El cementerio de los malditos


           Melilla siempre tuvo necesidad de espacio, tanto para los vivos como para los muertos. Un primer cementerio estuvo en la calle San Miguel, junto a la entrada del Templo Patronal. en unas excavaciones de los años 90 del pasado siglo se encontraron algunos cráneos de niños. En las criptas de la Iglesia de La Concepción se calcula que puede haber enterradas unas 2000 personas. Hubo otros cementerios, como el antiguo de San Carlos.      

          Sin embargo, también había necesidad de enterrar a «los malditos», osea, a los convictos, a los renegados, a los suicidas, a los ajusticiados, e incluso a los enfermos de peste y otras enfermedades infecciosas. En definitiva, a todos aquellos que no podía recibir la sepultura en sagrado. Por ello, se habilitó el Foso de Los Carneros, un espacio diáfano que es propiedad del Ministerio de Defensa. Con cierta frecuencia se realizan allí ejercicios tácticos de comunicación del Ministerio de Defensa. Es un espacio cerrado al público, se trata del Área 51 del Ministerio de Defensa. Realmente allí no se puede entrar.

       El mayor enterramiento que se recuerda fue el de la gripe de los catarros, una enfermedad que en el siglo XVIII acabó con la vida de 200 personas. Todas fueron enterradas en esta explanada por temor a posibles contagios post mortem. No se sabe cuanta gente puede haber enterrada aquí debajo.