Siempre hay solicitudes para pasar por debajo de algún arco, o por un aro. Muchas instituciones, la sociedad, otras personas; nos han solicitado que pasemos por algún aro, o por debajo de algún arco de triunfo?. Ya lo decía el poema: » A la gente no gusta que uno tenga su propia fe». Son muchos lo que no se arriesgan a caminar solos, sin la protección que otorga el rebaño, la creencia ciega y aciaga. Caminar contra corriente no suele ser prudente y más si se escribe de modo público, ante el mundo entero, delante de todo aquel que quiera leernos. Mirar en donde otros han mirado y ver lo que otros no han visto, o no han querido ver.
Yo escogí este camino siempre, hace muchos años ( no siempre con el mismo tino y acierto), allá por 1990, cuando empecé a escribir en los periódicos de Melilla. Inmediatamente quedé fuera de cualquier nomenclatura, y en aquella época uno se enfrentaba al «rodillo socialista», que no era ninguna tontería. Hoy estamos frente a «la marea azul». A lo largo de los años uno va encontrando su lugar, su estilo. Se van corrigiendo errores, puliendo defectos y sobre todo, se va tallando el estilo, la forma de escribir, que es con la que expresamos lo que queremos decir y mostrando aquello que no decimos, pero que también se manifiesta.
Parte de mi producción está perdida en el mundo opaco anterior a internet, porque eso también existió, aunque hoy no resulte difícil imaginar un mundo sin la comunicación total e inmediata que supone internet.
Nunca había visto un Arco Iris en el mar. Fue un regalo visual, una de esas imágenes que a veces nos concede la naturaleza. En el mar no existen los obstaculos que interrumpan la visualización de un fenómeno así. Todo es diáfano en la circunferencia que nos rodea. Es el máximo campo de visión posible. La curvatura terrestre (esa que descubrieron los griegos y que el occidente civilizado y la santa Iglesia tardaron 15 siglos en admitir), concede en el mar la visión de la mayor superficie terrestre posible, aunque parezca una antinomia decir que se ve superficie terrrestre en el mar . Ocurre que en el mar, no hay nada que ver salvo agua. Aunque en este caso no. Apareció un inmenso e intenso Arco Iris. Luminoso, pleno, gratificante. Y tal y como lo vi, lo comparto en el blog, que eso es también El Alminar. Por debajo de algunos arcos no importa pasar.


Quiero hacerle una pregunta, hospitalario: Si Vd. tiene una propuesta para salir de la crisis y solventar la situación de los 5 millones de personas ¿Por qué no la expone?
Atentos saludos.
Antes de llegar al poder el señor Rajoy decia noche y dia, que tenia la solucion y sabian lo que tenian que hacer para lograr solventar la crisis!
¡ Y todos estamos esperando!
Claro que, como ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad, llegará un dia que la presente crisis desapareca como siempre desaparecen las fuertes tormentas que arrasan costas y bosques!
¿Será ese final un triunfo del Señor Rajoy y sus colegas?
Seguro que SI, si en esos momentos se encuentra todavia en el poder!!!!
Saludos
Angel
Una reflexión magnífica, actual, que no ha perdido fuerza. Gran elaboracíón Hospitalario.