectacular, uno de los más grandes que he visto. Describía un semicírculo perfecto, se podía ver completo. La intensidad de colores era máxima. La tonalidad rojiza se la daba la luz del Sol en el amanecer. Varias cosas se unieron para provocar este efecto. El arco iris es solo una ilusión. A veces es necesario no pensar, detenerse con los fenómenos naturales y contemplarlos. A los pocos minutos empezó a llover. El cielo se tornó gris y todo desapareció. Quedó la imagen en una cámara. La magia de un instante fugaz. Un chorro de luces de colores que parecía emerger o descender.