La Ley del poste, en Melilla


     La tercera Ley de Newton, también conocida como el principio de acción- reacción, dice que: » Si un cuerpo A (coche) ejerce una acción sobre otro cuerpo B (poste), éste realiza sobre A otra acción igual y de sentido contrario. Osea, la Ley del poste, preferentemente  de GASELEC, aunque también puede ser de Telefónica.

      Desde que en el último mes de julio rompí el faro trasero de mi coche intentando aparcar en Cabrerizas, sin haber tenido en cuenta la Ley del Poste, no he parado de ver postes en situaciones peligrosas y susceptibles  de impactar contra ellos, a lo largo y ancho de Melilla. Da igual la zona, están en todos lados, desde Cabrerizas, hasta el Tesorillo, o desde el Real hasta Ataque Seco, incluyendo también Héroes de España o el Rastro.

     En un principio me pareció ver una tímida reacción, pues me pareció que se estaban repintando los postes, e incluso señalándolos con chapas, para distinguir así los de Gaselec de los de Telefónica. Luego todo, como siempre en Melilla, se detuvo y pasó al olvido. He perdido la cuenta de cuántas fotos he hecho de postes, en cuántos barrios, o cuántas entradas he subido a El Alminar sobre este asunto.

       Este poste brutal y otros cuantos más, están instalados en El Tesorillo, en la calle Cabo Noval y todas las adyacentes. Nadie todavía ha sido capaz de decir, si la normativa de postes exige colocarlos en una determinada situación, o si se pueden instalar en medio de una vía pública, o lanzarlos como en determinado deporte escocés, llamado «lanzamiento de cáber».

Manuel Fraga en Melilla


  «Libertad en Orden»

            Manuel Fraga fue el fundador del PP, del que puede considerarse su padre político, pero nunca fue uno de los fundadores de La Democracia o un padre constitucional. Como muy bien dijo un tertualiano en el debate del programa 59´´(creo que fue el director de Público), a Manuel Fraga se le empujó a La Democracia y no al revés. Cada cosa en su sitio. Manuel Fraga estuvo en Melilla, como Ministro de Turismo del Gobierno de Franco, inaugurando el Parador de Turismo en abril de 1967. De aquel acontecimiento, encontré esta foto de Brotón en el Rastro de Melilla.

              El embrión generador del Partido Popular fue Alianza Popular, una derecha muy dura y totalmente franquista, que campó a sus anchas el La Transición. Él fue siempre muy autoritario, por no decir que nunca perdió «esos tics autoritarios del franquismo», de hecho, creo recordar que AP recomendó la abstención en el Referendum para la Reforma Política del Presidente Adolfo Suárez, sobre el que recae el mérito indiscutible de haber hecho transitar a España, de la dictadura a la senda constitucional.  AP y el propio Fraga, eran un partido muy duro y nada dialogante, salido del bunker franquista. La paradoja es que acabara convirtiéndose en un presidente autonómico y a veces más moderado que su «hijo político» José Mª Aznar, con el que tuvo graves discrepancias cuando éste último fue presidente del Gobierno de España. Nadie discute sus méritos como hombre de Estado, pero tampoco se le puede convertir en lo que nunca fue.

               Manuel Fraga  y Melilla

      Lo que hundió a Fraga en Melilla y las posibilidades de Alianza Popular fue esta famosa frase, contenida en la 1ª edición de su famoso Libro Blanco: “Creemos que a España no le queda más opción, a la larga, que negociar con Marruecos respecto a Ceuta y Melilla…” . El bombazo estaba soltado, jamás ningún líder de la izquierda española se atrevió a tanto. Melilla entera se llenó de pancartas con esta leyenda: «Fraga, Melilla no te traga». Por supuesto que Fraga expresó mil disculpas y pidió mil perdones y al final la culpa fue del linotipista, pero la bomba se había soltado. Esa 1ª edición del libro desapareció de la faz de la tierra. Por ese, pese  a ser una ciudad franquista, ni Fraga, ni su AP, ni la posterior Coalición Democrática, tuvieron jamás opción electoral alguna en Melilla.

        La verdad histórica es esta, aunque ahora hay una tentación revisionista profunda, así que, por si había alguna tentación de darle alguna calle a este «padre de La Democracia», traemos esta reflexión a El Alminar.