Repiten los vertidos de aguas fecales en la bahía de Melilla
En Melilla todo es así, se pasa de la excelencia a la cochambre en el mismo día. Pasamos de comentar un espléndido arco iris a contemplar un masivo vertido de aguas fecales sin depurar. Lo han vuelto a repetir. Aprovechan los temporales, el estado revuelto del mar, para vaciar las sentinas de una estación depuradora que nunca funciona. Llevamos 10, 15, 20 años sin que consigan solucionar el problema de la desembocadura del Río de Oro. La verdad sea dicha, tampoco es que se hayan esforzado demasiado. El único trabajo constante que contemplamos los que trabajamos en las Torres del V Centenario, es el de las máquinas excavadoras cerrando y abriendo el supuesto «estuario» de nuestro único y seco río. Un mes toca abrir y otro cerrar.
Cuando se acumulan las aguas y los lodos apestan toda la zona «chic» de San Lorenzo y las quejas vecinales arrecian, se espera a que venga un día de mar revuelto, ausencia total de bañistas y abren las compuertas a la porquería de par en par. El último vertido presenciado fue en febrero y era menor que éste que traemos a El Alminar. El vertido del día 27 de octubre ha sido masivo a juzgar por el perímetro del mismo. Estaban a tope de lodos y de cieno, y como a este problema han sido incapaces de darle solución, emprenden una huida hacia adelante y nos prometen cubrir toda la desembocadura del Río de Oro, hasta el puente de Setolazar, que es el más cercano a La Gota de Leche. Pero esta solución es solamente esconder «la mierda» debajo de la alfombra, y perdón por la palabra.
El que quiera ver claramente esto que digo, que se acerque al blog de mi amigo Carlos Esquembri y que lea lo que oculta la obra de cubrir un río. El ejemplo es Almería y lo que esconde su rambla: http://surdealboran.blogspot.com/2011/10/lo-que-esconde-la-rambla-de-almeria.html
Nota: En las fotografías comparativas, se pueden apreciar perfectamente la diferencia de ambos vertidos y la mayor intensidad de este último, con respecto al del mes de febrero.