A veces rectifican y aciertan


Doble carril provisional en Gral. Astilleros

     A los dos siguiente de organizar el fenomenal atasco que  motivó una entrada de este blog, al cegar por obras uno de los carriles de la calle Gral. Astilleros (vial fundamental de la circulación en Melilla), la Consejería de Seguridad Ciudadana se puso «las pilas» o «las señales»,  e ideó una solución para evitar que todo el tráfico de salida del centro de la ciudad, hacia los barrios o hacia las frontera marroquí, quedara estrangulado en el embudo provocado por las obras junto a las viviendas de Minas del Rif.

         Lo ocurrido muestra la necesidad de evaluar previamente cualquier corte en el tráfico rodado, pero sobre todo, lo más importante, es que pone de manifiesto que la crítica constructiva es absolutamente necesaria. Toda la información existente en la ciudad ha quedado reducida a ruedas de prensa,  a informaciones suministradas por los distintos organismos e instituciones y a noticias de actos sociales.    De vez en cuando, en algún lugar o medio, aparece una carta crítica o alguna denuncia ciudadana. Esas gotas de agua en el desierto no pueden ser todo el contrapeso a la acción y a la gestión de un gobierno. Hay una labor de vigilancia, tan necesaria y democrática como la acción de gobierno. Todo lo demás lleva a la autocomplacencia y a la pérdida de contacto con la realidad.

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El Cristo de Limpias en Melilla


La fotografía en su ornacina del Real

     El verdadero Cristo de Limpias procede de Andalucía, concretamente de Cádiz. Es una talla andaluza por los cuatro costados. Es barroca, probablemente del siglo XVII, hacia su mitad. En Cádiz era conocido como el Cristo de la Agonía y ya era objeto de un culto fervoroso, en el oratorio privado de una familia cántabra, los de la Piedra y Secadura. En Cádiz dicen que realizó prodigios, como el de detener un maremoto en 1755 en la misma orilla de la playa gaditana. Vicisitudes testamentarias, obligaron a trasladar al Cristo de la Agonía gaditano, al municipio de Limpias, en Cantabria, de donde era originaria esta notable familia y a donde llegó la talla a finales del siglo XVIII.

         El culto se extendió por toda España.  A Melilla llegó a principios del siglo XX, con la expansión de la ciudad. Del resto ya hemos hablado sobradamente, aunque nunca bastante. Fue una de las primeras entradas de El Alminar y el 2º asunto más debatido de todos los que se han presentado en este blog. Actualmente puede verse una réplica exacta en la parroquia de San Francisco Javier, en el antiguo hospital de Cruz Roja.

      La novedad, es que hoy podemos ofrecer, por primera vez y a los 23 años de su desaparición, una imagen del afamado busto que fue objeto de culto durante medio siglo, en la parroquia de San Agustín del Barrio del Real. Ello ha sido posible gracias a la donación de la fotografía, de modo desinteresado y sin condición alguna, de Imparcial, uno de los más recientes y activos colaboradores de La Comunidad de El Alminar.

El crucifijo de mi lugar

                                                           Núñez de Arce

               Con religioso amor guardo una talla

Que representa a Cristo cuando, inerte

Y  ya sin fuerzas, en la cruz batalla

Con las fieras congojas de la muerte.

                  Él en la adversa y próspera fortuna

Avivó la piedad de mis abuelos,

Doró sus dulces sueños en la cuna

Y les mostró el camino de los cielos.

Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/05/11/el-cristo-de-limpias-del-barrio-del-real/

PD: Historia y detalles. http://www.corazones.org/lugares/espana/limpias/historia_cristo_limpias.htm